YEHOSHUA AGAIN.
He will establish the Kingdom
of God in this world.
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'UNA
CARTA ABIERTA DE AMOR'
LA HUIÓTHESIA
Todas
las funciones espirituales tienen su origen en el Espíritu Triuno de YAHWEH, en
la dimensión espiritual. Todas las actividades
que tiene origen en el ‘YO’ son trapos de inmundicias e impiden al Espíritu del
Dios Triuno, de progresar en su obra de lavamiento y regeneración y consecuente
santificación.
El hombre natural,
está en jaque mate, está separado de su CREADOR, y a pesar que tiene unas
funciones espirituales en él, estas, no tienen ningún poder, para establecer
una unión con el Espíritu Dios Triuno. Estas funciones, debido a su separación
con Yahweh, son totalmente ineficientes, aun para acercarse a Él.
Por suerte, el hombre
tiene un Dios Todopoderoso, que le ama, y está dispuesto a todo, para
restablecer una verdadera relación con él dijo:
“LBA John 3:3 Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el
que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.”
El evangelio explica
todo lo que Yahweh ha hecho posible para el hombre, y como lo ha hecho, y en
esto contenido se funda la Gracia del Espíritu del Dios Triuno. Debido a esta obra,
el hombre no tiene ninguna excusa para seguir separado por su Creador, está
capacitado de ejercer la fe que el Espíritu de Dios Todopoderoso, le ha dado en
las Escrituras, para hacer posible, que su voluntad, sea consecuente a la
voluntad del Espíritu del Dios Triuno, y hacer posible un acercamiento. Como
ejemplo de cómo lo puede lograr, quiero aportar, cuanto tardó Dios, en Abraham,
para hacer esta obra, y al final, como terminó recibiendo la promesa. No
sabemos el tiempo exacto, debido que solo se nos dice su edad, a partir de
cuándo Abram se marchó de Harán a la edad de 75 años. (Gen. 12:4;) No sabemos
en su conversación (iluminación) en Mesopotamia con Dios, (Gen. 11:31 comp.
Hechos 7:2;) cuantos años tenía Abram, seguramente bastantes menos tal vez
50-60 o 70 años.
Debido que no solo
tardó tiempo en seguir su padre Taré, de la tierra de Ur de los Caldeos, a
Harán, pero aún más cuando llegando allí, se quedaron a vivir en
estas tierras, no podemos saber las fechas exactas. Abram no se marchó, hasta
después de la muerte de su padre, el cual murió, a la edad de doscientos y cinco
años.
Hechos 7:2 Y él
dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro
padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que
morase en Harán,
3 y le dijo:
Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré.
4 Entonces
salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán; y de allí,
muerto su padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros
habitáis ahora.
Gen. 11:31 Y tomó
Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su
nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir
a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.
32 Y fueron
los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán.
Genesis 12:1 Pero
Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa
de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Desde entonces sin
embargo, Dios le cambió el nombre por Abraham a los 99 años (Gen 17:5;).
Así desde que se marcharon de Harán, ya habían
transcurrido aprox. unos 24 años, pero la primera conversación con
Dios, en Ur de los Caldeos, puede haber ocurrido en cualquier tiempo cuando
Abram tenía tal vez, como dicho, 50-60 o 70 años. Podemos suponer que desde su primera
conversación (Iluminación) hasta su justificación en Gen 15:6 cuando Abram
tenía por lo menos 86 años (Gen. 16:16), que la iluminación de Abram, duró por
lo menos, entre un mínimo aproximado de 16 años, y un máximo de 36 años.
Desde su
justificación (aprox. a los 86 años) y el recibimiento de la promesa cuando
Sara concibió (Gen. 21:2;), Abraham tenía aprox. 99 años. Pasaron por lo menos 13
años, antes de recibir la promesa en Isaac una vez justificado.
¿Qué significa todos
estos advenimientos?
El Señor toma su
tiempo, y si por Abraham el padre de la fe, necesitó todo este tiempo de pasar
desde niño inmaduro, a recibir su promesa pregunto: ¿cómo podemos nosotros
pensar que después de un año, dos, o 10 o 20 años, 30 años, que ya hemos pasado
desde niños en Cristo, a ser huiós del Altísimo, redimidos justificados, tener
ya formado Cristo en nosotros, ser afiliados, ungidos, consagrados y parte
permanente de la familia de Dios? Me parece que en este punto tendríamos de ser
un poco más humildes y saber esperar un poco más en el Señor, para que el
termine su obra de lavamiento y regeneración de nuestro espíritu, para no tener
ilusiones subjetivas sobre nuestra posición en Cristo, y tener que sufrir
desilusiones innecesarias. Es verdad que el Señor salvó al ladrón en la cruz en
un instante, pero esto no es lo corriente, y además, Dios no se esperó nada de
él, si no fuera que su testimonio, se reflejó en el N.T. por el beneficio de
muchos. Él ciertamente fue salvo, pero no se trata solo de ser salvo, nuestra
relación con Él Señor, trata de llegar a ser unos huiós maduros, que pueden
producir fruto y crecer en la plenitud de la Deidad, para ser parte de la Gloria
del Espíritu del Dios Triuno, y ser útiles, para poder, juntamente con Cristo,
recobrar experimentalmente el Reino de Dios, desde las manos de Satanás.
Otro ejemplo que
podemos considerar es el de nuestro Señor Jesucristo. El nació por obra del
Espíritu Santo, y es el Unigénito Hijo legítimo del Espíritu del Dios Triuno,
encarnado, desde la eternidad, y a pesar de este hecho, Yahweh solo pronuncia
la confirmación de su reconocimiento, paterno:
‘Tú eres es mi Hijo(Huiós) amado; en ti tengo
complacencia’
Luego de pasar por el
bautismo, a los treinta años, cuando Yahweh lo consideró maduro, para su
ministerio. Cristo necesitó 30 años de continua obediencia, crecimiento, y
revelaciones espirituales para ser apto a su comisión.
Para poder
ser “Huiós activos” (En lo caso de creyentes, Huiós herederos y
coherederos con Cristo con toda autoridad) los que han sido justificados como “niños
en Cristo”, tienen que pasar por un proceso experimental. Cada vez que nos
acercamos a ser “Huiós”, el Señor nos exige un precio más alto de pagar en
nuestras vidas, que consiste mayoritariamente en desechar todas las obras, que
se originan en nuestro ‘YO’ y aprender hacer obras, que se originan por la Vida
del Espíritu procesado de Cristo en nosotros, para poder tener un corazón puro
(En nuestra mente, en nuestra voluntad, nuestras emociones y sentimientos, en
nuestra conciencia y en nuestro espíritu).
Esto es un proceso
largo, que solo el Señor, puede producir en nuestros corazones, hasta llegar a
tener efectos espirituales nuestra carne, por el lavamiento y la regeneración
del Espíritu. Solo cuando el Espíritu de Cristo procesado, es formado en nosotros, seremos
listo para tomar un ministerio, en el tiempo señalado, recibiendo primero, como
veremos, la filiación de “Huiós” del Espíritu del Dios Triuno, como lo hizo con
Abraham, y nuestro Dios, Señor y Salvador Yehoshua, y como lo va haciendo en todos
Sus verdaderos Huiós.
No le es fácil al
Nuevo Hombre recién redimido y justificado, aprender hacer la voluntad del
Padre en condición de “niño en Cristo”. Pero es una necesidad espiritual. Desde
luego el “niño en Cristo” desearías ser ya un “Huiós”, pero no es decisión del
“niño” hacer esto, es la decisión del padre, que señala el tiempo
correcto.
Vamos a considerar lo
siguiente:
1. Somos sus hijos como “teknón
o nepiós" por el
nuevo nacimiento (Juan 3:5; 1 Juan 3:1-3).
John 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios.
John
3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
2
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de
ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque
le veremos tal como él es.
3
Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro.
2 Somos hijos (Huiós) por “huiothesia“ desde que los creyentes tienen un corazón puro,
como Hijos adultos y coherederos, juntamente con el Espíritu de
Cristo procesado, en la familia de Dios. Así que ya no como esclavos del pecado,
más como más que Vencedores (Gálatas 4:7), haciendo toda obra que se origine en
la voluntad del Espíritu del Dios Triuno.
Galatians
4:7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios
por medio de Cristo.
Así como coherederos, junto con su Hijo, Jesucristo (Gal 4:7) los “Huiós”
son los destinatarios de todas las bendiciones espirituales (Efesios 1:3)
Efesio
1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
en esta vida, y van a "compartir sus sufrimientos y su Gloria"
(2 Timoteo 2:12; 1 Pedro 4:13; 5:10).
Timoteo
2:12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos
negará.
1
Peter 4:13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de
Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran
alegría.
1
Peter 5:10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Pregunto: ¿Es
suficiente estar en Cristo como un “teknón” o un “Nepios”, redimidos y
justificados para tener un corazón puro y una Vida espiritual basada en el
poder del Espíritu Santo, o tenemos que creer espiritualmente algo más?
¿Cuántos dones nos han
puesto a nuestra disposición Yahweh, para dar fruto en abundancia en el poder
del Espíritu Santo?
Todos estamos de
acuerdo que hay un periodo de iluminación. Hemos visto que para Abram fue entre
16 y 36 años.
Todos estamos de
acuerdo que se necesita una redención para recibir la justificación y para
estar en el Espíritu de Cristo procesado insertados como Nuevas Criaturas.
Donde hay divergencias,
es si pasa un tiempo, entre la justificación y el recibimiento de la promesa,
que es el Espíritu procesado de Cristo formado en nosotros corazones en nuestra experiencia, o como se
suele decir ‘Cristo formado en mi’ o como en el caso de Abraham el recibimiento
físico de la promesa, que simbolizó la figura de la semiente, ósea, la figura
de Yehoshua o el Mesías, o todavía mejor, la figura del Espíritu del eterno del
Hijo de Dios.
Como vimos, Abram
tuvo que esperar como mínimo aprox. 13 años. Desde su justificación,
hasta el recibimiento de la promesa (La figura de la Simiente, Yehoshua). La
pregunta que nos tenemos que hacer es:
¿Debido que el Señor
no cambia su manera de operar, quien somos nosotros para poder pensar que
recibimos TODO en el momento de nuestra justificación? ¡Abraham esperó, y….
Cristo esperó!
Es indudable que
desde el punto de vista del Espíritu del Dios Triuno, toda su obra es una
realidad presente, y ciertamente así es. Pero desde el punto de vista humano
que vive en el tiempo y en el espacio, esta realidad toma todo su tiempo.
Es indudable que hay
una obra única por la iniciativa de Yahweh y es exclusivamente por esta pura Gracia
que llegamos a ser redimidos, justificados, pero esta obra, tiene un doble
propósito.
Vamos a considerar unos versículos que nos hablan, mediante la metáfora, de
la palabra “niños- nepios”.
Los indicios revelan que son creyentes, que acaban de ser redimidos y
justificados y que están en Cristo. Las metáforas, nos hace entender que esta
categoría de creyentes, a pesar de ser salvos, son inexperto en la vida
cristiana y son considerados como carnales, son considerados cristianos
fluctuantes, muy influenciables al oír las doctrinas de cierto falsos maestros,
y se los consideran como si fuesen todavía esclavos del pecado e inexpertos en
el conocimiento de la verdad de las doctrinas. Veamos algunos:
1 Corinthians 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude
hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1 Corinthians 14:20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en
el modo de pensar.
Gálatas 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error,
1 Corinthians 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé
lo que era de niño.
Galatians 4:1 Pero también digo: Entre tanto que el
heredero es niño, en nada
difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
2 sino que está
bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
Hebreos 5:13 Y todo aquel que participa de la leche es
inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
Lo mismo tenemos con la palabra
“Teknón” pero ya se usa como hijo que en muchos casos es un hijo inmaduro y
carnal.
Investigaremos a seguida, que
realmente pasa con la obra de la redención, y de la obra de pertenecer a la
familia de Dios como Huiós:
1. Redimir al hombre, fue un hecho histórico en la
eternidad, pero en el tiempo se vio ejecutado mediante la obra de la cruz y el
triunfo de la resurrección de Cristo, lo cual redime y justifica al hombre y lo
trasforma desde un hijo de “Moisés” en
un "nepios o Teknón" de Dios, pero no todavía con los derechos
legales de primogénito, debido que esto pertenece únicamente a los “Huiós”
maduros.
2. La “huiothesia” reconoce en los corazones de los justificados (Teknón o Nepios) en sentido
interno y subjetivo, la Vida formada de Yehoshua, para que estos tuviesen la
experiencia vital con poder, para tener una verdadera relación filial como Hijos del Espíritu del Dios Triuno, y
como verdaderos herederos de Yahweh, y coherederos con el Espíritu
procesado de Yehoshua, con todos los derechos y esto lo hace Yahweh, en
nuestra experiencia, dándonos la Vida del Espíritu increado de Cristo
procesado que es el Espíritu Santo en nosotros,
y haciéndonos "Huiós" de Dios, con los mismos derechos de primogenitura,
que tiene el Espíritu de Cristo procesado, y entregándonos un corazón puro para
hacer Su Voluntad (Ef. 1:4 y 5;).
Esto proceso, el
Señor lo ve, como algo acontecido en la eternidad, pero el nepiós o niño en
Cristo tiene que experimentarlo como una progresión en su experiencia. Cuando
la voluntad del niño en Cristo, es igual con la del Espíritu, es entonces que
el Espíritu puede tomar más posesión del corazón del niño en Cristo y este
puede progresar en su lavamiento y regeneración espiritual. Si el niño en el
Espíritu de Cristo procesado, se opone a la voluntad del Espíritu, este no
puede avanzar en su vida espiritual, y el niño se encontrará estancado, y no
podrás haber progresión en su avance, para ser un día considerado un huiós de
Dios, con derecho a la herencia prometida.
4
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él, (Justificación)
5
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados (huiothesia para primogenitura)
hijos (Huiós) suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad,
Como también en Ro.
8:14-17 que dice:
14
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios.
15
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de (huiothesia)
adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si
es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados.
La persona justificada,
necesita recibir la supremacía del Espíritu de Cristo procesado ‘en él’,
para recibir la “huiothesia” desde "Teknón o nepios" a Hijo de Dios
(Huiós), como se explica maravillosamente en Gálatas y que está dirigida
primeramente a los que estaban bajo la Ley ósea todos, judíos y gentiles:
4:1
Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del
esclavo, aunque es señor de todo;
2
sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
3
Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los
rudimentos del mundo.
4
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Huiós, nacido de
mujer y nacido bajo la ley,
5
para que redimiese (Redención) a los que estaban bajo la
ley, a fin de que recibiésemos la filiación (“huiothesia”)
de huiós.
6
Y por cuanto sois huiós, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su
Huiós, el cual clama: ¡Abba, Padre!
7
Así que ya no eres esclavo, sino Huiós; y si Huiós, también heredero de Dios
por medio de Cristo.
Vemos aquí los dos
designios que tenía Yehoshua en esta tierra:
1. Rescatar a los que estaban bajo el poder de la Ley
mediante la obra de redimir, librando al esclavo, mediante el
pago del justo precio, para dejarle en libertad, justificándolo
y haciéndolos "Teknón o nepios" de Dios.
2. Proporcionar
la “Huiothesia” de Huiós a los justificados, mediante el
Espíritu de Cristo procesado, formado en ellos, para una vida santa con poder,
que pudiese Glorificar al Señor, haciendo que pudiesen hacer todas las obras
que Él ya tiene preparado antes de la fundación del mundo. Es el acta legal en
el tiempo y en la experiencia, de otorgar al hijo ("Teknón o nepios"
Justificado), el ser considerado como Huiós de edad legal, con todos
los derechos, con iguales derechos que Yehoshua por el hecho que Él
está ahora unido en el "Huiós" mediante la “huiothesia” de Dios, debido que en él abunda ahora, la Vida formada del
Espíritu de Cristo procesado, en supremacía.
Por el nuevo
nacimiento, el creyente llega a ser ‘teknón’ (Niño de Dios nacido de
nuevo, pero en calidad de niño carnal). Pero el espíritu redimido nada podría reclamar delante de Dios, si Dios no hubiera proveído su “huiothesia”. Mediante el acto de la “Huiothesia” el
niño entra en posesión de todos los privilegios, responsabilidades y deberes,
como herederos legales.
Tenemos que entender
todo esto como dos metáforas de una misma obra. En la Biblia LSM
la palabra “huiothesia” siempre se traduce como" filiación ",
nunca como" adopción”. El sustantivo, "Filiación" se define como
"el estado, hecho o relación de ser
un Huiós del Espíritu del Dios Triuno." Por lo tanto,
"filiación" no transmite la idea de la transferencia o ingreso en una
nueva familia. En cambio, el verbo "adoptar" tiene la idea de una
transferencia. La palabra griega, “huiothesia” combina el sustantivo,
"hijo" con el verbo, "a otro." Por lo tanto, significa
literalmente, "Establecer como un hijo o poner en su lugar un hijo”.
En 4:4-6; dice:
4
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley,
5
para que redimiese (Primero) a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la filiación (“huiothesia”) de
Huiós. (Segundo)
6
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Si aplicamos una interpretación literal, podemos pensar correctamente, que primeramente se realiza la obra que nos hace libres, esto nos justifica y nos hace "Teknón o nepios" de Dios, pero en la calidad de “niños”, y luego, como resultado de esta obra, Dios toma posesión, poco a poco nuestro corazón, por medio de su Espíritu, el Espíritu de su Hijo, a fin que podamos reconocer al Padre como Padre natural espiritual y mediante la primogenitura y juntamente con Cristo poder clamar ‘Abba Padre’ como “Huiós” con todo derecho. Sabemos que el Señor puede hacer esta obra todo de una vez, pero también tenemos que aceptar que lo puede hacer en dos fases en el tiempo y normalmente, es lo que pasa.
Es mediante la Vida
del Espíritu de Cristo procesado en nosotros totalmente formado, que se recibe
la “huiothesia”, y es cuando el glorioso Huiós del Espíritu del Dios Triuno,
puede dejar que el ‘YO’ sea el origen de sus actos y dejar así comportarse como
un esclavo bajo el poder de la Ley que es el pecado, debido que es para vivir
en libertad, que Cristo nos libertó a fin que pudiésemos tener un corazón puro.
Es cuando el fruto
del Espíritu Santo se expresa en nosotros, no como virtudes, más mediante la misma Vida del Espíritu de Cristo procesado, que
obra en nosotros con poder, en un presente
continúo.
Las virtudes son
propias del hombre carnal, del legalista que quiere agradar a Dios, y no se da
cuenta que sus obras son de hecho solo trapos de inmundicia, que inhabilitan el
avance del Espíritu, debido que se originan en su ‘YO’ y esto puede pasar como "niños
en Cristo".
El glorioso huiós de
Dios, que con toda humildad, espera en Dios, despreciando toda obra que se
origina en él, es el único que puede obrar de manera espiritual consistente, ya
que la fe que el Espíritu del Dios Triuno le ha dado, ha establecido un
contacto espiritual con Yahweh, primeramente mediante la justificación, y más
adelante mediante la filiación, capacitándolo para obrar con poder espiritual,
tanto en el querer, como en el hacer, según Su voluntad, dejando que Cristo
tengas la supremacía en todo.
Como "niños",
debido que estamos situados en el Espíritu Santo, este provee, cuando
estamos en comunión, para que obremos espiritualmente como "niños" para
progresar.
Debido
que muchísimas veces, después de la justificación, no estamos en
comunión con Dios, nuestras obras, en esta situación, son solo trapos de
inmundicia, impide que progresemos.
Cuando somos parte de
la familia de Dios cómo "Huiós" primogénitos, la Vida y la
Luz del Espíritu de Cristo procesado en mí, no intenta a perfeccionar mis virtudes,
más trabaja para que la Vida del Espíritu de Cristo procesado en mí, sea mi
experiencia diaria.
Su función es
reforzar al Nuevo Hombre, o sea, la naturaleza espiritual recibida en el nuevo
nacimiento.
La santificación no
se realiza por el lento avance de la personalidad humana arruinada por el
pecado, sino por la expresión siempre a mayor escala, de la Vida del Espíritu
de Cristo procesado en nosotros, que nos lleva de Gloria en Gloria, mediante la
expresión del fruto del Espíritu Santo, que se expresa en singular, para recalcar,
que no se trata de virtudes (Plural) de la personalidad humana, más de la misma
Vida del Espíritu de Cristo procesado (Singular) en nosotros, que siempre se
expresa en toda humildad, debido que en el Nuevo Hombre, han cesado, todas la luchas
de un ‘yo’, que en el pasado, como “Teknón” o “Nepios” necesitaban siempre
tener su parte de vanagloria.
La iglesia de
Laodicea, en la que todos nosotros vivimos en estos días, no importas en que
denominación, y en la que anhelamos un reavivamiento en presente continuo,
normalmente interpreta Romano 7, para afirmar que todo este pasaje habla a
personas después de la cruz como "Huiós". Esto, según el autor,
es inadmisible y totalmente contrario a la santidad que Dios se
espera de un glorioso huiós de Dios nacido de nuevo, y que tiene la filiación
con poder, del Espíritu de Yehoshua. Ya aquí nos enfrentamos a un severo
obstáculo creado por las tradiciones por no querer interpretar que Pablo aquí
usa el presente Histórico de si mismo, o como persona durante la iluminación, o
como niño en Cristo después de la cruz.
También la iglesia
nominal usa:
13 Porque por un
solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Para dar de entender
que todos los creyentes en Corintios vivían como personas después de la cruz en
calidad de "Huiós".
Es correcto decir que
quien está en el cuerpo de Cristo ha sido bautizado en Cristo y que son "Hijos",
pero todo el mundo sabe, que en cualquier iglesia, hay verdaderos gloriosos huiós
de Dios, y personas que todavía no han pasado ni por la experiencia de la cruz
o que son simplemente niños en Cristo.
Es evidente que los
teólogos nominales intentan usar todos los medios para confundir e impedir, a
los que buscan a tener la plenitud de un corazón puro, a no poderlo hacer, por
falta del conocimiento de la verdad, o de un mal uso de la verdadera realidad.
También, los teólogos
de la iglesia nominal aportan la epístola a los Gálatas como otra prueba que el
pecado voluntario es normal en la vida de un creyente (Huiós). Dicen:
2 Esto solo quiero
saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el
oír con fe?
3 ¿Tan necios
sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
6 Y por cuanto sois
hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:
¡Abba, Padre!
25 Si vivimos por
el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Usan estos y otros
gloriosos versículos, proponiendo sutilmente y vilmente que:
‘Vosotros habéis recibido el Espíritu pero con el que sí ‘vivimos por
el Espíritu, andemos también por el Espíritu’, se deja así la puerta abierta,
para no andar en el Espíritu y hacer pecados voluntarios en su vida de
santificación como ‘Huiós’.
Esto ‘andemos’
es un imperativo presente de voz activa y lo que quiere decir, es que el Glorioso
Hijo de Dios, anda CONTINUADAMENTE EN EL ESPÍRITU.
Claro, que solo esto
es posible, por los que, no solo hayan sido justificados, más también por lo
que han sido reconocidos como Hijos Herederos y que, por tanto, están bajo del
poder del Espíritu Santo de Yehoshua formado en ellos. Ya sabemos de sobra, que
los que no lo hacen, haciendo pecados voluntarios, no tienen el Espíritu Santo
operando en ellos, no son "Huiós", más "Niños", o solamente
personas que están siendo iluminados por el Espíritu Santo.
Vamos a ver en que
consiste la carnalidad en un creyente por Pablo:
3 porque
aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y
disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
4 Porque diciendo
el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois
carnales?
18 Nadie os prive
de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en
lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
Otra vez los
teólogos nominales usan estos versículos como excusa para poder pecar, mientras
que para Pablo le es claro porque pecan y sabe que todos ellos, o están todavía
colocados en sus experiencias, antes de la cruz, o siendo justificados, todavía
no han sido afiliados en la familia del Espíritu del Dios Triuno, y están en
condición de niños en Cristo.
Si el verdadero
evangelio, fuese proclamado claramente en nuestras iglesias, tendremos unas
multitudes un poco más humildes, conociendo su verdadera situación. Es normal
que un “niño en Cristo” siga pecando, debido que tiene un corazón bueno, pero
no puro, y si esto pasa, el sujeto sabría que necesita que Dios obre más
profundamente en él, para que la Vida de Cristo, pueda expresarse eficazmente
en presente continuo, y tendrá una actitud de humildad, y de total
necesidad.
La “filiación de Hijos”
(Gál. 4:5) y “ser afiliados como Hijos” (Ef. 1:5) como hemos visto, son dos
expresiones de la palabra griega “huiothesia”. Usar la palabra “adopción” para
traducir “huiothesia” es poco conveniente, hemos visto que filiación es
más adecuada. La palabra
“adopción” indica el hecho que somos
hijos adoptivos, esto es, elegidos y tratados como hijos adoptivos sin serlo
realmente. Es por esto que no constituye la esencia del significado de la
palabra huiothesia. La persona justificada ya es un
"hijo" por el nuevo nacimiento, pero en calidad de "Teknón",
un “nepios” carnal. La interpretación que,
sea la justificación, sea la adopción, se recibe todo en el mismo tiempo, es la
interpretación sea de la iglesia reformada, que de la iglesia católica y de la
sectas en general. Para el autor, Huiothesia
indica, más bien, el momento histórico, en la experiencia, en que un hijo
("Teknón"), alcanza la madurez o, dicho en términos comunes, cuando
alcanza la mayoría de edad, para obrar por derecho como primogénito con el
Espíritu de Cristo procesado formado en su corazón. Nuestro Señor y
Salvador Yehoshua, que a pesar de ser, desde la eternidad, "Huiós" de
Dios, también necesitó esperar, en su experiencia humana, 30 años para ser
considerado como hombre maduro por el Padre, con plenos derechos de
"Huiós" en el día de su bautismo en el Jordán. La huiothesia, expuesta
en gálatas, es pues, el paso que hace un
hijo legítimo, en su experiencia, desde una niñez como
“nepios”, a lo 'status' de hombre adulto, con todos los derechos de
primogenitura como “Huiós”, y es un tiempo, que
es dictado exclusivamente por el Espíritu de Dios Padre. El hombre
no puede hacer NADA para acelerar este tiempo. En la cultura greco-romana, los
hijos (Huiós legítimos), no eran criados ni educados por sus padres, sino por
otras personas llamadas tutores, curadores o ayos. No tendría ningún sentido
que Pablo usase esta metáfora si no fuera para aplicarla en nuestra
experiencia. De ahí las palabras de Pablo a los gálatas en 4:1-2; que dicen:
“Entre tanto que el
heredero es niño, (“nepios”) en nada difiere del esclavo, aunque es señor
de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el
padre”
El tiempo señalado
por el Padre, es el tiempo de la huiothesia. Aquí el hijo legítimo, una vez criado y educado, es
recibido en la familia, para el pleno ejercicio por su primogenitura (El caso
de Cristo como hombre) ahora, podía disfrutar y administrar su herencia.
De la misma manera, dice Pablo a los gálatas, que
“cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo…a fin de que recibiésemos la
adopción (Huiothesia) de hijos
El propósito de Dios,
es que un “nepios” recién redimido y justificado, no es apto para ejercer un
servicio al Señor, aun siendo un hijo espiritual natural de Dios. Es por este
motivo, que el niño, está predestinado a la huiothesia: A la calidad de hijos maduros, a "Huiós",
desde “nepios” carnales, o inmaduros. Nada menor que esto, satisfará el corazón del Espíritu
del Padre Celestial. De allí, que los que no llegan a esta meta, que es
posterior a la redención, solo entrarán en el Reino de los cielos, como por
fuego en calidad de “nepios”.
El idioma griego
contiene un término para indicar, como hemos visto, un hijo maduro, en calidad
de “huiós”. De “huiós” viene precisamente la palabra “huiothesia”.
El propósito de Dios consiste entonces en que alcancemos la madurez de Hijos legítimos
y herederos de Dios y coherederos con Cristo en calidad de “huiós”. Este es el
término que por excelencia se aplica a Jesucristo, desde la eternidad, cuando
se le llama “Hijo”. Los nombres Hijo de David, Hijo de Dios, Hijo del Hombre,
Hijo del Altísimo, etc., todos contienen la palabra griega “huiós”.
Por su parte, el
término griego que indica un hijo pequeño o recién nacido es “teknón” o “nepios” que este último, en castellano, se traduce como niño. Estos términos son usados
hermosamente por el apóstol Pablo en su carta a los romanos 8: 14-16 que dice:
14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son Huiós de Dios.
15
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de filiación, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre!
16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos Teknón de Dios.
17 Y si huiós,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
En efecto, la palabra
griega para hijo en el v. 14 es “huiós”:
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son huiós de Dios”
"Huiós" en el (v. 14) y "Teknón" en el versículo (v.16).
La palabra griega
para hijo en el v. 16 es “teknón”.
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos Teknón de Dios”.
Este término viene del verbo “tíkto” que significa “parir” o “dar a luz”. Por lo tanto, un hijo “teknón” es un hijo recién nacido o pequeño y el Espíritu lo delata como tal, justificado pero no todavía parte de la familia de Cristo como miembro estable. Esta insertado en el olivo silvestre pero todo depende si dará o no dará fruto (v. 16). Mientras que el hijo “huiós” el Espíritu lo denota como un hijo maduro mediante la “huiothesia”, es un hijo ya capacitado para un servicio y es guiado plenamente por Yahweh (v.14). Es parte permanente de la familia de Cristo. Aunque todos son hijos, no obstante, hablamos de bebés, de niños y de adultos y primogénitos cada uno con sus características.
¿Por qué Pablo usó el
término “teknón” en el v. 16, cuando había usado anteriormente la palabra
“huiós”?
Respuestas: Porque
el Espíritu de Dios guía seas los "huiós", que
los "Teknón", pero tiene la doble función de dar testimonio, los
unos, que han llegado a ser "huiós"
y el Espíritu lo hace notar porque viven una vida santa mediante un corazón
puro, y los otros, que todavía son "Teknón", el Espíritu lo hace notar
a que todavía no viven una vida santa y solo tienen un corazón bueno.
También, por la doble
función del v. 14. El versículo 14, por una parte concluye el tema relativo al
Espíritu y, por otra parte, es la primera vez que los creyentes son llamados
hijos (“Huiós”) de Dios en toda la epístola. Por lo tanto, el apóstol Pablo guardó
el término “hijo”, "Huiós" para cuando hubiese finalizado el tema del
Espíritu, porque precisamente quería referirse a los hijos “huiós”. Y éstos
pueden ser llamados así porque, al exteriorizar ya la vida Divina del Dios
Trino, mediante la labor del Espíritu que los ayudó en su transición, han
alcanzado la madurez mediante una vida santa bajo la supervisión del Espíritu
Santo. Y aquí llegamos a la prueba más contundente de que si hay un tiempo y
una condición para ser “Huiós” de Dios el v. 17 dice:
17 Y si Huiós,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con
él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Recibir la promesa de
Huiós, es debido claramente a la filiación. Por lo tanto, debido que somos
“Teknón”, seremos afiliados y Heredero de Dios y coheredero de Cristo como
“Huiós” con la condición exclusiva de que si padecemos los sufrimientos e Cristo juntamente con
Él. En la redención y justificación, el Espíritu del Dios
Triuno, solo nos pedía el poder creer espiritualmente mediante la fe en la obra
de la Deidad para nosotros. Ahora en la filiación, para recibir la promesa, se
nos pide que padezcamos los sufrimientos de Cristo juntamente con Él. Dios
establece condiciones diferentes entre la redención y la filiación, y esto en
verdad parece algo muy normal y natural. Ya hemos visto en qué consisten los
padecimientos de Cristo. Dios exige que todas las obras de los “huiós” tengan su origen en Él, en Su
voluntad para que él pueda tener la supremacía en el corazón del niño en Cristo.
Para conseguir esto objetivo se necesita la obra del lavamiento y de la
regeneración espiritual promovida por el Espíritu. No es una obra que el hombre
pueda participar, pero es una obra que el hombre no tiene que obstaculizar.
Por lo tanto, el
punto mínimo de partida de todos los creyentes es éste: “El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos (teknón) de Dios”. Y si hijos
(teknón), continúa Pablo, también herederos; herederos de Dios y coherederos
con Cristo, si es que…Esta última expresión en condicional “si es que” indica que el paso
de hijos “teknón” a herederos "Huiós". Hay un proceso, que
hay vivir en nuestra experiencia, y un camino que recorrer. ¿Cuál es? El de
padecer juntamente con Cristo, para que juntamente con él seamos glorificados
como “Huiós”. Los padecimientos aquí mencionados son los mismos padecimientos
que Cristo padeció para llegar a ser reconocido por el Padre como huiós en el
Jordán. Son los que se originan como resultado de la obra del Espíritu Santo de
Dios, que consiste en obrar en el Nuevo Hombre para que de este, pueda
aflorar la Vida del Espíritu de Cristo en él, al fin de poder hacer la
voluntad de Dios. Este es el proceso, donde dejamos de andar en la carne, para
aprender a andar en el Espíritu, y esto nos permitirá alcanzar la calidad desde
hijos “niños” a hijos “huiós” de Dios y poder ver la promesa prometidas, ejecutada
en los herederos de Yahweh.
Finalmente, en el
versículo 23 Pablo declara:
“Nosotros también
gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la filiación, la redención de
nuestro cuerpo”.
Según este término la
(huiothesia) tiene también un aspecto futuro: la redención de nuestro cuerpo.
Por consiguiente, la “huiothesia” estará completa no sólo cuando hayamos
aprendido a vivir de acuerdo a la voluntad del Espíritu de Dios en
santidad, sino cuando además se haya producido la redención de nuestro cuerpo,
en la venida de Cristo. La transformación de nuestro cuerpo, que
es la voluntad de Dios, será un día glorioso, que nos dará finalmente la
calidad y facultad plenas para ser herederos de Dios y coherederos con Cristo
de manera completa. Porque como se dice en 1 Cor. 15:50.
“la carne y la
sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la
incorrupción”
COMO FUNCIONA
EL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu Santo
funciona principalmente en tres formas diferentes:
1. En
el griego, en el tiempo AORISTO. Ósea mediante una experiencia
espiritual MOMENTÁNEA.
Hechos 2: 2 Y de
repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el
cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y se les
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos.
4 Y fueron todos
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 4:31 Cuando
hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron
llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Hechos 13:9
Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él
los ojos,
10 dijo: ¡Oh,
lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda
justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?
11 Ahora,
pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el
sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas;
y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.
Son los pasajes
favoritos del movimiento carismático y pentecostal. A pesar de ser unas
experiencias maravillosas, son ciertamente pasajeras. El Glorioso Huiós del Espíritu
de Dios, tiene que aspirar a algo más permanente, y hay dos
maneras, que expresan las escrituras, esta experiencia permanente:
2ª. MEDIANTE
UN ADJETIVO EN LUGAR DE UN VERBO DE ‘LLENO O LLENADO’
DEL ESPÍRITU.
R60 Lucas 4:1
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el
Espíritu al desierto
Hechos 6:3 Buscad,
pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos
del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo
5 Agradó la
propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del
Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a
Nicolás prosélito de Antioquía;
55 Pero Esteban,
lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios,
y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
Hechos 11:24 Porque
era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue
agregada al Señor.
Estos versículos,
todos indican una característica PERMANENTE EN LAS VIDAS DE ESTOS GLORIOSOS
HIJOS DE DIOS. Estado en el cual, el sujeto, está
constantemente bajo del poder del Espíritu Santo, para una vida
santa que pueda glorificar al Señor.
3a. MEDIANTE UN VERBO
INDICATIVO IMPERFECTO VOZ PASIVA que implica UNA ACCIÓN PASADA y que los
sujetos ESTABAN CONTINUADAMENTE SIENDO LLENADOS CON EL ESPÍRITU SANTO
DE UNA MANERA PERMANENTE.
Hechos 13: 52 Y los
discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.
3b. MEDIANTE UN VERBO
IMPERATIVO PRESENTE VOZ PASIVA que implica TAMBIÉN que los sujetos
eran CONTINUADAMENTE LLENADOS CON EL ESPÍRITU SANTO.
Efesio 5:18 No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu,
Vemos que ser llenado
continuamente por el Espíritu Santo no es para hacer milagros o hablar en
lenguas, o dones vistosos tanto de moda en los ambientes
carismáticos hoy en día, más bien, es para hablarse los unos
a los otros con salmos y cánticos espirituales ósea implica una
adoración genuina y una comunión fraternal genuina en ágape.
Otra
cosa importante de notar, es que este verbo está en plural, de allí
aprendemos, que todos los Gloriosos Hijos de Dios, tienen el gozo de saber que
esta situación, puede cumplirse en todos ellos.
Por lo que se refiere
la voz pasiva tenemos que entender que tenemos el gozo de poder permitir al
Espíritu Santo que nos llene, cuando desechamos todos los obstáculos que
existen en nuestras vidas impregnados por la vanidad, la cual, siempre produce,
pecados en nuestra vida.
La vanidad tiene una
multitud de facetas diferente y si pensamos de ser libres de todas ellas,
estamos haciendo un gran error. El mantener alguna de estas actitudes en
nosotros, impedimos al Espíritu Santo de llenarnos con poder. Vamos a ver
algunas de ellas, que yo tengo encontrado en mi vida:
La vanidad puede
consistir a perder de vista la realidad de mi vida y por esto, de ser
inútil en mis fines, sea mundanos sea espirituales, demostrando de ser
arrogante, presuntuoso, envanecido en mi espiritualidad y siendo en realidad
insubsistente del punto de vista del mundo y sin razón o justicia, ni mundana
ni espiritual.
Suelo hablar mucho y
sin sustancia de las cosas espirituales, por ser envanecido/a y por mi falta de
modestia, por ser presumido/a, y sospechoso/a de las intenciones de los otros,
juzgando sin razón, debido que tengo un alto concepto de mí mismo/a. Noto que
soy extravagante y presuntuoso/a en mi manera de ser, intentando influir
desfavorablemente sobre los otros, para producir alteración o mudanza en los
demás, debido a mis esfuerzos, no respetando sus puntos de vistas e
impidiendo al Espíritu Santo de obrar.
También para imponer
gravamen demasiado gravosos a mis hijos y a mi esposa/o, procurando alcanzar
mis metas con ansia y con esfuerzos injustificadas, siendo presuntuoso/a,
demasiado suficiente, vanagloriándome interiormente en lo que hago, demostrando
hacer un vano alarde de mi erudición espiritual, echándome a mí mismo/a,
teniendo una exagerada presunción, debido a mi soberbia, descaro y desfachatez,
dándome importancia de cosas sin valor, y a veces, exagerando en los
sentimientos caballerosos, denotando un fingido orgullo, siendo altanero/a y
soberbio/a.
El quien más tenga,
añada a la lista, que es casi interminable, así amigos míos, y hermanos en
Cristo, escudriñamos nuestros corazones y pidamos la ayuda idónea
para estar en las mejores situaciones de estar siempre lleno del Espíritu Santo
con poder, y para ser más que vencedores comenzando a admitir nuestra total
derrota e incompetencia espiritual.
¿Pero con el saber el
problema, esto se resuelve?
¡No, en absoluto!
Desde la
desesperación de Abraham…. desde el agarro de Jacob… desde la prisión de
José……desde el desierto de Moisés…. desde el vientre del gran pez de
Jonás….desde la locura de Nabucodonosor…. Desde la ceguera de Pablo…
¿Y qué más digo?
Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté,
de David, así como de Samuel y de los profetas;
Se necesita del poder
del Espíritu Santo de Yehoshua, para que algo, algo, algo, algo con
poder, pase en nuestras vidas y esto solo pasa en la experiencia de la filiación.
Cuando, con Su ayuda,
dejaremos atrás la vanidad, y el mundo, nos encontraremos en
las necesidad de Honrar al Rey, y si esto se produce por el poder
del Espíritu Santo, se nos abrirá el camino al don de la humildad en
presente continuo, y su fruto, permitirá al Espíritu Santo de
impartirnos los dones que Él nos tiene preparado antes de la fundación del
mundo y como último recibir el fruto más grande y sublime, el del verdadero
ágape espiritual para la honra y gloria de nuestro Rey, Dios y Salvador
YEHOSHUA, estando no solo en el Espíritu Procesado de Yehoshua,
más también teniendo la Vida de Yehoshua formada en nosotros, con
poder .
15 Porque así dijo el
Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo
habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu,
para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de
los quebrantados.
11 Que pone a los
humildes en altura, Y a los enlutados levanta a seguridad;
4 Porque
Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la
salvación.
6 Humillaos, pues,
bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
14 si se humillare
mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro,
y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
12 Entonces me
dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras;
y a causa de tus palabras yo he venido.
26 Mas al rey de
Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de
Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro,
27 y tu corazón se
conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar
y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y
lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.
4 Así que,
cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los
cielos.
Algunas evidencias de la filiación.
El “huiós”, siempre que está
en comunión con Dios y lleno de manera continua por el Espíritu de Yehoshua,
que consiste en Su Vida y en su Luz en nosotros, siempre es guiado por Él. El
'huiós' está en Romano 8 el 'Teknón' está en romano 7. En Ro. 8:1 dice:
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios”
Según Romanos 8.1, ser guiados por el Espíritu Santo es lo opuesto de andar
“conforme a la carne” La evidencia primera es que los hijos del mundo o los
“Teknón” (A veces), son dominados por la carne, mientras que los Huiós del Espíritu
del Dios Triuno ya afiliados, los ‘Huiós’, son guiados por el Espíritu Santo.
El Espíritu de Yehoshua procesado, siempre da su testimonio, cuando usamos el
‘YO’ como el origen de nuestras obras. En romanos 8.16 Pablo dice:
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios”
Si nos juzgaríamos correctamente, siempre nos daríamos cuenta de lo que en
realidad estamos haciendo. El problema mayor, es que el hombre, es un experto
en auto convencerse, que lo que está haciendo, está bien y es según la voluntad
del Padre, aun cuando no lo es, porque viven bajo la Ley del conocimiento del
bien y del mal y no bajo la Ley de Vida del Espíritu de Cristo procesado. Una
acción puede haber sido la voluntad del Padre hacerla en el pasado, pero esto
no tiene porque que tener validez hoy.
Los que voluntariamente desobedecen a Dios, tienen que confesar por sus
hechos, que no conocen a Dios y, por tanto, no pueden ser sus hijos, en 1 Juan
2:4; se dice:
1
John 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él;
Y en Romano 6:16;
dice:
16
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia?
La palabra niños es normalmente sinónimo de un ser inmaduro, pero hay otras
facetas que tienen los niños pequeños, como la de ser inocentes, no tener
rancor, y confiando siempre en sus padres y en esto se parecen los “huiós” de
Dios. El Señor lo manifestó en Lucas 18:17 que dice:
17
De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no
entrará en él.
Contemple el rostro de un pequeño, indefenso, confiado e inocente bebe, y
entonces verá la imagen del verdadero hijo del Espíritu de Dios.
Una de las evidencias más claras de que somos hijos de Dios es cuando
nuestros corazones se conmueven con ternura y amor por la familia espiritual de
Dios. Nosotros le mostramos al Espíritu del Dios Triuno, nuestro amor, al
amarnos los unos a los otros, cuando seguimos unidos en una fe en Jesucristo,
en toda humildad. En 1 Juan 5.1 se dice:
1
John 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo
aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.
Ser pacificadores es
otra de las características de la Vida del Espíritu de Yehoshua en nosotros. Se
dice en Mateo 5:9:
9
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Hay muchas
características de la Vida de Cristo procesado en nosotros; como último, vamos
a resaltar una que es una piedra de tropiezo por muchos que se quieren llamar
“Huiós” Hijos ya afiliados o “Teknón” hijos justificados que la Vida del Espíritu
de Cristo procesado, lo están trasformando, para poder recibir la calificación
de “Huiós”. La característica es, el amar a nuestros enemigos. Dice en Mateo
5:44-45
44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen;
45
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su
sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Hay centenares de
características de la Vida del Espíritu de Cristo procesado, que están obrando
en los Gloriosos huiós de Dios, todas están expuestas claramente en las
escrituras y a disposición de todos los celosos que quieran conocer más a su
Padre celestial.
Para concluir esta
sección, no podemos olvidar las consecuencias de la vanagloria, que es el
pecado Adámico, y los pecados que se originaron a partir de esto
momento histórico.
Afirmo con
toda claridad, que si los dones espirituales y el buen fruto espiritual,
han desparecidos en la Iglesia, han desparecido debido a
nuestra separación con el Espíritu del Dios Triuno, la cual ha sido producida
por la vanagloria, el cual efecto, es el pecado, lo cual siempre produce
la separación desde el Espíritu del Yahweh Triuno.
El poder en la
Iglesia nominal ha desparecido desde los tiempos que los Apóstoles
murieron, a consecuencia de TODOS los pecados voluntarios producidos
y permitidos por los ministros de nuestras iglesias.
Estos pecados
voluntarios, son producidos por personas tal vez iluminadas, pero todavía
colocadas antes de la cruz, pero aceptadas como hermanos, o creyentes
justificados pero todavía no afiliados en la familia de Dios, los cuales sin el
poder de la Vida del Espíritu de Yehoshua procesado en ellos, son también
expuestos a ceder antes las tentaciones que siempre propone Satanás o ceder a
pecados producidos por su misma debilitad natural.
De la misma manera, de
todos ellos, desparecieron los dones, la plenitud del fruto
del Espíritu Santo y despareció el poder del Espíritu Santo,
o por falta de conocimiento, o por falta de fe espiritual.
Por estos motivos,
el Espíritu Santo de Yehoshua procesado, ya NO ESTÁ sobre la iglesia,
porqué la iglesia que tenemos en estos últimos tiempos, NO ES LA
IGLESIA DE CRISTO. El PODER que está sobre la iglesia de hoy, es el PODER DEL
PECADO, que la gran mayoría de los ministros actuales, hacen prosperar,
dando su visto bueno.
¿Quieres ser lleno
del poder del Espíritu Santo de manera permanente y producir
abundantemente el fruto del Espíritu Santo mediante la Vida del Espíritu
de Yehoshua procesado en ti, y recibir dones desde lo alto?
Respuesta: Con toda
humildad honra a Yahweh y reconoce TODAS tus faltas, reconoce tu incapacidad
absoluta en el ámbito espiritual y declara al Altísimo tu
sitio, si es antes o después de la cruz.
Declara, en cada caso, que sigue con la absoluta necesitad, en todo,
de su presencia, para vivir con un corazón puro, por el poder del Espíritu Santo
en ti, para desechar todo lo que Él ilumina, y para dejar al Espíritu de Gloria
ser formado en tu corazón.
Pide al Espíritu del
Yahweh Triuno, su misericordia sobre ti, para una vida santa y con poder, SIN
PECADOS VOLUNTARIOS.
Pide que por su
misericordia y amor pueda producir en ti, un buen fruto, mediante la
Luz y Vida del Espíritu de Yehoshua procesado en ti, para tener las arras
necesarias, para glorificarlo, y para servirlo con gozo a Él y al
próximo. No te esperes nada en particular, deja al Señor que decida
cuándo, dónde y cómo quiere manifestarse en tu vida con poder. Déjale bien
claro en tu oración, que prefiere morir y vivir una vida eterna sin él, que
seguir viviendo una vida inútil en este mundo, que no tenga
consecuencias eternas, que sería maravilloso poder tener el honor de
servirle para su gloria, si así lo predestinó Él, antes de la
fundación del mundo.
SE LUZ EN LA IGLESIA
DONDE EL SEÑOR TE HA PUESTO, PORQUÉ PUEDE SER UNOS DE LOS ESCOGIDOS/AS DEL
ESPÍRITU DEL YAHWEH TRIUNO EN ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS, PARA
TESTIFICAR AL MUNDO SU PODER.
¿QUE TE PARECE Y QUE
VA HACER AL RESPECTO?
ARMANDO ZANOLLA
Berlín, el 1 de Enero
del 2013
Revisado el 18 de
Julio del 2014