YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
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of God in this world.
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DE HUIÓS EN CRISTO, A HUIÓS CON FRUTO - La paidei,a ‘paideia’ del Huiós de Dios -
LETURAS BIBLICAS Heb. 12:3-13; Jeremías
48:11
Heb. 12: 3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores
contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
4 Porque aún no habéis resistido
hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
5 y habéis ya olvidado la
exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies
la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
6 Porque el Señor al que ama,
disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
7 Si soportáis la disciplina, Dios
os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no
disciplina?
8 Pero si se os deja sin disciplina,
de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
9 Por otra parte, tuvimos a nuestros
padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no
obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10 Y aquéllos, ciertamente por pocos
días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.
11 Es verdad que ninguna disciplina
al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto
apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
12 Por lo cual, levantad las manos
caídas y las rodillas paralizadas;
13 y haced sendas derechas para
vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
Jer.
48:11 Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado
reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio;
por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado.
12 Por eso vienen días, ha dicho Jehová, en
que yo le enviaré trasvasadores que le trasvasarán; y vaciarán sus vasijas, y
romperán sus odres.
13 Y se avergonzará Moab de Quemos, como la
casa de Israel se avergonzó de Bet-el, su confianza.
EL CAMINO DEL
HUIÓS EN CRISTO
El niño en el
Espíritu de Cristo procesado, al llegar a la huiothesia, nunca tiene que pensar
que su vida, como huiós del Espíritu del Dios Triuno, va a ser más fácil. Como
niño en el Espíritu de Cristo, el Espíritu lo reprendía, mediante un castigo,
para evidenciar su vanagloria. El Espíritu estaba enfocado a proveer
corrección, por algo que él había hecho en el pasado.
Al haber el
niño en Cristo, cambiado del status, a
huiós de Dios, se le abre para el Espíritu, un nuevo campo de acción, que más
bien, está enfocado a la prevención, a la exhortación, a la instrucción, a la
educación, a cultivar la nueva mente, en la Vida del Espíritu de Cristo
procesado, que vive en el en supremacía,
en su nuevo corazón, para que la Vida del Espíritu de Cristo procesado , puedan
verse cumplidas en su experiencia diaria.
La labor del
Espíritu Vivificante, siempre produce sufrimientos, angustias, amarguras, y
ansiedades, en un creyente en el Espíritu de Cristo, debido a las muchas
pruebas y persecuciones que es sometido, por las circunstancias de la vida. Su
labor no solo consiste en la lucha en contra el bien y el mal, más bien, en
hacer de manera consistente, en todos sus acontecimientos cuotidianos, que la Vida
del Espíritu de Cristo en él, tenga la supremacía en su corazón.
El apóstol,
en Hebreos 12:4, nos consola, haciéndonos notar que en nuestra lucha, todavía
no hemos resistido como nuestro Señor, el cual si, resistió, hasta derramar Su
sangre.
Así aun, como
huiós de Dios, nunca debemos alimentar una esperanza de Vida, fácil, cómoda, o
placentera. Deberíamos instruir a todos los que están en el Espíritu de Cristo
procesado, que su futuro, estará repleto de sufrimientos, angustias y
desconsuelos, permitidos en su Vida, por el Soberano. Es por esto motivo, que
nunca tenemos que lloriquear, cuando nos llega cualquiera sea situación
difícil. Esto es debido que seguramente la necesitamos, para aprender a dejar
al Espíritu de Cristo procesado a manejarla, y no nosotros.
Muchos
hermanos, consideran las dificultades y sufrimientos como algo normal en sus
vidas, dice: ‘Pues esta es la vida’, de modo, que les pasa inadvertida las
lecciones que el Señor les prepara.
Otros se
desfallecen, cuando son reprendidos por el Señor, y lloran desconsolados,
pensando que la Vida cristiana es muy difícil y aun imposible.
Ambas
actitudes son equivocadas, debido que no ven el propósito del Espíritu
Vivificante, detrás de los advenimientos. Pasan los días, y los años, dejando
pasar inadvertidamente, todas sus experiencias, solucionándolas de la mejor manera
que ellos piensan, correcta, impidiendo así, que el Espíritu de Cristo
procesado, pueda hacerlos crecer y producir fruto. Debemos reconocer en todo
momento, que todas nuestras situaciones, siempre tiene detrás, el propósito
Divino que quiere poner en evidencia nuestra vanagloria, para ser desechada
mediante la fe en los méritos de Cristo, para que el Espíritu Vivificante pueda
avanzar en nuestro corazón.
En Hebreos 12:6 el
apóstol, muestra el propósito por el cual el Espíritu de Dios, nos quiere
instruir. Dios, no puede disciplinar
a la gente del mundo, debido que estos, no conocen las cosas del Espíritu, y no
la pueden comprender. El Espíritu Vivificante, corrige e instruye, a sus niños, y a sus huiós,
debido al amor sobreabundante que tiene para ellos.
Detrás de la
corrección, siempre se maneja el amor Divino, un amor que solo puede ser encontrado
en el Espíritu de Cristo procesado,
cuando este es formado en nuestros corazones.
El Espíritu de
Cristo es la cabeza del Nuevo Hombre, y todos sus huiós viven de su Vida. El
propósito de amor del Dios Triuno, es que sus huiós, puedan vivir en sus
experiencias, la Vida del Espíritu de Cristo,
esto, es el designo final del Soberano, para el Nuevo Hombre en esta
tierra.
Es deber de cada
ministro competente del Espíritu del Dios Triuno, instruir a los que han nacido
de nuevo, como niños en el Espíritu de Cristo y a los nuevos huiós, que el
Eterno, ha preparado nuestra nueva Vida, llena de experiencia Espirituales
prácticas, tomando todas las medidas oportunas, con el propósito que su plan
majestico, pueda ser llevado a cabo. Como ‘hijos legítimos’, es nuestro deber
reconocer la mano de Dios, detrás de cada experiencia, sea buena, sea mala,
porque todo, hace parte de un plan bien ordenado.
Cuando somos
heridos por las circunstancias de la vida, tenemos que estar más que gozosos,
debido que estamos aprendiendo algos sumamente importante para nosotros, y que
normalmente, es desechar la ‘savia del olivo silvestre, y aprender a dejar
obrar, la savia del buen olivo’. Es por esto, que solo los hijos del Espíritu
de Dios, pueden participar de esta educación especial, que reciben, desde el
momento de ser insertados en el buen olivo, hasta nuestra muerte física. Él
Espíritu, siempre trabaja sin cesar, en toda nuestra vida, para obtener Su
propósito, producir fruto para la gloria del Padre.
Los hijos del
Espíritu de Dios, sufren una gran pérdida, si no se percatan, del plan que
tiene el Espíritu, para ellos. Millones de millones no perciben este plan, y le
es imposible avanzar. Andan según sus propios deseos, y vagan por el desierto,
de la misma manera que lo hizo Israel, murmurando y maldiciendo su Creador y
sus guías espirituales. Solo unos miles de miles, sabrán reconocer, que atrás
de sus experiencias, está el Espíritu del Dios Triuno, con un plan bien
definido, y sabrán aprovecharlo para Su Gloria, produciendo el buen fruto.
Hay dos maneras de conocer al
Señor. Mediante la primera, usted puede alcanzar un conocimiento intelectual de
él, al leer sobre Él, durante decenas y decenas de años, las Escrituras.
Mediante la segunda manera, puede
conocerlo con un conocimiento interno e íntimo, en su corazón, cuando Él, le
concede la revelación de sí mismo, mediante el lavamiento y la regeneración
experimental, en el momento de tener el Espíritu de Cristo formado en nuestro
ser.
Muchos hijos han leído la Palabra
de Dios, al punto de conocer toda su Vida; aun así, les falta el conocimiento
del Señor que viene mediante una iluminación interior promovida por el Espíritu
Vivificante formado en nosotros. Hay miles de miles que lo conocen íntimamente,
no sólo intelectualmente, sino que Espiritualmente, porque él abrió los ojos de
sus corazones. Esto son sus huiós preciosos y más amados, que estuvieron atento
a su revelación, y a su disciplina, las percibieron y las hicieron parte
integra de su nuevas Vidas. Tenemos la biblia, pero sin revelación Divina,
nunca conoceremos al Eterno. Lo podemos conocer en la carne, intelectualmente,
pero necesitamos revelación Espiritual, para conocerlo íntimamente en nuestro
corazón.
La ‘paideia’ de Dios, no
es algo especial, que Él permite, para enseñarte a promover en ti un
conocimiento interno de Él. Sencillamente, es lo que tenemos normalmente que
afrontar, cada día de nuestras vidas: palabra alteras, caras ásperas, lenguas
ofensivas e injuriosas, respuestas duras y venenosas, críticas injustificadas,
dificultades imprevistas, vergüenza, incapacidades por parte de los miembros de
su propia la familia; padecimientos y aprietos, que vayas encontrando, pequeños
o grandes. A veces los hijos en el Espíritu de Cristo procesado, tienes que
aguantar dolencias, pobreza, angustia y conflictos, aún por los hermanos en
Cristo. Pero todo esto son las aflicciones normales que los hijos en el
Espíritu de Cristo tienen que pasar, para poder progresar Espiritualmente.
No hay que pensar,
que la ‘paideia’ sea algo
especial. Lo que no pasa cada día, el Señor lo usa, para iluminarnos, educarnos
y para exhortarnos. De cómo respondemos, a todas estos desafíos, que el
Espíritu nos propone, podremos verificar,
si nuestras acciones se originan en nosotros, o en el Espíritu Vivificante.
Lo que nos pasa
cada día, no es una mera coincidencia, todo es controlado por nuestro Creador y
es para Él permitido. Él dispone de nuestras circunstancias diarias, para hacer
crecer en nuestra experiencia, la Vida del Espíritu de Cristo.
El hijo de Dios,
seas niño o huiós, que comprende, que sus circunstancias, son permitidas por el
Espíritu Vivificante, estará mejor preparado para afrontarlas, que una persona
que piensa que estas, son generada al azar o por el destino de la vida. El
primero se sentirás parte de un plan con un propósito, el segundo se encontrará
sin recursos, con solo sus propias capacidades personales. Si podemos ver al
Espíritu del Dios Triuno, detrás de nuestras circunstancias, ya no murmuraremos,
ni nos quejaremos, más aprenderemos cada día más responder por el Espíritu, y
al mismo tiempo, nos sentiremos parte de la familia de Dios, como hijos amados.
Así, es cuando veremos la disciplina, como un honor, y entenderemos que es
necesaria, por nuestro crecimiento experimental.
Ya hemos visto, que
el propósito principal, de la paidei,a ‘paideia’, es nuestra educación Espiritual, es llegar a
producir en nuestra experiencia, la Vida Espiritual de Cristo, para poder
llevar verdadero fruto, y poder participar de su santidad, su naturaleza, y su
carácter. Que la Vida del Espíritu de Cristo procesado, seas en nosotros como
un don, es una cosa, pero que nosotros seamos puros en Él, es otra. La pureza
que el Espíritu del Dios Triuno, quiere producir en nosotros, solo puede ser
producida por revelación y la ‘paideia’ de
nuestro andar cuotidiano. El Espíritu Vivificante, realiza esta labor en
nuestro corazón.
Cuando conocemos que es Él, que
está detrás, de toda nuestra experiencia. Solo mediante esta consciencia, y tenemos
una respuesta adecuada, desechando por la fe en la obra de Cristo, la
Vanagloria que el Espíritu Vivificante ilumina, y dejamos al Espíritu de Cristo
procesado, avanzar en nuestros corazones, podremos ser santos y puros, para
crecer y producir el fruto agradable al Señor.
Nuestros años tienen un fin terrenal, si evadimos la ‘paideia’ Divina, impedimos el efecto de
la Vida Espiritual de Cristo procesado en nosotros, y nuestra perdida, será una
pérdida eterna. Dios no solo nos imparte pureza y santidad como un don, Él deseas que usemos
estos dones, para que sean nuestra experiencia diaria, y esto siempre el Señor,
lo prueba por el fuego. Él Espíritu desea que conozcamos la plenitud del
Espíritu de Cristo procesado, en nuestros corazones.
¿Pero que es este conocer la
plenitud del Espíritu de Cristo?
Tener la plenitud del Espíritu
de Cristo, es tener la savia del olivo silvestre natural, suplantada por la
savia del olivo cultivado, esta es la plenitud. Esto es tener Cristo, formado
en nosotros. Millones de millones de creyentes en el Espíritu de Cristo
procesado, solo lo conocen de nombre, de
forma intelectual.
El Espíritu, desea que conozcamos al Espíritu
de Cristo procesado, en el más íntimo de nuestros corazones. Él quiere que la
buena savia, reboce de nuestro corazón. La ‘paideia’, es unas de las soluciones
más efectivas que tiene el Espíritu, para poder remplazar nuestra savia
natural. Él no quiere y no puede permitir que en toda nuestra vida tengamos dos
savias que nos manipulan, Él quiere que su savia sea la única que controla
nuestro corazón. Estos son los huiós de Dios, que no solo han alcanzado la
plenitud de Cristo, estos son los miles de millares que pueden crecer de manera
consistente y producir el fruto del Espíritu Santo.
Estos son los que hacen
parte del Nuevo Hombre.
Estos son, la Novia del
Cordero.
Estos son, la Nueva
Jerusalén.
Estos son, los que han
sido machacados, pisados, vituperados, infamados, mancillados, deshonrados, y a
pesar de todo esto, el Espíritu le ha dado el honor, de tener Cristo formados
en ellos. Antes olían mal, ahora su perfume celestial es evidente en todo lo
que hacen. No solo ha cambiado de status, tienen la capacidad de permitir que
la Vida del Espíritu de Cristo sea su experiencia diaria.
El problema de los
Moabitas en Jeremías 48:11, es de aquellos que no han querido pasar por la ‘paideia’, en su experiencia
espiritual. Los Moabitas, no habían sido alterados en su andar, ni habían
experimentado, las pruebas, y las correcciones espirituales. Ellos se volvieron
como el mosto reposado en su sedimento.
En la producción
del vino, primero, los racimos, se deben machacar pisándolos, haciendo
fermentar la uva; después se pasa el mosto de una vasija a otra, vaciándolas,
hasta que no quede ningún depósito. La uva en Moab, estaba sin ser machacada,
ni pisada, ni pasada de una vasija a otra, aunque en la superficie parecía un vino
depurado, no había cambiado. La tranquilidad de Moab, hizo que él, siguiera
siendo el Moab de siempre.
Debido que Moab
nunca había sido disciplinado por Dios, su sabor permaneció en él, su olor no
cambió, y su corazón no se trasformó. Esta es la razón por la cual Dios desea
eliminar nuestro sabor y cambiar nuestro olor natural. Usted tenía una cierta
clase de sabor y olor antes de ser un huiós de Dios. Es probable que hoy,
después de diez, vente, treinta, cuarenta, años, esté Usted igual. Si es así,
Dios no ha podido forjar, ni modelar nada en Usted.
La ‘paideia’ de Dios es
verdaderamente inestimable. El desea pisarnos, exprimirnos y cambiarnos de
vasija en vasija, tanto que nos haga falta. Dios nos somete a la ‘paideia’ de diferentes
maneras, para que perdamos nuestro olor natural y podamos así producir el fruto
apacible al Señor. Después de una ‘paideia’, necesitamos levantarnos
y comenzar a caminar otra vez. Tan pronto, come se calme la tempestad, todo
volverá a su propio cauce, y podremos no solo avanzar, más volar más altos que
el cielo.
Si por la fe hemos podido
desechar nuestra vanagloria, durante las muchas pruebas, y aflicciones, seguramente
hemos podido ver como el Espíritu Vivificante, nos estaba formando creciendo
Espiritualmente, para que el Espíritu de Cristo procesado pudiera producir el
fruto apreciable al Espíritu del Dios Triuno, y hacer posible que un día pudiéramos
ser participe con el Espíritu de Cristo procesado, en devolver el Reino del
Espíritu de Dios, perdido por el primer hombre, al Espíritu del Padre.
QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER
LA RESPECTO
ARMANDO ZANOLLA
BERLÍN EL 16 DE ENERO DEL 2013
ESCAZÚ EL 31 DE MARZO DEL 2014