YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
He will establish
the Kingdom
of God in this world.
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'UNA CARTA ABIERTA DE AMOR'
LA EXPERIENCIA DE LA VIDA DEL DIOS TRIUNO
LECTURAS BÍBLICAS
Fil. 2:12-16; Ro. 8:9-11; 13, 26; Jer. 17:9; 13:23; Jn. 3:3-6, 16:8;
1:12-13; 2 Co. 15:17; 1 Co. 6:17; Ap. 20:4,6; Ap. 21:12-14; Ro. 8:19-22; Isaías
11:6-9; Ap. 21:3,24-26; 22:2;
DECLARACIÓN
El Espíritu de Cristo
procesado, es la corporificación del Espíritu del Unigénito
Hijo de Dios.
El Espíritu Santo es
también, la corporificación en el Espíritu de Cristo procesado.
El Espíritu de Dios
Padre, está también, en el Espíritu de Cristo procesado como Su
Vida.
Los creyentes experimentan
al Espíritu de Dios Padre, el Espíritu del Unigénito hijo de Dios, en el
Espíritu de Cristo procesado que conocemos como el Espíritu Santo el cual,
procede del Espíritu del Padre.
El
Espíritu de Vida de Cristo procesado, que proviene del Espíritu del
Padre, causa que experimentemos al Espíritu de Cristo procesado que
mora en nosotros, y también hace que experimentemos el poder de resurrección
del Espíritu de Dios Padre, en Cristo como dice Pablo en Ro. 8:9-11.
9 Más vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
10 Pero si Cristo está en
vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu
vive a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de
los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su
Espíritu que mora en vosotros.
El Espíritu de Vida de
Cristo procesado, nos guía a hacer morir las obras del cuerpo
natural, y este es el Espíritu Santo, quien mora en
nosotros, como dice Pablo en Ro. 8:13, 26.
13 porque si vivís conforme a la
carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis.
14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son Huiós de Dios.
15 Pues no habéis recibido
el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis
recibido el espíritu de filiación, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos Huiós de Dios.
Todas nuestras
experiencias de Vida, sean profundas o superficiales, son producidas por el
Espíritu del Dios Triuno. Nuestra Vida espiritual y experimental, es la Vida
del Dios Triuno. Es una Vida donde el Espíritu Divino y el hombre se comparten
juntamente y mutuamente.
Cuando presentamos
nuestras experiencias al Espíritu del Dios Triuno, estas reciben la Luz de Su
Espíritu, y esta Luz hace posible por medio de la intuición Espiritual, que
entendemos en nuestra conciencia, en que consiste la vanagloria en las
circunstancias en que estamos viviendo.
El Espíritu nos hace
entender, por medio de la fe, que Jesús, no solo murió por estas
circunstancias, mediante su sangre, mas también mediante una cruz vacía,
símbolo del poder de su resurrección.
La fe que tenemos
recibido, hace posible, que podamos ver nuestras circunstancias crucificadas en
la cruz, para que podamos sentirnos librados, y poder vivir Su Vida Divina en
abundancia.
Estas experiencias de
Vida, son las experiencias de la Vida Espiritual del Dios Triuno en nosotros, y
responde a Su obrar como nos dice Pablo en Fil. Fil. 2:13-16.
13 porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
14 Haced todo sin
murmuraciones y contiendas,
15 para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el
mundo;
16 asidos de la palabra de
vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en
vano, ni en vano he trabajado.
Experimentar el
Espíritu de Cristo procesado, es permitirle que Él pueda ser nuestra Vida, en
nuestras experiencias, y así poder vivir en Él y por Él y para Él. Cuando
nuestra Vida diaria, nuestras circunstancias, nuestro mundo, es vivido
totalmente por el Espíritu de Cristo procesado, es entonces que podemos decir
que, el Espíritu de Cristo procesado, está formado en nosotros, y que somos
Huiós, del Espíritu del Dios Triuno.
NUESTRA PRIMERA EXPERIENCIA ESPIRITUAL, EL MOMENTO DE
LA REGENERACIÓN DEL ESPÍRITU.
El espíritu del
hombre y el Espíritu del Dios Triuno, son del mismo género, y de la misma
especie o sustancia. El espíritu del hombre ha sido engendrado por el Espíritu
Divino, pero en este momento no era el Espíritu increado del Espíritu del Dios
Triuno.
Esto no quita que el
espíritu del hombre, es totalmente compatible con el Espíritu del Dios Triuno y
que se pueden fundir en un instante cuando estos se unen. Cuando Adán cayó,
siguiendo el conocimiento de la Ley del bien y del mal, se encontró sujeto a
esta Ley, que lo separaba del Espíritu del Dios Triuno. Como dice Pablo
en Ro. 7:18-23.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en
mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el
hacerlo.
19 Porque no hago el bien
que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no
quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo
hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre
interior, me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis
miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la
ley del pecado que está en mis miembros.
El Espíritu del Dios
Triuno, no había hecho el hombre, para que este fuera sujeto a esta Ley, más
bien, para que fuera sujeto a la Ley de la Vida Divina. Debido que nuestra vida
natural Adámica, la cual pertenece al mundo, y de Satanás, no puede ser
cambiada, necesita ser regenerada ósea, morir y nacer de nuevo.
Encontramos que la
primera razón, para ser regenerado, se funda en la absoluta verdad espiritual,
que el hombre natural, no puede mejorar su vida natural, viviendo apartado del
Espíritu del Dios Triuno; el necesita ser regenerado, necesita recibir el
Espíritu increado de Dios mediante una unión en un solo Espíritu.
Existe por lo menos,
una segunda razón, para necesitar ser regenerado. Aun el hombre no hubiese
escogido seguir la Ley del bien y del mal, él no tenía en él la Vida Increada
del Dios Triuno. Tener la Vida del Espíritu del Dios Triuno, es tener Su misma
Vida Increada, la que conocemos como Vida Eterna. El propósito de Dios, cuando
creó el hombre, era que este pudiera tener Su Vida Increada, para poder ser Su
imagen fidedigna. Adán no la tenía, y era necesario que la tuviera, igual que
nosotros, si queremos hacer parte permanente de la familia de Dios como Huiós
del Espíritu de Dios.
Es debido a estas
razones, que todo hombre, necesita ser regenerado, sea bueno o malo, para que
pueda recibir la Vida Increada de nuestro Padre Celestial para poder ser
partícipes de Su Vida increada.
Ser regenerado
significa nacer de nuevo directamente del Espíritu del Dios Triuno. Como dice
el Apóstol Juan en Jn. 3:3-7.
3 Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el
reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo
puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que
te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Cuando el hombre nace
en este mundo, su espíritu está muerto. Cuando creemos en la obra de la Deidad
a nosotros favor, el Espíritu increado del Dios Triuno, ocupa la totalidad de
nuestro espíritu, el cual se vivifica.
En esto consiste la
primera experiencia espiritual que tiene un creyente. Ser regenerados, es nacer
de nuevo espiritualmente. Es ser insertado espiritualmente, en el Espíritu de
Cristo procesado. Es recibir el Espíritu Increado del Espíritu del Dios Triuno.
El Apóstol Juan nos explica en Jn. 1:12-13.
12 Más a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos Teknion de Dios;
13 los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino
de Dios.
El versículo 12 dice:
‘los que creen en su nombre’. El hombre cuando escucha el evangelio, su
conciencia es iluminada entonces, el hombre natural, es convencido
en su mente, de pecado, de justicia y de juicio, como nos dice el Apóstol Juan
en Jn. 16:7-8.
7 Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga,
convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
Cuando el hombre natural
se da cuenta, que su estado, está separado de Dios, y está dispuesto
a reconciliarse, entonces el Espíritu del Dios Triuno, le hace ver que el Señor
Jesús es su Salvador, y que El murió en la cruz y derramó Su sangre para el
perdón de sus pecados. En ese momento, cree espontáneamente en el Señor y le
recibe como su Salvador. Una vez que el hombre recibe al Señor como su
Salvador, el Espíritu de Dios Triuno, entra en su espíritu y le infunde la Vida
increada del Dios Triuno en él, regenerándolo.
Desde la perspectiva de
Espíritu del Dios Triuno, nuestro espíritu es regenerado en el momento que
recibimos Su Vida, que es el momento de nacer de nuevo.
Desde la perspectiva
humana, nuestro espíritu es regenerado en el momento que creemos y
aceptamos al Señor como nuestro Salvador.
Los aspectos más
importantes de la regeneración son:
1. La
regeneración hace que los hombres sean hechos hijos legítimos naturales de Dios
y los introduce en una nueva relación viva con Dios. Como nos dice el Apóstol
Juan en Jn 1:12, 13.
12 Más a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos Teknion de Dios;
13 los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino
de Dios.
Aquí en ‘hijos’, el
Apóstol usa la palabra ‘Teknión’ que enfatiza más bien una relación. No explica
en que consiste esta relación inicial. Pablo nos explica que en esta fase
naciente de nuestra relación, somos como niños en Cristo. Niños que necesitas
tener El Espíritu de Cristo procesado formados en ellos. En Gálatas el Apóstol
Pablo nos dice en 4: 19
19 Teknion míos, por
quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros,
2. La
regeneración hace que los hombres lleguen a ser una nueva creación. Esta nueva
creación contiene la Vida del Espíritu del Dios Triuno. En la vieja creación,
no se halla el elemento Divino. Pero en el momento de la regeneración los
creyentes reciben en su espíritu, el Espíritu del Dios Triuno. La regeneración
nos trae la Vida increaeda del Dios Triuno, como nos dice el Apóstol Pablo en 2
Co. 5:17.
17 De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.
En este momento el
hombre tiene en su parte espiritual el Espíritu del Dios Triuno. El resto de su
ser, sigue manifestándose como un hombre natural.
3. En la regeneración el espíritu del
hombre, se une al Espíritu del Dios Triuno, y ambos en el espíritu, llegan a
ser uno. Como nos dice el Apóstol Pablo en 1 Co. 6:17.
17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
Esta es la primera
experiencia espiritual, que tiene un creyente en Cristo. Un niño en Cristo,
tiene un tremendo potencial para el Espíritu de Dios Padre. El perdió
primeramente su Reino en la rebelión de Satanás. El universo lleno de
vida, quedó desolado, vacío y las tinieblas estaban sobre la faz de la
tierra. Desde allí comenzó el plan de rescate del Espíritu del Dios Triuno para
recuperar Su Reino. Regeneró la tierra, y puso en ella el primer hombre, con el
fin que este, pudiera derrocar a Satanás y recobrar Su Reino perdido. Pero el
hombre fue derrocado y necesitó de un Salvador para ir adelante con el plan de
rescate del Espíritu del Dios Triuno.
El Hijo Unigénito del
Espíritu del Padre se encarnó para hacer posible, que este plan, al fin,
tuviera éxito. Y así fue. Cristo después de su muerte en la cruz, su sepultura,
su resurrección y ascensión, llegó a ser el Espíritu de Cristo procesado como
cabeza de un Nuevo Hombre. Una vez completado el cuerpo de este Nuevo Hombre,
este, estará en condiciones para arrebatar Su Reino a Satanás.
Este Reino comenzará
con la venida del Espíritu de Cristo procesado, juntamente con todos Sus
Santos, y terminará en el final del milenio, como nos dice el Apóstol Juan en
Ap. 20:4,6;
4 Y vi tronos, y se sentaron
sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los
decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que
no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en
sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
5 Pero los otros muertos no
volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Ésta es la primera
resurrección.
6 Bienaventurado y santo el
que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad
sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él
mil años.
En el milenio, los
Santos de Israel, y del Antiguo Testamento, serán sus Sacerdotes en la tierra,
en Jerusalén, como dice Zacarías en 8: 20-23;
0 Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades;
21 y vendrán los habitantes
de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar
a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.
22 Y vendrán muchos pueblos
y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a
implorar el favor de Jehová.
23 Así ha dicho Jehová de
los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de
toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque
hemos oído que Dios está con vosotros.
Los Huiós del Dios
Altísimo, sus Vencedores, serán Sacerdote Santos en el cielo los cuales
ministrarán al Dios Altísimo cara a cara. En el milenio, Jerusalén estarás
habitada únicamente por los Santos de Israel y del Antiguo
Testamento y el Espíritu de Cristo procesado.
Estos reinaran sobre
las naciones juntamente con el Espíritu de Cristo procesado. Esto servicio será
un hermoso privilegio para todos ellos.
Aunque la
dispensación del Reino es la dispensación de la restauración, esta ocurrirá
totalmente al final de los mil años y al ser quemada la vieja creación veremos
el comenzó del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva, como nos dice el Apóstol Pedro en
2 P. 3:10-13;
10 Pero el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y
los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay
serán quemadas.
11 Puesto que todas estas
cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa
manera de vivir,
12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
13 Pero nosotros esperamos,
según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
justicia.
En seguida de esta
restauración, descenderá del Cielo la Nueva Jerusalén, la Jerusalén
Celestial, la cual representa el Lugar Santísimo, para ser la expresión eterna
del Espíritu del Dios Triuno. Los Huiós del Dios Altísimo, se unirán en la
Nueva Jerusalén con los Santos de Israel y del Antiguo Testamento y El Espíritu
de Cristo procesado, ellos serán Su morada, para que puedan ser Su complemento
idóneo.
En los Cielos Nuevos
y Tierra Nueva, tendremos los Santos de todos los tiempos y las naciones, cuyos
miembros no habrán sido regenerados en todo su ser, serán los niños en Cristo
los cuales vivirán en los Cielos Nuevos y Tierra Nueva como pueblo de Dios,
pero fuera de la Nueva Jerusalén. Como nos dice Ap. 21:3,24-26; 22:2;
3 Y oí una gran voz del cielo que
decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y
ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
24 Y las naciones que hubieren
sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su
gloria y honor a ella.
2 En medio de la calle de la
ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce
doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la
sanidad de las naciones.
Toda la creación será entonces regenerada, y florecerá
llena de Vida y de la belleza del Espíritu del Dios Triuno. Como nos dice
Isaías 11:6-9;
6 Morará el lobo con el
cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la
bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
7 La vaca y la osa pacerán,
sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
8 Y el niño de pecho jugará
sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la
caverna de la víbora.
9 No harán mal ni dañarán
en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
El Espíritu del Cristo procesado
librará toda la creación del elemento venenoso de Satanás, y hará posible un
cambio en su creación no solo externo, sino también interno como nos dice Pablo
en Ro. 8:19-21;
19 Porque el anhelo ardiente de
la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 Porque la creación fue
sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó
en esperanza;
21 porque también la
creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios.
Cada planeta en
el universo volverá a tener la Vida y la Luz Divina, para su sustento.
Para que todo esto se
cumpla, el Nuevo Hombre tiene que ser completado y solo puede ser completado
por los Vencedores, por los niños en el Espíritu de Cristo, que han llegado a
ser los verdaderos Huiós del Espíritu del Dios Triuno, teniendo Cristo formado
en ellos.
Dios no necesita
niños en el Espíritu de Cristo, para terminar el Nuevo Hombre, necesita Huiós,
donde el Espíritu de Cristo procesado sea en ellos formado. El solo obstáculo
para terminar este proceso, es nuestra vanagloria, que es el origen del pecado.
Cuando esta sea desechada, mediante la fe, en lo que representa la cruz de
Cristo, ser Huiós, será una realidad y un privilegio. Solo los Huiós pueden
hacen parte del Nuevo Hombre. Todos ellos harán parte juntamente con los Santos
de Israel y del Antiguo Testamento, de la Nueva Jerusalén como nos dice el
Apóstol Juan, en Ap. 21:12-14;
12 Tenía un muro grande y alto
con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son
los de las doce tribus de los huiós de Israel;
13 al oriente tres puertas;
al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad
tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del
Cordero.
Tú y yo, tenemos este
legado, de llegar a ser Huiós del Dios Altísimo. No se trata de ser salvo, y no
se trata de tener Vida Eterna. Se trata de poder terminar el Nuevo Hombre, para
recobrar el Reino perdido del Espíritu del Dios Triuno. El Reino no se limita a
la tierra, más se refiere a toda la creación. A fin, que toda la creación, sea
así regenerada, en su estado original, por la gloria del Espíritu del Dios
Triuno.
¿QUE TE PARECE Y QUE
VAS HACER AL RESPECTO?
Armando Zanolla
Berlín el 13 de mayo
del 2014
Revisión el 14 de lyar del 5774
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