YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
He will establish the Kingdom
of God in this world.
ARE YOU READY???
'UNA CARTA ABIERTA'
LA REVELACIÓN ESPIRITUAL Y LA DISCIPLINA paidei,a (paideia)
LECTURAS
BIBÍCAS:
2 Co. 4:10, Juan
16:13-14, Is. 50:10-11; Sal. 36:9
2
Co. 4:10: llevando
en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de
verdad (Realidad), él
os guiará a toda la verdad (Realidad); porque
no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.
14 Él me glorificará; porque tomará de lo
mío, y os lo hará saber.
Isaías 50:10 ¿Quién hay entre vosotros que
teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de
luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
11 He aquí que todos vosotros
encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de
las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis
sepultados.
Salmos 36:9; Porque contigo está el
manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.
El hombre natural solo
puede ver una realidad, la del mundo físico. La puede ver, la puede oír, la
puede oler, la puede palpar, la puede saborear. Mediante los cinco, sentidos el
hombre, puede tener la certeza, que el mundo físico es real.
¿Qué puede decir el
hombre del mundo espiritual, cuanto real es por él?
¿Lo puede ver, lo puede
oír, lo puede oler, lo puede palpar, lo puede saborear?
De la respuesta a estas
preguntas depende que cuan real sea por el hombre, el mundo Espiritual.
Mientras tenemos la
certeza del mundo físico mediante los cinco sentidos, tener la certeza del
mundo espiritual solo se puede tener, mediante la Luz del Espíritu de Dios que
se revela en nosotros corazones.
Al Cristo encarnado, lo
podían tocar, ver, escuchar, oler, palpar, pero ahora Cristo encarnado, es el
Espíritu Vivificante, y solo puede ser real, ser tocado, visto, escuchado
mediante la Luz de revelación del Espíritu. De cuanto real es el Espíritu
Vivificante para ti y para mí, depende que cuan profunda sea nuestra
experiencia Espiritual. De cuanto realmente lo conozcamos.
Solo el Espíritu del
Padre Celestial, puede hacernos percibir la realidad Espiritual del Espíritu
Vivificante, y es entonces que todas nuestras dudas desaparecen, de repente,
todo es verdaderamente real en nosotros y podemos vivir por esta verdad
Espiritual que hemos visto y palpado.
Las palabras de Pablo en
2 Co. 4:10, nos describe la actitud de esta realidad espiritual:
10 llevando en el cuerpo siempre por todas
partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestros cuerpos.
La muerte de Jesús, como su vida Espiritual,
solo se puede experimentar como una certeza, cuando hacemos contacto mediante
la fe, por el Espíritu del Dios Triuno esta realidad. Solo mediante una
revelación Espiritual, podemos ver y palpar como totalmente real, no solo la
muerte de Cristo en nosotros, más también la realidad de Su Espíritu
Vivificante formado en nosotros.
Más en nuestra realidad espiritual, la muerte
de Cristo es una certeza, más nuestra vanagloria y el mundo, será desechada de
nuestro corazón.
Más vanagloria y más del mundo es desechado
de nuestro corazón, mediante la fe, y más Vida Espiritual penetrará en nuestro
nuevo corazón, por el poder de nuestro Padre Celestial que resucitó a Cristo de
los muertos.
Cuando la realidad de la muerte de Jesús, es
para nosotros una certeza, también su Vida Espiritual tendría que ser nuestra
realidad.
Todo esto no es algo personal, todo esto
tiene implicaciones Espirituales muchos más amplias. Cuando la muerte de Jesús
es verdadera en nosotros, no solo nuestro cuerpo es enriquecido, más también
todo el cuerpo de Cristo, todo el Nuevo Hombre, la Iglesia, es abastecida de su
Vida Espiritual que está viva en nuestros corazones.
Solo cuando por medio de la fe y la
Revelación Espiritual, tocamos la realidad Espiritual, es cuando inmediatamente
desechamos la vanagloria, y el mundo, y recibimos en abundancia la Vida
Espiritual, del Espíritu Vivificante.
Si realmente vemos esta realidad, podemos
asentir, que nada ha sido hecho mediante nuestros esfuerzos, más todo se ha
originado en el Espíritu del Dios Triuno, que no suministró la revelación de la
realidad Espiritual en nuestros corazones.
Ahora, tal vez, podemos percibir de cuan
vanas son la palabras proferidas, aun con unos pensamientos brillantes y
claros, que pero se originaban en el árbol del conocimiento del bien y del mal mediante
un corazón que participaba del mundo natural.
La Iglesia no hace parte del mundo material,
la Iglesia hace parte del mundo Espiritual. La Iglesia necesita alimento Espiritual
que es su verdadera Vida, solamente este tipo de alimento puede satisfacer su
hambre y su sed Espiritual.
¿En que hemos podido nosotros alimentar
Espiritualmente a la Iglesia, cual ha sido nuestro aporte, de qué manera hemos
podido contribuir a su verdadero crecimiento?
Si solo hemos vivido nuestra vida tocando,
viendo, oyendo, oliendo y saboreando el mundo físico, nuestro aporte habrá sido
nulo, y no hemos tenido nada para suministrar al Cuerpo Espiritual de la
Iglesia. Sin revelación Divina, no tenemos palabras de Vida para nadie. Son
solo buenas palabras, palabras que el viento se las lleva, sin ningún efecto
espiritual.
Pero si hemos tocado, visto y oído la
realidad Espiritual, las palabras y nuestra Vida, será el verdadero suministro
Espiritual para todo el cuerpo de Cristo.
Si uno conoce la realidad Espiritual, no
tiene duda, no tiene preguntas, sencillamente lo sabe, porqué tiene recibido la
revelación Espiritual, debido que el Espíritu de Cristo procesado está
formado en su corazón.
Si tú vas en una ciudad que nunca ha ido
antes, tienes muchas preguntas, donde está esto y aquello, pero, lo que tiene
recibido la revelación Espiritual, es como el que vive en esta ciudad, lo sabe,
porqué vive allí, la puede ver, la puede oír, ya no necesita a nadie que le
enseñe, ni que les explique, la zona donde vive. No necesitamos preguntar sobre
algo que el Espíritu de Dios, nos has revelado, lo conocemos muy bien, porque
vive en nuestro corazón y es nuestra realidad.
Cuando alguien no conoce el Cuerpo Espiritual
de Cristo, tiene muchas preguntas, pero cuando lo conoce en la realidad, ya no
tiene dudas. Si solo tienes una parte, lo conoce en parte, pero cuando está
formado en el corazón, se conoce plenamente. El Espíritu se da a conocer a un
hijo, por la manera que ha sido conocido por el Espíritu del Dios Triuno, antes
de la fundación del mundo, y esta será su plenitud.
Por millones de millones, la realidad
Espiritual, son simplemente palabras, en realidad no significan poco o nada
para todos ellos. Es por esto que necesitamos al Espíritu de la Verdad, de la
Realidad, que lo revele, como se dice en Juan 16:13-14:
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de
verdad (Realidad), él
os guiará a toda la verdad (Realidad); porque
no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.
14 Él me glorificará; porque tomará de lo
mío, y os lo hará saber.
Estos versículos, afirman que el Espíritu de
Dios, nos hará saber toda la verdad, toda la realidad Espiritual. Sin
revelación, no hay progreso Espiritual. Sin ver y oír la realidad, y la verdad,
de lo que ha hecho la Deidad para el hombre, no es posible el desecho de
nuestra vanidad, y es imposible el progreso de la Vida Divina en nuestro
corazón y en el cuerpo de Cristo.
Los niños en Cristo, han tocado una cierta
revelación concerniente a su redención y su justificación, cosas de que se
benefician directamente, también han tenido la revelación de ser insertados en
Cristo, para Vida Eterna, también para su beneficio.
Pero, no han tenido ninguna revelación de
como la Vida Espiritual de Cristo, quiere avanzar en ellos, y por esto, que sus
raíces, no tiene mucha profundidad.
A pesar que pueden comportarse muy bien, y
tengan mucho conocimiento espiritual, son personas que viven todavía en el
mundo físico, y que no han dado ni un pasito más, para favorecer el Cuerpo de
Cristo.
Toda la paidei,a (disciplina) que recibieron del Espíritu
de Dios, no le sirvió para nada, la consideraron como algo normal, y nunca
pudieron ver, como el Espíritu del Dios Triuno, le estaba haciendo ver su
verdadera situación espiritual; como le hacía ver, en todo momento, cuan
vanaglorioso era su corazón, y todo lo que tenían que desechar.
El Espíritu Vivificante, hace ver constantemente
en un niño en Cristo, todo lo que es necesario eliminar de su corazón natural,
para que la Vida Espiritual de Cristo, pueda progresar en su corazón,
beneficiando de esto, a todo el Cuerpo de Cristo, pero no pudieron oír tal vez,
por falta de conocimiento.
Así dos elementos son indispensables para el
progreso Espiritual, la revelación de la obra de la Deidad, y su paidei,a (disciplina),
el cual efecto, es el desechar toda la vanagloria y todo los que proporciona el
mundo, del corazón todavía contaminado por el mundo natural.
El Espíritu nos hace crecer por medio de las
penosas circunstancias y aflicciones de la vida. Para ganar hay que primero
perder (Desechar).
Muchos toman esto como hechos naturales,
normales y por esto no hacen nada y no pueden crecer.
Otros, se quedan afligidos, y en su
aflicción, y no hace nada y no crecen.
Muchos siendo probados, tropiezan, no hacen
nada y no crecen.
Algunos murmuran contra Dios, por la prueba
tan fuerte que tienen, y no hacen nada y no crecen.
Pasan así los años y los tiempos, y en
millones de millones, las riquezas Espirituales no aumentan y es así como los
niños en Cristo se marchitan.
Si no sabemos aprovechar de la paidei,a (disciplina)
Divina, no podemos ser anchados. Todos los Gloriosos Huiós de Dios, han sido
anchados Espiritualmente, por medio de la revelación Espiritual y de la paidei,a (disciplina)
Divina.
Estas experiencias que son las del cuerpo de
Cristo, son Su Gloria personal. Tenemos que gozarnos de la paidei,a,
y no afligirnos o murmurando.
Cada prueba, cada paidei,a (disciplina),
tiene el propósito de ensancharnos y enriqueciéndonos mediante el desechar la
vanagloria y lo que no proporciona el mundo, para dejar avanzar la Vida
Espiritual del Espíritu Vivificante en nosotros a fin que sea plenamente
formado.
El Espíritu del Dios Triuno, busca sin parar
la oportunidad de hacernos ver, oír y tocar la realidad Espiritual, la verdad
Espiritual, pero si no hacemos buen uso de la paidei,a (disciplina), no podremos ni ser
ensanchados, ni enriquecidos.
El que cierra sus ojos, tapa sus oídos, y
cierra su boca a la realidad y verdad Espiritual, se secará pasará el Labrador,
lo cortará, y lo echará al fuego. Será salvo, pero solo como por el fuego, y
será inútil al Cuerpo de Cristo.
La realidad Espiritual es todo lo que es
verdadero para el Espíritu del Dios Triuno. Hay millones de millones de niños
en Cristo que son incapaces de ver y tocar lo verdadero, y son atrapados en el
mundo natural de la Ley del conocimiento del Bien y del Mal.
Esta Ley los engaña, los seduces, y llevan
cautivos todos, en sus pensamientos y razonamientos. No pueden ver la realidad
Espiritual y se engañan a ellos mismos, pensando que todo lo ven con claridad.
Encienden un fuego extraño en sus vidas, y lo siguen, confiando que es la
voluntad del Señor. Aún que obran incorrectamente, según la vanidad de su
corazón natural, que los dominan, todos ellos, piensan sinceramente que todo va
bien, y que son muy espirituales. Esto es un prejuicio espiritualmente mortal,
que impide que la Vida del Espíritu Vivificante, pueda progresar en sus
corazones.
El fuego extraño que nosotros podemos
encender, para ver a nuestra manera, no es suficiente para ver con claridad,
necesitamos la Luz del Espíritu Vivificante, para que nuestro corazón natural
pueda ver la pura verdad, de nuestra miserable situación espiritual que estás
totalmente estancada.
La manera de salir de esta obscuridad
espiritual, es abrir los ojos a las circunstancias de nuestra vida, y juzgarse
a nosotros mismos, entendiendo que detrás de estas circunstancias, hay la luz
del Espíritu del Dios, que Él usa, para que todos nosotros, podamos ver y
tocar, la realidad de nuestro corazón envanecido.
La actitud de seguir nuestro proprio fuego,
crea un hábito, y nuestros ojos se cierran a la realidad de nuestra vanidad, y
ya no pueden salir del su proprio engaño.
Los prejuicios se forman en un corazón
todavía natural, que acepta las mentiras, como se fuesen la verdadera verdad.
Saben muy bien que hay vanagloria en lo que hacen, pero lo siguen haciéndolo,
debido que ellos sienten que tienen la razón. Todos ellos siguen el bien, pero
este bien, produce una vanagloria mortal en todos ellos. Las palabras humildad
y sumisión se hacen extraña en ellos.
Hermanos y hermanas, dejamos al Espíritu del
Dios Triuno examinarnos, mediante las circunstancias de nuestra vida, para que
en ellas, podamos ver la Verdadera Luz, de nuestra verdadera situación, de
nuestro corazón mortalmente vanaglorioso, mediante una revelación Espiritual.
Entonces podremos juzgarnos, y permitir al Espíritu Vivificante, avanzar más y
más en nuestro corazón, porqué solo en el Espíritu del Dios Triuno, hay los
verdaderos manantiales de Vida y en su Luz veremos la Verdadera Luz, que dejará
todo nuestro corazón al descubierto.
¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?
ARMANDO ZANOLLA
Escazú el 14 de marzo del 2014
Revisión el 28 de marzo del 2014
Revisión el 12 de agosto del 2014
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