viernes, 24 de enero de 2014

HÁGASE LA VOLUNTAD DEL SEÑOR

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

SI QUIERE SUBIR UNA CARTA DE AMOR ENVÍA UN E-MAIL A: azanolla5@gmail.com

'UNA CARTA DE AMOR'


HÁGASE LA VOLUNTAD DEL SEÑOR Tou/ kuri,ou to. qe,lhma gine,sqwÅ

LECTURAS BIBLICAS:  Mt. 11:29-30. Jn. 15:15. Ef. 5:17

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;.
 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

1.      Para poder expresar luz y la vida de Cristo y su voluntad, tenemos que haber sido  consagrados a Dios.
2.      Para ser consagrados a Dios tenemos que llegar a tener Cristo formado en nosotros.
3.      Para tener Cristo formado en nosotros tenemos que tener completamente regenerado nuestro corazón. (Espíritu, alma, mente, voluntad, emociones, sentimientos, consciencia)
4.      Para tener nuestro corazón completamente regenerado tenemos que haber sido insertado en el nuevo hombre y haber dejado que la luz, y la vida de Cristo, pudiera regenerar todo nuestro corazón.
5.      Para poder ser insertado en Cristo, tenemos que haber sido cortados del sistema del mundo redimidos y justificados.
6.      Para haber sido cortados del mundo tenemos que haber creído espiritualmente en el nuevo pacto.

Billones de billones de personas, mueren sin conocer aún en parte el Espíritu de Dios, y el propósito de vivir en esta tierra.
Millones y millones de hijos de Dios, llegan fácilmente al punto no. 4.
Solo miles de miles de huiós de Dios, llegan al punto No. 1.
La piedra de tropiezo es el punto número 3. Hasta que no se pide algo concreto al hombre, este fácilmente acepta, todo lo que se le propone. Los hombres son leales, hasta que ya no le conviene, entonces te abandonan. En el momento que se le pide algo más personal, y que les costa, ya no le es tan fácil seguir adelante y vuelven a su vomito.
La entrega total para muchos, es imposible, y esto es debido a la falta de humildad y mansedumbre, porque para estas personas, requiere sacrificio. Para estos ciertamente sacrificios, para el huiós de Dios que está creciendo, ciertamente es un honor.
En el momento de haber sido insertado en Cristo, el Espíritu puede fácilmente tomar posesión del espíritu del hombre, y su deseo es comenzar el lavamiento espiritual y la regeneración de todo el corazón, lo más antes posible.
En vanidad hemos nacidos, ahora el hijo de Dios es llamado a dejar de lado esta vanidad en todas sus formas. Más esto suceda, más el Espíritu puede avanzar en el corazón del hombre.
¿En que consiste esta vanidad en mí que necesita  menguar, para que crezca Cristo en mí?

Vamos a dar una pinceladita.
La vanidad produce una falta de la realidad, y hacen vacíos los desenlaces diarios.
La vanidad es arrogante, presuntuosa, envanecida en su propia espiritualidad.
La vanidad produce  insubsistencia del punto de vista del mundo y sin razón de justicia, ni mundana ni espiritual, debido que uno habla mucho, y sin real contenido, de las cosas espirituales o de los hechos del mundo.
La vanidad envanece, por falta de modestia y por ser presuntuosa.
La vanidad hace uno sospechoso de las intenciones de los otros.
La vanidad juzga sin razón, debido que hace que uno tenga un alto concepto de mí mismo.
La vanidad es extravagante y presuntuosa en su manera de ser, debido que intenta en influir desfavorablemente sobre los otros, para producir una alteración o mudanza o reacción, según sus propias ideas.
La vanidad impone un gravamen demasiado gravosos sobres los seres más queridos, los hijos y la  esposa, en materias religiosas, de educación o de la vida.
La vanidad procura metas, con un ansia de logros injustificados.
La vanidad es creída, demasiado suficiente, se alaba en sobremanera, es vanagloriosa en sus logros, demostrando hacer un vano alarde de su erudición, anchando a uno mismo, y produciendo una exagerada inmodestia, debido a la soberbia, descaro y desfachatez.
La vanidad da importancia a cosas, sin importancia.
La vanidad, exagera en los sentimientos caballerosos, denotando un fingido orgullo, haciendo uno altanero y soberbio.
Esta es solo una pinceladita del contenido de la vanidad del hombre.
Todo esto tiene que menguar si queremos que el Espíritu crezca en nuestro corazón.
El Espíritu, puede progresar fácilmente en el espíritu del hombre, pero, para llegar a todas las partes del corazón,  no le es posible adelantar en él tan fácilmente, si antes, la voluntad del hombre, es igual a la del Espíritu y esto para salvaguardar el libre albedrio del hombre. Este tiene que dar las espaldas voluntariamente a su vanidad, y dejar que el Espíritu haga avanzar la vida de Cristo en Él.
Debido que en la gran mayoría de los casos, esta no es la realidad, millones de millones de hijos, se quedan atrás, sin poder nunca saber, en todas sus vidas, cual es la voluntad de Dios, para ellos y poder entrar a hacer parte del plan de Dios en la creación.
Todos ellos, tienen una cierta Luz y una cierta Vida en su corazón, pero no le es suficiente, para  tener Cristo formado en ellos.  Es por esto que nunca, podrán ser consagrados a Dios, en su experiencia personal, ni podrán hacer parte permanente, del nuevo hombre.
La vida y la luz del Espíritu, tienen como su objetivo, el tomar posesión de todo el corazón del hombre, también conocido como el ‘hombre exterior’, para que, esta luz y esta vida, pueda desechar primero toda vanidad, para poder en la experiencia expresar Cristo al mundo, con el fin de recobrar el Reino de Dios perdido por causa del hombre.
Es una pena, que el Espíritu, posea el espíritu del hombre, y que, no pueda pisar el terreno del alma, de la mente, de la voluntad, de las emociones, de los sentimientos, y de la consciencia al mismo tiempo, en la experiencia.
La única manera, para que el Espíritu, pueda progresar en la vida espiritual del niños en Cristo, es cuando su voluntad, es sumisa a la voluntad del Espíritu teniendo tolerancia ‘Zero’ en el campo de la vanidad desde el lado negativo, y expresando la vida de Cristo con humildad y amor, del lado positivo.
Es por esto, que millones de millones, a pesar de tener vida eterna, el Espíritu, nunca ha podido tocar, el terreno personal del hombre exterior, su alma, su mente, su voluntad, sus emociones, sus sentimientos, y su consciencia de la misma forma que lo hizo con su hombre interior, donde la vanidad tiene su trono.
De todas las partes del hombre exterior, la más importante para una progresión espiritual, es la voluntad. Muchos niños en Cristo, se acercan al Señor, mediante su mente, sus emociones, y sus sentimientos. Estos acercamientos son como pisar una tierra prohibida, árida, y llenas de pedregales y espinos, que solo puede producir, madera, heno, o hojarasca, que no sirven en nada, para una progresión espiritual y un día solo serán quemado por el fuego.
Llegar a lo status de huiós en Cristo, también no es suficiente. Si un huiós de Dios, no sigue usando su voluntad en sumisión a la voluntad del Espíritu, no podrá crecer y no podrá producir el buen fruto, debido que no podrá conocer la voluntad del Espíritu. No conociendo la voluntad del Espíritu, el huiós, no podrá, someterse a ella.
La mayoría de las personas, que no conocen la voluntad del Espíritu, son guiadas en sus vidas, por su intelecto, su mente, sus emociones y sus sentimientos y de esta manera solo pueden satisfacer estas partes de su corazón, y no al Espíritu.
Tenemos que usar nuestra voluntad, en sumisión al Espíritu, para tener una conexión segura, con la luz y la vida de Cristo en nosotros. Solo mediante una voluntad sumisa en humildad y mansedumbre, es posible hacer que el Espíritu pueda avanzar en nuestro hombre exterior. Donde ha humildad, no puede haber vanidad.
No podemos inculpar al Señor, por qué, no conocemos Su voluntad.
En el momento que miramos a nuestro alrededor, con humildad y mansedumbre, encontraremos allí, la voluntad del Espíritu para nosotros. Así que no podemos tener excusas. El Espíritu puede impartir dones espirituales aun antes de la cruz para iluminar al mundo.
La humildad y la mansedumbre, son dones espirituales. Estos, están a mí y a tu disposición, en cada momento del día. Si decides usarlos mediante tu voluntad, no son solo relegados a una situación de antes de la cruz, más en todo momento de tu vida, teniendo consciencia que son dones espirituales y que se originan en el Espíritu.
Es necesario que nuestro libre albedrío, tenga que hacer, lo que la Luz nos hace ver, y lo que la vida de Cristo nos hace ver. Nuestra libertad, que es el libre albedrío, tiene que seguir las direcciones del Espíritu si quiere progresar en la vida espiritual.
Si podemos sometemos, a estas orientaciones espirituales, no solo podremos conocer la voluntad del Espíritu, mas también crecer espiritualmente y producir el buen fruto.
Si alguien se pregunta de cómo se puede conocer la voluntad del Espíritu, es que probablemente nunca la tiene conocido. Si uno la tiene conocido una vez, ya conoce el camino hacia a ella y  ‘su yugo será fácil, y ligera su carga.’
Una vez que aprendamos a seguir la senda de la humildad y la mansedumbre, en amor, llegar a conocela voluntad del Señor es fácil, porque su carga es ligera.
Pregunta: ¿Quién es apto para conocer la voluntad del Señor?
Respuesta: Todos los que han recibido en su corazón les dones de la humildad y de la mansedumbre en amor, como su don espiritual y han pasados por los puntos mencionados antecedentemente.
La humildad y la mansedumbre, son dones, para ser usados por una voluntad sumisa al Espíritu. Esta actitud produce el verdadero ágape espiritual. Si como niños en Cristo o como Huiós de Dios, dejamos de usar estos dones, inmediatamente perderemos el privilegio de conocer en su íntimo, la voluntad del Señor para nosotros; nos estanqueremos, y no volveremos estériles.
Cuando el Señor nos consagra, consagra todo nuestro ser, inclusivo nuestra voluntad. Un huiós consagrado, tiene su voluntad sumisa a la voluntad del Espíritu en toda humildad y mansedumbre, y es así, que crece y lleva fruto en amor.
Cuando conocemos las voluntad del Espíritu, no tenemos que poner nuestros ojos, en lo que estamos haciendo, nuestros ojos, nuestra boca, nuestros oídos, nuestros sistemas olfativos tiene que estar enfocados, solo a la luz que nos ilumina, y la vida que estamos recibiendo. Si quitamos nuestra mirada de Cristo ya nuestra obra viene a ser más importante que Cristo, y perderemos su dirección. nos estanqueremos y será imposible avanzar
La luz y la vida de Cristo, nos hacen ver en profundidad nuestra vanidad. Viendo esta miserable verdad, en nosotros, tenemos que estar dispuesto, que la vida de Cristo, nos lave y nos regenere todo nuestro hombre exterior, para que no existan obstáculos en nuestro camino espiritual.
Un pequeño obstáculo, tiene el poder para incomunicar esta luz y esta vida. Cualquier obra, que pongamos delante de nuestros ojos, impedirá completamente nuestra visión. Si usted está buscando la voluntad del Señor, y no la encuentra, no trate de mirar por aquí o por allá, con la esperanza de encontrarla. Mire en su corazón, y deje en toda humildad y mansedumbre, que la luz de Cristo, lo ilumine, y verá clara, la voluntad del Espíritu para Usted.
Solo eliminando todos los obstáculos entre usted y el Espíritu, podrá usted, estar en una situación, de humildad y mansedumbre y amor, delante del Espíritu. Los obstáculos, son las arma que usa el enemigo, para congelar nuestro corazón e impedir nuestro crecimiento espiritual.
A pesar que Dios, tiene su camino específico, para que sus hijos, conozcan su voluntad, las leyes del Espíritu son fijas. Él puede usar cualquier sea, de los advenimientos cotidianos, que tenemos que afrontar cada día, para impartirnos más luz y más vida.
Si estemos atentos, a todo lo que pasa a nuestro alrededor, aprendamos a reconocer la dirección del Espíritu, justo alrededor nuestro. Dejemos atrás, los obstáculos, que la Luz y la vida de Cristo nos ilumina,  sometámonos con humildad y mansedumbre al Espíritu y nuestro yugo ‘será  fácil, y nuestra carga ligera, si mantenemos nuestros ojos fijo en Él encontraremos el amor.

¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER LA RESPECTO?

Berlín el 23 de enero del 2014
Revisión Berlín el 25 de enero del 2014

Armando Zanolla





No hay comentarios:

Publicar un comentario