YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
He will establish the Kingdom
of God in this world.
ARE YOU READY???
SI QUIERE SUBIR UNA CARTA DE AMOR ENVÍA UN E-MAIL A: azanolla5@gmail.com
'UNA CARTA DE AMOR'
YEHOSHUA AGAIN.
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of God in this world.
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'UNA CARTA DE AMOR'
HÁGASE LA VOLUNTAD DEL
SEÑOR - Tou/
kuri,ou to. qe,lhma gine,sqwÅ
LECTURAS BIBLICAS: Mt.
11:29-30. Jn. 15:15. Ef. 5:17
29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;.
30 porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga.
15 Ya no os llamaré siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
17 Por tanto, no seáis insensatos,
sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
1. Para
poder expresar luz y la vida de Cristo y su voluntad, tenemos que haber sido consagrados a Dios.
2. Para
ser consagrados a Dios tenemos que llegar a tener Cristo formado en nosotros.
3. Para
tener Cristo formado en nosotros tenemos que tener completamente regenerado
nuestro corazón. (Espíritu, alma, mente, voluntad, emociones, sentimientos,
consciencia)
4. Para
tener nuestro corazón completamente regenerado tenemos que haber sido insertado
en el nuevo hombre y haber dejado que la luz, y la vida de Cristo, pudiera
regenerar todo nuestro corazón.
5. Para
poder ser insertado en Cristo, tenemos que haber sido cortados del sistema del
mundo redimidos y justificados.
6. Para
haber sido cortados del mundo tenemos que haber creído espiritualmente en el
nuevo pacto.
Billones de billones de personas, mueren
sin conocer aún en parte el Espíritu de Dios, y el propósito de vivir en esta
tierra.
Millones y millones de hijos de Dios,
llegan fácilmente al punto no. 4.
Solo miles de miles de huiós de Dios,
llegan al punto No. 1.
La piedra de tropiezo es el punto número
3. Hasta que no se pide algo concreto al hombre, este fácilmente acepta, todo
lo que se le propone. Los hombres son leales, hasta que ya no le conviene,
entonces te abandonan. En el momento que se le pide algo más personal, y que
les costa, ya no le es tan fácil seguir adelante y vuelven a su vomito.
La entrega total para muchos, es
imposible, y esto es debido a la falta de humildad y mansedumbre, porque para
estas personas, requiere sacrificio. Para estos ciertamente sacrificios, para
el huiós de Dios que está creciendo, ciertamente es un honor.
En el momento de haber sido insertado en
Cristo, el Espíritu puede fácilmente tomar posesión del espíritu del hombre, y
su deseo es comenzar el lavamiento espiritual y la regeneración de todo el
corazón, lo más antes posible.
En vanidad hemos nacidos, ahora el hijo
de Dios es llamado a dejar de lado esta vanidad en todas sus formas. Más esto
suceda, más el Espíritu puede avanzar en el corazón del hombre.
¿En que consiste esta vanidad en mí que
necesita menguar, para que crezca Cristo
en mí?
Vamos a dar una pinceladita.
La vanidad produce una falta de la realidad, y hacen vacíos los
desenlaces diarios.
La
vanidad es arrogante, presuntuosa, envanecida en su propia espiritualidad.
La
vanidad produce insubsistencia del punto
de vista del mundo y sin razón de justicia, ni mundana ni espiritual, debido
que uno habla mucho, y sin real contenido, de las cosas espirituales o de los
hechos del mundo.
La
vanidad envanece, por falta de modestia y por ser presuntuosa.
La
vanidad hace uno sospechoso de las intenciones de los otros.
La
vanidad juzga sin razón, debido que hace que uno tenga un alto concepto de mí
mismo.
La
vanidad es extravagante y presuntuosa en su manera de ser, debido que intenta
en influir desfavorablemente sobre los otros, para producir una alteración o
mudanza o reacción, según sus propias ideas.
La
vanidad impone un gravamen demasiado gravosos sobres los seres más queridos,
los hijos y la esposa, en materias
religiosas, de educación o de la vida.
La
vanidad procura metas, con un ansia de logros injustificados.
La
vanidad es creída, demasiado suficiente, se alaba en sobremanera, es vanagloriosa
en sus logros, demostrando hacer un vano alarde de su erudición, anchando a uno
mismo, y produciendo una exagerada inmodestia, debido a la soberbia, descaro y
desfachatez.
La
vanidad da importancia a cosas, sin importancia.
La
vanidad, exagera en los sentimientos caballerosos, denotando un fingido
orgullo, haciendo uno altanero y soberbio.
Esta
es solo una pinceladita del contenido de la vanidad del hombre.
Todo
esto tiene que menguar si queremos que el Espíritu crezca en nuestro corazón.
El Espíritu, puede progresar fácilmente en
el espíritu del hombre, pero, para llegar a todas las partes del
corazón, no le es posible adelantar en él tan fácilmente, si antes,
la voluntad del hombre, es igual a la del Espíritu y esto para salvaguardar el
libre albedrio del hombre. Este tiene que dar las espaldas voluntariamente a su
vanidad, y dejar que el Espíritu haga avanzar la vida de Cristo en Él.
Debido que en la gran mayoría de los
casos, esta no es la realidad, millones de millones de hijos, se quedan atrás,
sin poder nunca saber, en todas sus vidas, cual es la voluntad de Dios, para
ellos y poder entrar a hacer parte del plan de Dios en la creación.
Todos ellos, tienen una cierta Luz y una
cierta Vida en su corazón, pero no le es suficiente, para tener
Cristo formado en ellos. Es por esto que nunca, podrán ser
consagrados a Dios, en su experiencia personal, ni podrán hacer parte
permanente, del nuevo hombre.
La vida y la luz del Espíritu, tienen
como su objetivo, el tomar posesión de todo el corazón del hombre, también
conocido como el ‘hombre exterior’, para que, esta luz y esta vida, pueda desechar
primero toda vanidad, para poder en la experiencia expresar Cristo al mundo,
con el fin de recobrar el Reino de Dios perdido por causa del hombre.
Es una pena, que el Espíritu, posea el
espíritu del hombre, y que, no pueda pisar el terreno del alma, de la mente, de
la voluntad, de las emociones, de los sentimientos, y de la consciencia al
mismo tiempo, en la experiencia.
La única manera, para que el Espíritu,
pueda progresar en la vida espiritual del niños en Cristo, es cuando su voluntad,
es sumisa a la voluntad del Espíritu teniendo tolerancia ‘Zero’ en el campo de
la vanidad desde el lado negativo, y expresando la vida de Cristo con humildad
y amor, del lado positivo.
Es por esto, que millones de millones, a
pesar de tener vida eterna, el Espíritu, nunca ha podido tocar, el terreno
personal del hombre exterior, su alma, su mente, su voluntad, sus emociones,
sus sentimientos, y su consciencia de la misma forma que lo hizo con su hombre
interior, donde la vanidad tiene su trono.
De todas las partes del hombre exterior,
la más importante para una progresión espiritual, es la voluntad. Muchos niños
en Cristo, se acercan al Señor, mediante su mente, sus emociones, y sus
sentimientos. Estos acercamientos son como pisar una tierra prohibida, árida, y
llenas de pedregales y espinos, que solo puede producir, madera, heno, o
hojarasca, que no sirven en nada, para una progresión espiritual y un día solo
serán quemado por el fuego.
Llegar a lo status de huiós en Cristo,
también no es suficiente. Si un huiós de Dios, no sigue usando su voluntad en
sumisión a la voluntad del Espíritu, no podrá crecer y no podrá producir el
buen fruto, debido que no podrá conocer la voluntad del Espíritu. No conociendo
la voluntad del Espíritu, el huiós, no podrá, someterse a ella.
La mayoría de las personas, que no
conocen la voluntad del Espíritu, son guiadas en sus vidas, por su intelecto,
su mente, sus emociones y sus sentimientos y de esta manera solo pueden
satisfacer estas partes de su corazón, y no al Espíritu.
Tenemos que usar nuestra voluntad, en
sumisión al Espíritu, para tener una conexión segura, con la luz y la vida de
Cristo en nosotros. Solo mediante una voluntad sumisa en humildad y
mansedumbre, es posible hacer que el Espíritu pueda avanzar en nuestro hombre
exterior. Donde ha humildad, no puede haber vanidad.
No podemos inculpar al Señor, por qué,
no conocemos Su voluntad.
En el momento que miramos a nuestro
alrededor, con humildad y mansedumbre, encontraremos allí, la voluntad del
Espíritu para nosotros. Así que no podemos tener excusas. El Espíritu puede
impartir dones espirituales aun antes de la cruz para iluminar al mundo.
La humildad y la mansedumbre, son dones
espirituales. Estos, están a mí y a tu disposición, en cada momento del día. Si
decides usarlos mediante tu voluntad, no son solo relegados a una situación de
antes de la cruz, más en todo momento de tu vida, teniendo consciencia que son
dones espirituales y que se originan en el Espíritu.
Es necesario que nuestro libre albedrío,
tenga que hacer, lo que la Luz nos hace ver, y lo que la vida de Cristo nos
hace ver. Nuestra libertad, que es el libre albedrío, tiene que seguir las
direcciones del Espíritu si quiere progresar en la vida espiritual.
Si podemos sometemos, a estas
orientaciones espirituales, no solo podremos conocer la voluntad del Espíritu,
mas también crecer espiritualmente y producir el buen fruto.
Si alguien se pregunta de cómo se puede
conocer la voluntad del Espíritu, es que probablemente nunca la tiene conocido.
Si uno la tiene conocido una vez, ya conoce el camino hacia a ella y ‘su yugo será
fácil, y ligera su carga.’
Una vez que aprendamos a seguir la senda
de la humildad y la mansedumbre, en amor, llegar a conocer la
voluntad del Señor es fácil, porque su carga es ligera.
Pregunta: ¿Quién es apto para conocer la
voluntad del Señor?
Respuesta: Todos los que han recibido en
su corazón les dones de la humildad y de la mansedumbre en amor, como su don
espiritual y han pasados por los puntos mencionados antecedentemente.
La humildad y la mansedumbre, son dones,
para ser usados por una voluntad sumisa al Espíritu. Esta actitud produce el
verdadero ágape espiritual. Si como niños en Cristo o como Huiós de Dios,
dejamos de usar estos dones, inmediatamente perderemos el privilegio de conocer
en su íntimo, la voluntad del Señor para nosotros; nos estanqueremos, y no volveremos
estériles.
Cuando el Señor nos consagra, consagra
todo nuestro ser, inclusivo nuestra voluntad. Un huiós consagrado, tiene su
voluntad sumisa a la voluntad del Espíritu en toda humildad y mansedumbre, y es
así, que crece y lleva fruto en amor.
Cuando conocemos las voluntad del
Espíritu, no tenemos que poner nuestros ojos, en lo que estamos haciendo,
nuestros ojos, nuestra boca, nuestros oídos, nuestros sistemas olfativos tiene
que estar enfocados, solo a la luz que nos ilumina, y la vida que estamos
recibiendo. Si quitamos nuestra mirada de Cristo ya nuestra obra viene a ser
más importante que Cristo, y perderemos su dirección. nos estanqueremos y será
imposible avanzar
La luz y la vida de Cristo, nos hacen
ver en profundidad nuestra vanidad. Viendo esta miserable verdad, en nosotros,
tenemos que estar dispuesto, que la vida de Cristo, nos lave y nos regenere
todo nuestro hombre exterior, para que no existan obstáculos en nuestro camino
espiritual.
Un pequeño obstáculo, tiene el poder
para incomunicar esta luz y esta vida. Cualquier obra, que pongamos delante de
nuestros ojos, impedirá completamente nuestra visión. Si usted está buscando la
voluntad del Señor, y no la encuentra, no trate de mirar por aquí o por allá,
con la esperanza de encontrarla. Mire en su corazón, y deje en toda humildad y
mansedumbre, que la luz de Cristo, lo ilumine, y verá clara, la voluntad del
Espíritu para Usted.
Solo eliminando todos los obstáculos
entre usted y el Espíritu, podrá usted, estar en una situación, de humildad y
mansedumbre y amor, delante del Espíritu. Los obstáculos, son las arma que usa
el enemigo, para congelar nuestro corazón e impedir nuestro crecimiento
espiritual.
A pesar que Dios, tiene su camino
específico, para que sus hijos, conozcan su voluntad, las leyes del Espíritu
son fijas. Él puede usar cualquier sea, de los advenimientos cotidianos,
que tenemos que afrontar cada día, para impartirnos más luz y más vida.
Si estemos atentos, a todo lo que pasa a
nuestro alrededor, aprendamos a reconocer la dirección del Espíritu, justo
alrededor nuestro. Dejemos atrás, los obstáculos, que la Luz y la vida de
Cristo nos ilumina, sometámonos con humildad y mansedumbre al
Espíritu y nuestro yugo ‘será fácil, y nuestra carga ligera, si
mantenemos nuestros ojos fijo en Él encontraremos el amor.
¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER LA
RESPECTO?
Berlín el 23 de enero del 2014
Revisión Berlín el 25 de enero del 2014
Armando Zanolla
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