viernes, 28 de noviembre de 2014

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.
:
ARE YOU READY???

'UNA CARTA ABIERTA'

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN

EL ALMA HUMANA

LECTURAS BÍBLICAS:

Ro. 1: 21, ss.; Ef. 1:14; Tito 3:4, 5; 1 Co.2:16; 2 Co. 10:5, 6; Ef. 3:14, 19; Ef. 4:22, 24; 1 Tes. 1:9 b y c; Gal. 4:1, 3; He. 10:10; Jn. 15:5; 2 Ti. 3:6,7; 2 Co. 8:2,4; 1 Co. 13:1, ss; Is. 60:1; 1.P 4:2; 2 Co. 10:3-5; 2 Co. 4:3-4; Ez. 44:10,14; 2 Co. 3:14; Ef. 2:3; Col. 1:21; Ro. 8:5:8; Dan. 7:11;

Las partes principales de nuestra alma son:

1.      La voluntad que expresa lo que queremos.
2.      La mente que expresa lo que pensamos.
3.      Las emociones, sentimientos, y deseos que expresan lo que sentimos.

LA VOLUNTAD

La voluntad del hombre siempre expresa lo que queremos en verdad hacer y toma sus decisiones con este fin.
Hay solo dos posibilidades que la voluntad puede seguir:

1.      LA VOLUNTAD PUEDE SEGUIR LA LEY DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL. ANTES DE LA CRUZ.

2.      LA VOLUNTAD PUEDE SEGUIR LA LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA. DESPÚES DE LA CRUZ.

El primer caso es de todas las personas que viven su vida antes de la Cruz de Cristo. En Ro. 1: 21, ss. dicen:

21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
 28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.


El segundo caso es de todas las personas que viven su vida después de la Cruz de Cristo. En Ef. 1:14, se menciona:

1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso:
 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
 5 en amor habiéndonos predestinado para filiación por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
 11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Nuestra voluntad, es la parte más importante de nuestra alma humana. Por sus acciones determina si pertenecemos al mundo o al Espíritu. En esta lectura, voy a usar la analogía entre una computadora y nuestra alma. La voluntad siempre hace lo que determina el programa que está instalado en nuestro “disco duro”. (Nuestro corazón).
Mediante el programa del mundo, solo podemos hacer la voluntad del mundo. 
Mediante el programa del Espíritu, podemos escoger entre hacer, la voluntad del Espíritu, o la voluntad del mundo, que representa la voluntad de Satanás.
Las decisiones de nuestra voluntad determinan a quien pertenecemos.
La voluntad del hombre puede ser considerada su verdadero “yo”, debido que, lo que hacemos, representa lo que somos.
Los pensamientos de nuestra mente, no pueden mover a nuestra voluntad en hacer una acción u otra. La mente no tiene este poder. Puede influenciar nuestra voluntad, pero no puede hacer que esta, siempre haga lo que la mente piensa.
Es la voluntad que mueve nuestro ser, dentro su capacidad, a hacer o no hacer una cierta acción, y esto solo depende del sistema operativo que esté instalado en nuestro corazón. Nuestra voluntad hará los dictámenes de mundo, cuando esté bajo al poder de la ley del mundo, y podrá hacer la voluntad del Espíritu cuando esté bajo el poder del Espíritu. Nuestras decisiones, no dependen ni de la voluntad, ni de la mente, ni de nuestras emociones o pasiones o deseos o sentimientos. De allí que es el sistema operativo del hombre, el componente más influente de nuestra persona. La voluntad puede escoger entre hacer una cosa o la otra, pero todas las acciones que podamos hacer, entran dentro del sistema operativo que nos gobierna, el cual está instalado en nuestro corazón. Solo estamos libres de escoger lo que nos ofrece nuestro sistema operativo.
Muchas personas caen en la trampa de creer intelectualmente, es decir creen que sus mentes y sus pensamientos tienen el poder de cambiar su sistema operativo. Este tipo de creer no provoca ningún cambio sustancial, porque nuestra mente no puede mover, nuestro ser, a tomar una decisión fuera del sistema que está. Es como tener un “Note Pad” y debido que sabemos cómo programar, lo hacemos un poco más parecido a un “Word”. El deseo de ser salvo, o el pensamiento de querer ser salvo, no es aceptables para el Espíritu del Señor, cuando al mismo tiempo, nuestra voluntad sigue los dictámenes de nuestras pasiones carnales de nuestro sistema operativo.
El hombre no es salvo porqué quiere ser salvo. Un hombre es salvo, porque el Espíritu provee para que nazca de nuevo, mediante un nuevo sistema operativo. En la salvación, la iniciativa la toma el Espíritu y no el hombre, a pesar que la voluntad del hombre lo permita, no solo para entrar, más para que pueda seguir haciendo la Voluntad del Espíritu mediante un nuevo sistema operativo, por el Espíritu, en el corazón del hombre. Como se dice en Tito 3:4,5 que dice:

4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

El nuevo sistema operativo que está instalado en nuestro corazón, se centra principalmente en las operaciones de nuestra voluntad, y solo secundariamente, en las operaciones de nuestra mente, de nuestros sentimientos, de nuestras pasiones, de nuestros deseos y de nuestras emociones, a pesar que el resultado final, siempre será que tengamos la mente de Cristo formada en nuestros corazones. Como se dice en 1 Co.2:16,

16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Todas estas funciones la provee el Espíritu, mediante programas adicionales que Él instala en nuestro nuevo sistema operativo durante toda nuestra vida. Mas programas instalado más capacidad de acción, tendrá nuestro sistema operativo.
Como la voluntad del primer hombre se apartó de la voluntad del Espíritu del Dios Triuno, ahora para ser salvo su voluntad natural tiene que ser puesta en completa obediencia al Espíritu de Dios. Como se dice en 2 Co. 10:5,6,

5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.

Esto lo consigue el hombre, mediante la fe en la obra del Cristo. Es de esta manera que la voluntad del hombre comienza a ser renovada. Como se dice en Ef. 4:22,24,

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Desde el momento de creer, el Espíritu tiene una cabeza de playa, el nuevo sistema operativo, en el espíritu y en nuestra alma, para que pueda continuar en formatear nuestro disco duro e instalar nuevos programas en nuestro corazón hasta que podamos experimentar la plenitud de Cristo. Como se dice en Ef. 3:14,19,

4 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Para resumir, la salvación tiene dos aspecto, primero lo de separarse del mundo y en segundo lugar el unirse al Espíritu de Vida. Como se dice en 1 Tes. 1:9 b y c.

Y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

Primero el Espíritu formatea nuestro disco duro y después, instala primeramente el nuevo sistema operativo y como ultimo los nuevos programas en nuestro espíritu y en nuestra alma. Un sistema operativo de nada sirve si no tiene instalado algún programa. Una computadora con solo un nuevo sistema operativo es como un niño en Cristo que nada puede hacer, es totalmente inútil. Como se dice en Gal. 4:1,3,

Gal.4:1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.

La renovación de nuestra voluntad, es mucho más importante que la renovación de las otras partes de nuestra alma. Nuestro entendimiento puede que no sea perfecto, nuestras emociones pueden ser aun desordenadas. Todo esto no es esencial, pero si además nuestra voluntad es débil, nuestro ser será sometido a la voluntad que gobierna el mundo y el Espíritu será incapacitado para hacer Su voluntad.
Es como tener el nuevo sistema operativo instalado, con el programa de nuestra nueva voluntad aún no terminado de ser instalado. A pesar de tener un nuevo sistema operativo, nuestra voluntad no puede operar correctamente, necesitamos que el nuevo programa termine su instalación. Cuando nuestra voluntad está plenamente sumisa en una unión perfecta a la voluntad del Espíritu de Vida, es entonces que podemos decir de tener Cristo formado en nuestro corazón. Es cuando el programa está totalmente instalado. La voluntad,  representa plenamente al hombre, por tanto nuestra unión con Él, no es completa, si antes nuestra voluntad, es la misma de la voluntad del Señor, porque solo haciendo su voluntad seremos santificados. Como se dice en He. 10:10,

10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

Hermano y hermanas, el Señor se deleita cuando deseamos lo que Él desea, cuando hacemos lo que Él hace, o decimos lo que Él dice. Hay muchos hermanos que buscan su espiritualidad en unos sentimientos gozosos, o en un conocimiento profundo de la palabra. Se pasan la vida en busca de sensaciones espirituales, y basan su crecimiento, en su conocimiento mental de la Biblia. Buscan hacer muchas obras buenas y notables, porque  piensan, que todo esto gratifica al Señor. Pero por lo contario si su voluntad no hace la voluntad del  Señor, todas estas obras, son solo trapos de inmundicias. El motivo es, que fueron hechas por el sistema operativo del mundo.

Hermanos y hermanas, si nuestra voluntad es la misma de Señor, nos encontraremos que inmediatamente cesan todas las actividades que se originan en nosotros. Nos encontraremos libre de todo movimiento que se origina en nosotros. Él Espíritu, solo está interesado en las obras que se originan en Él. El hombre todavía carnal, tiene la tendencia de volcarse en hacer mucho más que el Señor le pide de hacer.

Hermanos y hermanas, nuestra voluntad natural, tiene la tendencia siempre de rebelarse y hacer las cosas a su manera. Es como tener a nuestra disposición en nuestra computadora, el programa de “Word” y de una “Note Pad”. El programa del mundo siempre usa la “Note Pad” pero el nuevo sistema operativo funciona, no solo con la “Note Pad” pero también “Word”, que es el programa que el Señor quiere que usemos. A veces nuestra voluntad es perezosa, y en vez de aprender usar el maravilloso “Word”, sigue usando la muy mediocre “Note Pad”. Para estas personas el nuevo sistema operativo no servirá para nada.  Si como hijos nacidos de nuevo, tenemos esta actitud, llegará el momento que la discipline del Señor se hará evidente en nuestras vidas y esto lamentablemente puede ser muy desagradable. En Jn. 15:5, dice:

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Muchos con esta actitud, pueden perder aún, sus posesiones materiales, muchos pueden perder su salud, muchos pueden perder su fama, su posición o su utilidad. También pueden ser privados de sus más placenteros sentimientos y deseos, como el de sentir viva la presencia del Señor (Usando “Word”), o incluso morir. El Señor quiere que sepamos claramente que nuestra Vida nos es solo gozo o conocimiento, Él quiere que podamos hacer siempre Su Voluntad. A esto hemos sido llamados.
El conocimiento es como surfear los nuevos programas pero nunca usarlos. Estas personas dicen: “Yo soy muy espiritual, me lo sé todo de la Biblia”. Ciertamente es verdad, ’’ pero estas personas fallan en poner en práctica lo que la Biblia enseña, y solo se deleitan en su conocimiento. Son meramente niños en Cristo, que aún no sirven para nada. Es como se dice en 2 Ti. 3:6,7,

6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.
 7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.

Hermanos y hermanas hay dos maneras para ser obediente. Primero simplemente hacerlo, porque uno entiende que es su cometido. Esta actitud cabe muy corta de lo que el Espíritu desea. La segunda manera, es hacerlo porqué nos deleitamos en ello. Técnicamente hacer la voluntad del Espíritu, tendría que ser suficiente. Pero para el Espíritu no lo es. Él quiere que nos deleitemos en hacer su voluntad, solo así el Espíritu tendrá la certeza de tener un verdadero Huiós de Dios. Solo así tendrá la certeza que delante a una nueva prueba el Huiós será más que victorioso.
Es como efectivamente usar el programa “Word” pero solo se escribe una carta sin usar todas las funciones de “Word”. No usamos la corrección de texto, No usamos las funciones de la letras, los estilos, no insertamos imágenes, formas, Smart art, gráficos hipervínculos, marcadores, encabezados, pie de página o número de página etc., etc. Si de otra manera, hacemos todo esto, denotaría por nuestra parte, un gran esfuerzo, y fuerza de voluntad, revelando un amor en acción, mediante un abundante gozo en usar el programa. Como se menciona en 2 Co. 8:2,4;

2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
 3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas,
 4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.

La pregunta más frecuente en servir al Señor, que nos hacemos es:

¿Cómo hago la voluntad del Espíritu?

Volvamos un momento a la analogía de una computadora con nuestro corazón.
Es muy significativo que nuestra computadora pueda ahora funcionar con el nuevo sistema operativo del Espíritu.
¿Nuestro corazón al fin ha sido completamente formateado y en el tenemos el nuevo programa del Corazón que funciona perfectamente….o no?
Una persona puede tener una computadora con el último programa operativo de Windows, pero, si no usa  los sub programas instalados, pregunto:

¿A QUE LE SIRVE?

Esto hecho parece simple, uno da por descontado que si tiene una computadora, es para usarla. El Espíritu ha investido mucho tiempo para instalar Su nuevo sistema operativo y los programas en nuestro espíritu y en nuestro corazón, pero….

¿LOS ESTAMOS USANDO?

Podemos talvez encender la computadora, y poder ver todas sus funciones, y deleitarnos de la preciosa tecnología que está a nuestra disposición, y puede ser que esto nos llene de felicidad y de gozo. Pero…

¿ES UTIL PARA SU PROPOSITO?

Si solo encendemos la computadora, surfeamos todos los programas que en ella tiene instalado, y nuestra voluntad no se pone en acción y comienza a usar estos programas, estos programas se volverían totalmente inútiles.

Un hecho tan simple es la mayor piedra de tropiezo de un Huiós del Espíritu de Dios. A pesar de tener un  nuevo corazón totalmente formado en él, se resiste a ponerse en acción, por el temor de no tener la certeza que sea la voluntad del Señor.

Hermanos y hermanas, si el Señor te ha favorecido con un Nuevo espíritu y un  Nuevo corazón formado en ti, es para que sean usados. Es cuando use tu nuevo corazón, que el Señor te puede usar. Tienes no solo que surfear todos los programas nuevos, que ve en tu Nuevo Corazón, más ahora tienes que usarlos para la Honra y la Gloria del Señor. Estos nuevos programas no se han originados en ti, más en el Espíritu, por tanto puede ciertamente usarlos para la Gloria del Señor. Satanás es un maestro a engañar al Huiós del Espíritu de Dios, en este aspecto. No caigamos en esta trampa mortal, porque si no usamos nuestro Nuevo Corazón y no volvemos pasivos, el enemigo vendrá y nos llevará ciertamente donde no queremos ir (Nos hará usar otra vez, la vieja “Note Pad”). Tener una vida activa en el Señor es la única salida posible para un verdadero Huiós de Dios. Morimos a nuestro corazón no con el propósito de quedarnos muertos, más para ser resucitados a una Nueva Vida activa, al servicio del Señor y de nuestro próximo con humildad y amor.

Hermanos y hermanas, una nueva Voluntad, una nueva Mente, unas nuevas Emociones, Pasiones, Deseos y Sentimientos, a nada sirven si no las usamos. Somos llamados para servir mediante nuestro Nuevo Corazón con  toda nuestra Nueva Voluntad, Mente, Emociones, Pasiones, Deseos y sentimientos en toda humildad y mansedumbre en amor. El verdadero amor no es pasivo, actúa. En 1 Co. 13:1, ss. dice:

1 Co.13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
 6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
 10 más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Con esta visión, podemos usar todos los nuevos programas que el Espíritu ha instalado en nuestro nuevo corazón.

Hermanos y hermanas, no esperemos toda nuestra vida para esperar que el Señor mueva nuestras manos y nuestros pies. Despertemos, levantémonos y ponemonos en marcha hoy mismo, por el Honor y la Gloria de nuestro Salvador. En Is. 60:1 dice:

Is. 60:1 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

Y en 1P. 4:2, dice:

2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.

LA MENTE
Muchos en este mundo estiman a la mente como la parte más importante de nuestro ser. Pero como hemos visto solo toma el segundo lugar. Para seguir con nuestra analogía de una computadora, la mente es como un sub programa del sistema operativo. La voluntad es el sistema operativo que está instalado, la cual es el verdadero “yo” y expresa los que en realidad queremos. Satanás es como un antivirus, y el Espíritu del Señor es como “Un Hacker,” que quiere instalar Su nuevo sistema operativo debido que compró la vieja computadora. La computadora es como nuestro ser. A partir de este símil iremos paso a paso a describir cómo funciona nuestra mente, que juntamente con nuestro espíritu hacen parte de nuestro corazón.
La mente humana es el órgano donde se originan nuestros pensamientos. Por medio de nuestra mente podemos pensar, especular, entender, juzgar, imaginar, recordar. La mente, la llamamos así, del punto de vista psicológico. Mientras del punto de vista fisiológico las llamamos el cerebro. La mente es un sub programa que hace funcionar nuestro entendimiento.
Cuando nacimos, nacimos con el sistema operativo del mundo instalado  en nuestro disco duro, que consiste en la voluntad de Satanás.
De una parte tenemos un programa ya instalado que funciona desde muchos años, y de otra tenemos “El Hacker”, que quiere instalar Su nuevo sistema operativo, que consiste en la Voluntad del Espíritu del Dios Triuno. La superficie del disco duro, es figuradamente el campo de batalla donde una de la partes obtendrá la victoria sobre la otra.
Nuestro  “Hacker”, no necesita formatear de una vez todo el disco duro para comenzar a actuar. El comienza a formatear primeramente nuestro espíritu y en seguida una pequeña parte de nuestra mente, de nuestra voluntad y de nuestros sentimientos, emociones, deseos y pasiones, como una cabeza de playa, que consiste en el Sello, la Unción, y las Arras del Espíritu en nuestro espíritu y en nuestra alma, y desde de allí, Su voluntad es formatear más y más toda nuestro espíritu y nuestra alma para terminar de instalar todo Su programa. Pablo en 2 de Co. 10:3-5, nos dice:
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

En un recién convertido, casi la totalidad del programa del mundo funciona aun perfectamente y por esto Pablo nos dice que “andamos en la carne”. Pero en la parte de nuestra alma que han sido ungidas, ya no “militan según la carne”, porque el nuevo programa ya funciona perfectamente en estas partes. Toda esta actividad, o batalla, tiene su origen en nuestro corazón que en nuestra analogía es nuestro disco duro y el nuevo programa. El “Hacker” siempre intenta a formatear nuestra mente, pero el antivirus sistemáticamente bloquea la información y la descarta sistemáticamente. Es por esto motivo que a la mente le es sumamente difícil recibir el nuevo programa. Es por esto que en 2 Co. 4:3-4 dice:

3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto;
 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

El nuevo programa intenta de toda manera instalarse en nuestra mente, pero es rechazado primeramente por nosotros y en segundo lugar por Satanás que le impide su actuación. Las personas antes de la cruz, son excelentes en aportar todo tipo de excusas y argumentos en contra del evangelio, y se consideran muy lista debido a esto hecho. Trágicamente la verdad es que los ojos de sus entendimientos, están totalmente cegados. Sus mentes se vuelven endurecidas, y se obstinan a seguir los deseos de su cuerpo y de la mente haciéndose enemigos de la verdad y de la realidad Espiritual. En 2 Co. 3:14 dice:

14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.

También en Ef. 2:3 afirma:

3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Y en Col. 1:21 menciona:

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras,

Pablo en Romano 8:5:8, sigue:

5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

El hombre natural está convencido que es libre de hacer todo lo que más le da la gana. En esto pensamiento mismo se revela, que el hombre natural está totalmente esclavo de su ego que es dominado por la voluntad de Satanás. Solo puede hacer lo que a él le parece mejor. Solo puede pensar en hacer acciones donde su ego, de una forma u otra, recibe algo a cambio. Esto, normalmente se basa en su vanagloria. Por esto se dice que sus pensamientos son subjetivos y los que parecen objetivos, siempre tienen una recompensa subjetiva. El programa de mundo en esto se basa, seguir fielmente la Ley del conocimiento de  bien y del mal a su favor. No quiere, ni puede aún pensar, en la Ley del Espíritu de Vida. Esta Vida Espiritual es ajena al viejo programa del mundo, que está instalado en su mente, y no puede seguirlo.

En seguida, después de haber creído en la obra de Cristo el nuevo creyente ya piensa de haber recobrado su libertad. Pero muy pronto, ve otra ley en sus miembros que no sigue la Ley del Espíritu de Vida. La ley que ve, no es otra cosa que la vieja ley del conocimiento del bien y del mal que consiste en la voluntad de Satanás. Su mente, su voluntad, sus deseos y sentimientos siguen por mucho tiempo siguiendo esta ley, a  pesar de la unción del espíritu, el sello del Espíritu y las arras del Espíritu. Todas estas, representan solo una “cabeza de playa”, todo el resto del alma y del cuerpo sigue bajo la ley del conocimiento del bien y del mal.

Solo desechando mediante su voluntad, todo lo que el Espíritu pone en evidencia en su corazón, debido a creer mediante la fe, en la obra de Cristo, podrá el nuevo convertido dar la posibilidad al Espíritu, poder avanzar en su corazón. Es de esta forma que “El Hacker”, provee a formatear poco a poco, más partes del alma, hasta que Cristo sea formado en su nuevo corazón, hasta que todo el disco duro sea totalmente formateado y en él, sea instalado el nuevo programa del Espíritu de Vida.
Un programa solo puede funcionar bien si el disco duro está totalmente formateado y sobre él está instalado totalmente un nuevo programa. Esto nos tendría que hacer entender que antes de hacer “buenas obras” tenemos que tener Cristo formados en nuestros corazones. El ejemplo del disco duro tendría que servir para que podamos entender, que no podemos adelantarnos en hacer “buenas obras” porqué lo que hacemos sería por medio del antiguo programa y no serviría para nada, a los propósitos del Espíritu. Para el Espíritu del Dios Triuno es fundamental el origen de un acto. El quiere que el hombre origine sus acciones, mediante el nuevo sistema operativo, y no con el antiguo.

A pesar que el primero amor puede ser genuino, este está incapacitado para producir “buenas obras”. Su misión primordial es poder desechar más y más la vanagloria que encontra en su alma, para dar la posibilidad al Espíritu de Vida de avanzar en todo su nuevo corazón.
De esto primer amor, se aprovechan muchos “hermanos”, sabiendo que los nuevos convertidos son muy pronto en hacer todas unas multitudes de actividades. Están pronto para sacrificarse, y donar mucho dinero personal. Todas estas actividades, no servirán para nada, a su progreso espiritual. Todo lo que hacen en realidad, es como cavarse su propia tumba bien profunda, ensanchando su “ego”.

En alguna “iglesias”, le convienen muchos los nuevos convertidos, porqué representan una mina de oro para ellas. De allí, multiplican sus esfuerzos, no solo para hacer nuevos creyentes, más para aprovecharse de los que  ya tienen.

Hermanos y hermanas, la Iglesia tiene la responsabilidad, de alertar a los nuevos convertidos, de esta situación, y no promover acciones que induzcan a los nuevos convertidos a volcarse en hacer obras muertas.

Hermanos y hermanas los nuevos convertidos necesitan mucho apoyo Espiritual, sobretodo, tienen que encontrar por lo menos un mentor fiel y verdadero, un verdadero discípulo, un Huíos Verdadero de Dios, que los pueda asesorar, en todas sus necesidades espirituales. Los nuevos convertidos tienen que sentirse en la libertad de confiar sus problemas con su mentor, para que este sea su apoyo espiritual, en esta fase tan difícil.

Es con mucho pesar, que tengo que admitir, que esto no es el caso, en la mayoría de nuestras iglesias, y la verdad es, que los nuevos convertidos, están siendo aprovechados por fines no espirituales. Las mayorías están abandonadas espiritualmente a su triste destino. Cierto, en apariencia se le permite hacer muchas obras, pero la principal no es, ni salvaguardar, ni prosperar su Vida Espiritual.

Hermanos y hermanas, la actividad principal de la Iglesia, tendría que ser, de producir discípulos, Huiós, Vencedores, y solo después, buscar nuevos creyentes.

Hermanos y hermanas, si primeramente no hay Verdaderos Discípulos,

¿Quién cuidará las nuevas ovejas?

Hay que admitir que la gran mayoría de nuestras iglesias están repletas de “niños en Cristo” que juegan a ser discípulos, y esta, es una triste realidad. De esta manera estas iglesias, ya están muertas.

Hermanos y hermanas, son por estos motivos, que tenemos tan pocos nuevos creyentes, que llegan a su madurez espiritual, teniendo a Cristo formado en sus corazones.
Son por estos motivos, que el Cuerpo de Cristo, tarda tanto a formarse. Hay la tendencia de dar un paso más grande de lo que podemos realmente dar.
El Cuerpo del Espíritu de Cristo procesado, es formado por creyentes que tienen a Cristo formado en sus corazones. Solo los que tienen el disco duro totalmente formateado y donde se ha instalado el nuevo programa de Vida del Espíritu, son considerados los Vencedores, los Verdaderos Huiós del Espíritu de Dios, los Verdaderos Reyes y Sacerdotes Santos.
Todo el resto, solo entrará en el cielo solo como por el fuego, en calidad de “porteros” del Templo. En Ez. 44:10,14 dice:

10 Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad.
 11 Y servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para servirle.
 12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano y jurado, dice Jehová el Señor, que ellos llevarán su iniquidad.
 13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron.
 14 Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse.


Será una actividad agradable, pero no se puede aún ni comparar, con los que podrán ministrar al Espíritu del Dios Triuno, cara a cara. Son por estos motivos, que en el Rema del Señor los que entraran en el cielo como por el fuego se numeran como millones de millones, y a los Huiós solo como miles de miles. En Dan. 7:11 se nos dice:

10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.

En 2 Co. 11: 3,4, Pablo nos advierte:

2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.
 3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
 4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;

Ser una virgen pura a Cristo, es sinónimo que nuestro disco duro ha sido totalmente formateado y en el instalado el nuevo sistema operativo del Espíritu de Vida con todos sus sub programas.

Hermanos y hermanas, tener nuevos creyentes, es fundamental en la Iglesia, pero es también fundamental, que estos “niños en Cristo” lleguen a tener el Espíritu de Cristo formado en sus corazones.
A Satanás le conviene tener niños en Cristo que ya se creen discípulos, que ya se creen de tener el Espíritu de Cristo procesado formados en sus corazones. Ya ha ganado la batalla, porqué:

¡Porque progresar si ya soy un verdadero Huiós de Dios! Y……

¡Ya puedo hacer toda obra, soy un buen discípulo!

¿No es verdad que por sus obras los conoceréis?

Satanás nos deja tranquilos, en pensar que somos buenos creyentes a menos,….a menos que pedimos al Señor de probarnos con todos los medio que Él retenga útiles, para que  los niños en Cristo, puedan  llegar a tener la seguridad, de ser verdaderamente Huiós Suyo.

Hermanos y hermanas, solo con esta específica y simple oración, el Espíritu tendrá carta blanca para que comprendamos los lejos que estamos, de ser considerados por el Espíritu, Huiós del Espíritu de Dios. No hay muchos “niños”, que quieran ponerse en las manos del Espíritu con esto propósito. En su interior saben, que las consecuencias pueden ser muy devastadoras. Y….ciertamente siempre los son. Formatear nuestro disco duro, siempre es muy doloroso. Sin un verdadero dolor nunca sabremos en que consiste experimentar continuadamente la muerte, que ya proporciono Cristo en la Cruz, en nuestro corazón, para que la podamos experimentar en nuestra experiencia.

Hermanos y hermanas me reto, y os reto, para que el Señor se sienta libre para probarnos en el más íntimo de nuestros corazones, para que toda la realidad de la verdad salga a la luz, y podamos aprovechar este reto para ser transformados con Su ayuda, en una Gloriosa Victoria del Espíritu. En He 10:31,39 se dice:

31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
 32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
 33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
 34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
 35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
 37 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
 38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
 39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Hermanos y hermanas, este es el camino de los Gloriosos Vencedores de Sion, de los que llegaron a conocer su Huiothesia, de los que llegaron a ser verdaderos discípulos, de los que llegaron a ser parte de la Novia del Cordero, de los que serán parte de la Nueva Jerusalén, de los miles de millares, que hacen parte del Cuerpo del Espíritu de Cristo procesado.

El alma del hombre natural, es controlada por sus deseos, pasiones, sentimientos y emociones y su voluntad, hace lo que estas funciones desean. Por esto Pablo en Ro. 7: 6-15-19, dice:

5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

Desde la caída, el hombre, está aseñorado por las partes más viles de su alma y lo peor es que su parte más poderosa en su alma, la voluntad, le sigue el juego. La parte más notable, la voluntad, no tiene potestad en dominar las partes más groseras. Incluso los iluminados antes de la cruz, incluso los niños en Cristo después de la cruz, su voluntad no tiene ningún poder. Solo los Vencedores los que han llegado a la Huiothesia, puede llegar a ser más que Victoriosos. Por esto el Apóstol Pablo decía en Gal. 4:19,

19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Por esto los niños en Cristo no sirven para servir al Señor cara a cara. Todos ellos no pueden seguir ni el Espíritu de Vida, ni su voluntad, son todos esclavos de las partes más brutas de su ser. De allí todo lo malo que hay en la tierra.

En el hombre espiritual, su espíritu vuelve a tener la supremacía de su ser, mediante la comunión, la intuición y la consciencia.
En su alma la voluntad vuelve a ser la parte más importante de nuestra alma, porque es la voluntad, la que expresa en verdad, lo que somos. Es importante distinguir las partes más importante, porque es allí donde tenemos que trabajar con más intensidad. Si nuestra voluntad, sigue el liderazgo de nuestra nueva consciencia, tendremos ganado una buena batalla.
La voluntad, tiene que ser entrenada por nuestra consciencia, y solo es posible si tenemos instalado el nuevo sistema operativo que funcione correctamente en todo nuestro ser. La voluntad tiene que ser el centro de la actividad de nuestra alma, no los antiguos sentimientos, pasiones, emociones y deseos.

Hay otro elemento importante que tenemos que cuidar y es nuestra mente, es por esto que el Apóstol Pablo en Ro. 12:2 nos dice claramente:

2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Y en 2 Co. 12:16:

16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Un hermano una vez me dijo, pero como podemos renovar nuestra mente, como podemos tener la mente de Cristo en nuestra experiencia.

Hermanos y hermanas, vuelvo a lo que dije antecedentemente, hay que confiar en el Señor que no nos va a da una prueba más gravosa de la que podemos soportar, como dice en 1 Co 10:13 dice:

13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Y decirle al Señor en plena confianza:

“SEÑOR PRUEBAME TODO LO QUE SEA NECESARIO, AL FIN QUE PUEDA TENER LA MENTE DE CRISTO EN MI CORAZÓN, PARA QUE PUEDA SER GLORIA TUYA.”

Hermanos y hermanas, a partir de esta declaración, hay que estar despierto a todo lo que pasa en las circunstancia de nuestra vida, para poder distinguir claramente todo lo que Él Espíritu de Vida, nos enseña que tenemos que deshacer. Mas vanagloria desechemos, más el Espíritu podrá entrar nos solo en todo nuestro Espíritu, más podrá entrar más y más en nuestra alma, comenzando con nuestra voluntad y nuestra mente, para terminar con nuestros sentimientos, pasiones, emociones y deseos.

Ya nuestra mente no producirá pensamientos, imaginaciones, e imágenes impuras, ni ideas confusas e incontroladas. Su poder de concentración estará firme en la Vida y la realidad del Espíritu, su menoría volverá a ser más ágil. Como hombre natural tenía muchos prejuicios y obsesiones, pero ahora puede ver un cambio en todas estas actividades. Sus pensamientos de ser desordenados, y que no podían regular su vida mental, ahora, mediante el renuevamiento que produjo el Espíritu, se vuelven más puros y serenos. Ya tiene otro tipo de sueños, más tranquilos, más claros y sosegados.

Hermanos y hermanas, hemos visto como puede ser renovada nuestra voluntad y nuestra  mente. Mediante la fe tenemos que librarlas del poder de mundo, mediante la fe en la obra de Cristo, y podemos recibir una Nueva Vida en ellas mediante la obra del Espíritu de Cristo procesado. Si no dejamos al Espíritu formatear nuestro disco duro, Él no podrá hacernos experimentar esta maravillosa Nueva Vida.
Hemos visto que para poder hacer esto, Él necesita que nosotros, mediante la fe sepamos desechar todo lo que Él vea que tiene que ser desechado. A saber es toda  nuestra vanagloria en todos los aspectos de nuestra vida.
Cumpliendo estos requisitos el Espíritu podrá terminar su plan de rescate y ciertamente llegaremos a experimentar nuestra Huiothesia, a ser Verdaderos Huiós de Dios, a ser los Verdaderos Vencedores de Sion, parte de Cuerpo de Cristo, parte de Su Iglesia, partes de la Esposa del Cordero, partes de su Reyes y Santos Sacerdotes que Lo servirán, parte de los miles de millares.
Todo puede comenzar mediante la oración que ya tenemos hecho antecedentemente:

“SEÑOR PRUEBAME TODO LO QUE SEA NECESARIO, AL FIN QUE PUEDA TENER LA MENTE DE CRISTO EN MI CORAZÓN, PARA QUE PUEDA SER GLORIA TUYA.”

Yo estoy dispuesto, ¿Estás dispuesto Usted?

¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?

Armando Zanolla

Berlín el 27 de noviembre del 2014

viernes, 21 de noviembre de 2014

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN



YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

'UNA CARTA ABIERTA'


IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA HISPANA BERLIN

EL ESPÍRITU HUMANO

Lecturas bíblicas:

Ro. 8:10c; Ecc. 8:8; Ro. 8:12; Pr. 20:27; Job 32:8; Zac. 12:1; Mal. 2:15; Ro. 1:9; Gá. 6:18; Ro. 8:16; 1 Co. 2:11; Jn. 4:24; Sal. 51:10; 1 Co. 5:3; Ef. 6:18; 2 Ti. 1:7;

Es muy triste, que después de 2000 años de la venida del Señor, el hombre natural sigue viviendo en la obscuridad por lo que se refiere a las leyes que gobiernan su ser. Aún tienen varias opiniones de cómo es formado su ser. Muchos creen que en su alma se alberga su espíritu, así que el hombre solo es formado por el alma y por el cuerpo. De hecho hay en el mercado mucho material al respecto, pero en hombre natural, no tiene el tiempo para leer y comprender con la ayuda del Espíritu.

Esta es otra de las muchas lecturas que hablan sobre el tema. En el Rema del Señor se dice en 1 Th. 5: 23:

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

En esta lectura vamos a considerar las funciones principales del espíritu del hombre. El Rema del Señor dice en Proverbios 20:27:

“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más
profundo del corazón”.

En Job 32:8 afirma:

“espíritu hay en el hombre”.

En Salmos 31:5 señala:

“En tu mano encomiendo mi espíritu”.

En Zacarías 12:1, atestigua:

“extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él”.

Y en Malaquías 2:15, leemos:

“Guardaos, pues, en vuestro espíritu”.

En Ro. 1:9 comenta:

9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo,

En 1 Co. 14:14-16 expone:

14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
 16 Porque si bendices sólo con el espíritu,

Así el espíritu del hombre es una verdad y una realidad. Solo un necio lo puede negar con el presupuesto que no cree el rema del Espíritu. El hombre, es un ser fundamentado sobre el principio o la Ley del libre albedrío, pero hay partes en él, que no pueden seguir este principio.
Estamos hablando del Espíritu del hombre.
Mientras que el alma y el cuerpo están sujetos a la Ley del libre albedrío, su espíritu no lo es. Este es un principio fundamental, que, si no se entiende correctamente, genera todas unas series de pensamientos y especulaciones, que producen todas unas series de conceptos, que están fuera de la verdadera realidad espiritual.

No es difícil entender que el libre albedrío, tiene acceso a todas las partes de nuestra alma y nuestro cuerpo, es decir:

“Todo lo que puede producir nuestra mente, nuestros conocimientos, nuestras emociones, nuestros deseos, nuestros sentimientos, incluyendo todo lo que hace nuestro cuerpo, viven y se desarrollan bajo la ley del libre albedrío del hombre, y de su voluntad”.

Lo que no puede controlar nuestra mente y nuestra voluntad, son las funciones de nuestro espíritu, y por este motivo, el espíritu, nunca puede estar sujeto al libre albedrío.

Tenemos que admitir que a pesar que el espíritu del hombre no está sujeto al libre albedrio del hombre, si es influenciado directamente por las acciones de su alma y su cuerpo.

El espíritu del hombre tiene tres partes a saber: la conciencia, la comunión y la intuición.

La conciencia no puede ser controlada ni por nuestra mente ni por nuestra voluntad.

La comunión no puede ser controlada ni por nuestra mente ni por nuestra voluntad.

La intuición no puede ser controlada ni por nuestra mente ni por nuestra voluntad.


El espíritu tiene las funciones de fielmente recibir y enviar datos, interpretarlos y analizarlos y por tanto no puede tener libre albedrio. El espíritu solo puede hacer estas funciones o no hacerlas, se dice así que puede vivir o morir. No puede decidir cómo hacerlas, las hace fielmente como ha sido determinado por su Creador.
Si el espíritu recibe la justicia del Espíritu del Dios Triuno en él, puede vivir. Es entonces que el espíritu, podrá tener los beneficios del su comunión con el Espíritu de Dios, y podrá eventualmente actuar con el propósito que fue creado. En Ro. 8:10c se dice:

mas el espíritu vive a causa de la justicia.

El espíritu vive por causa de la justicia. Cuando el hombre no se beneficia de la justicia del Espíritu de Dios, de consecuencia su espíritu está muerto. Sus funciones ya no están capacitadas para interpretar la Verdad y la Vida del Espíritu.

Si el espíritu no es controlado por el Espíritu de Dios (Debido al pecado) se vuelve pasivo, y se dice que está muerto. La voluntad del hombre no lo puede retener vivo, como se dice en Ecc. 8:8 que dice:

8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu,

Cuando estás “muerto”, el espíritu no participa en la vida del alma y del cuerpo, no sea por una conciencia corrupta que se amolda a la mente del hombre, siguiendo la ley del conocimiento del bien y del mal. Analizar lo que representa el bien o mal según los intereses personales del hombre natural. En estas circunstancias antes de la cruz, la conciencia, no tiene potestad de seguir la Ley del Espíritu, solo puede seguir la ley del conocimiento del bien y del mal fundamentada en el ego del hombre. Por lo tanto no tiene libre albedrío.
Es por esto hecho, que la voluntad del hombre, nada tiene que ver en las operaciones de nuestro espíritu.
De hecho, no es la voluntad del hombre que hace morir las obras de la carne, más es la voluntad del Espíritu mediante la obra de la Deidad, que lo hace posible. Como se dice en Ro. 8:12,

13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

El no entender y comprender esta Ley tan básica, da pie a otras series de herejías, que ofuscan la verdad, y son un impedimento gravoso por una vida en el Espíritu normal.
Cuando somos insertados en el Espíritu Vivificante de Cristo, debido que el pecado ha sido quitado, por la obra de Cristo, el Espíritu del Dios Triuno vuelve a tener el liderazgo absoluto de nuestro espíritu que ha nacido de nuevo y ahora Vive. Incluso el Espíritu del Dios Triuno no tiene libre albedrío, solo puede hacer lo que es justo.
El Espíritu de Cristo procesado, no se mescla con un espíritu que ya no tiene ninguna función. La comunión perdida no recibe ya ninguna información de parte del Espíritu del Dios Triuno, deja simplemente de funcionar y sufre las consecuencias del pecado del alma y del cuerpo. Se puede decir que el espíritu, no se contamina por el pecado, simplemente deja de funcionar. Esta es una ley espiritual.
Él Espíritu, vuelve a comunicarse con nuestro espíritu, cuando el pecado es quitado de medio. Es cuando el Espíritu del Dios Triuno, deposita así simbólicamente Su unción, Su sello, y Sus arras, como testimonio de todo lo que Él va hacer en el alma y cuerpo del nuevo Glorioso Hijo de Dios. Le dice simbólicamente a la comunión, la intuición y a la consciencia: “Volvemos a trabajar juntos otra vez”.
Es de esta manera que nuestro espíritu, vive para ser la morada del Espíritu Santo como se dice en 1 Co. 3:16:

16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

y en Ef. 2:22 que dice:

22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Lo que pasa es que el Espíritu, hace “morada” con su voluntad, mediante la comunión, en la intuición y en la consciencia del hombre, para que sus efectos lleguen hasta el cuerpo. Así el Espíritu no nos llena espiritualmente con su esencia haciéndonos Dios-hombre, simplemente nos llena y envía su voluntad vía la comunión, la intuición, y la consciencia para que estas se las envíen a nuestra mente y la mente a nuestra voluntad y a nuestro cuerpo saturándonos de sus conocimientos. No consiste en ocupar, consiste más bien en hacer conocer la voluntad del Señor a nuestro corazón.

Antes mencionamos las funciones del espíritu, la conciencia, la comunión y la intuición. Ahora vamos comprobar cómo funcionan estas funciones.

LA COMUNIÓN

La comunión es una función del espíritu y denota si el espíritu está o no en comunión con el Señor. En Jn. 4:24; dice:

24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Y en Ro 1:9 dice:

9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo,


Y en 1 Co 6:17 dice:

17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

Ahora bien si uno está unido con el Espíritu del Señor tiene que tener comunión con El, como lo define la “Word reference”:

La comunión es una unión o contacto entre personas o cosas.”

La comunión, debido a esta unión o contacto, con el Espíritu del Señor, tiene unos efectos evidentes en las vidas de las personas que la tienen. Todas ellas pueden disfrutar del reposo con Él Señor, pueden disfrutar serenidad, calma, sosiego, paz y armonía, no solamente con Él, más con las personas a su alrededor.

La comunión con el mundo, tiene otros efectos evidentes, como: actividad,  inquietud,  excitación, intranquilidad, enemistades, tensión, no solamente en su corazón más también con las personas a su alrededor.

La comunión se puede paragonar a un sintonizador digital. Y al mismo tiempo a un trasmisor. Hay varios valores en la calidad de comunión con el Espíritu, en el Glorioso Hijo de Dios.
Más la comunión es perfecta y mejor puede sintonizarse con el Espíritu del Dios Triuno.
Menos sea la calidad de la comunión, menos será su sintonización con el Espíritu del Dios Triuno.
Mientras en el primer caso todos los datos recibidos son inteligibles, en el segundo casa, los datos se hacen  ininteligibles. Si la comunión no es perfecta la sintonización no es buena y la comunión no recibe correctamente los datos del Espíritu.
Los datos que envía la comunión a nuestra intuición, en este caso, debido que son defectuosos, la intuición los interpretará de  manera incorrecta. A su vez enviando la intuición estos datos corruptos, a la consciencia, la conciencia enviará a muestra mente algo que no es la realidad ni la voluntad del Espíritu del Dios Triuno y nuestra mente se vuelve así carnal actuando de forma carnal.
Cuando la comunión está sintonizada correctamente, nuestra mente recibirá una información correcta de nuestra consciencia y actuará de una manera espiritual normal.
La principal causa de nuestro inadecuado comportamiento, reside en cómo está sintonizada nuestra comunión con el Espíritu del Dios Triuno, y como nuestra intuición esta sintonizada con nuestra consciencia y como nuestra consciencia esta sintonizada con nuestra alma.
Cuando tenemos comunión con el Señor, nuestra conciencia no solo siempre réproba al pecado, también reprueba lo bueno que nuestra mente aprueba, si no es según la voluntad del Espíritu. En una situación de comunión nuestra consciencia solo aceptará la voluntad del Señor. Lo excelente de nuestra consciencia en comunión con el Señor, es que reprueba nuestros pensamientos, aun antes que nos dispongamos a hacerlo. La consciencia lo ve todo tanto que se la conoce como los ojos del Espíritu.
Es por esto, que nuestra consciencia tiene que primeramente tener la consciencia de haber sido totalmente purificada por la sangre de Cristo como menciona He. 9:14:

4 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

El Glorioso Hijo de Dios, no debe tener la menor acusación en su consciencia. Solo la sombra de un pecado hace que todo nuestro espíritu se vuelva inactivo, sin poder comunicarse propiamente con el Espíritu del Dios Triuno. Es por esto motivo que Satanás persiste en acusarnos, para que perdamos nuestras propiedades espirituales. Pero en Ro. 8:33,34 dice:

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Estos versículos tienen que darnos la certeza de nuestra realidad espiritual frente a las acusaciones de Satanás. Cuando fuimos cortados del olivo silvestre e insertados en el olivo cultivado, hemos sido completamente justificados, no solo la ramita, también fue justificada la savia no regenerada en el interior de la ramita. En potencia fueron justificados todos los pecados que esta savia iba a producir en el futuro. Es por esto motivo que Satanás no tiene bases por acusarnos.

Es solo mediante una consciencia regenerada, que el Glorioso Hijo de Dios puede comprender todo lo que su corazón tiene que desechar. Ser fieles a la consciencias hace que el Espíritu provea para santificar a todo el corazón y a todo el cuerpo.

Si un hijo de Dios descuida de seguir los dictámenes de su consciencia en comunión con el Espíritu, de inmediato se interrumpe la comunicación entre el Espíritu, y la comunión distorsiona todas las funciones del Espíritu.

En el momento que el Espíritu del Dios Triuno está formado en nuestro corazones, es cuando todo nuestro espíritu, juntamente con nuestra consciencia tienen la sensibilidad del Espíritu de Cristo procesado.

De otra manera si nuestra consciencia nos condena a pesar que tenemos la justificación de la sangre de Cristo, nuestro deber es juzgarnos, y confesar al Señor nuestros pecados, por pequeños que sean. Solo así podremos restablecer la comunión y proveer que todas las funciones de nuestro espíritu puedan seguir trabajando con normalidad.

De lo contrario si el Hijo de Dios busca escusas para cubrir su pecado, esto no lo puede hacer nunca, mediante la mente, debido que es la consciencia  que nos habla de la voluntad de Dios, mientras nuestra mente nos habla de nuestros razonamientos. Es por esto que nuestra consciencia siempre nos condenará si no confesamos nuestras faltas.
También es común en caso de cometer algún pecado, volcarse en muchas obras para intentar a placar nuestra consciencia. Pero al doblar nuestra consagración carnal, no va hacer callar la voz de nuestra consciencia. Se necesita una confesión detallada, para que las funciones del espíritu puedan volver a funcionar correctamente
Un creyente que se resiste a aceptar lo que dice su consciencia, nunca podrá progresar espiritualmente. Su espiritualidad es totalmente imaginaria y no está calificado para andar según el Espíritu.
Los pecados tienen que ser confesado de modo detallado y progresivo, uno a uno, hasta que todos hayan sido eliminados. Si amontonamos pecado sobre pecado, nuestra consciencia se hará totalmente inservible, debido que ya no tiene pena alguna y se trasformará como alguien que ha perdido la capacidad de hablar.
Muchas veces, oímos oraciones impresionantes, canticos hermosos, creyentes que levantan las manos aclamando aleluya, pero pregunto:

¿Cómo está vuestra consciencia? ¿Cómo es realmente vuestra espiritualidad?

Hermanos y hermanas, antes de todas estas manifestaciones, hagamos caso a nuestra consciencia, juzgándonos de la manera que lo haría el Señor cuando estaremos delante del Trono Blanco, porque si así lo haremos, no seremos juzgados con el mundo. Come se dice en 1 Co. 11:32:

32 más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

Ciertamente seremos disciplinados, pero recuperaremos nuestra comunión y esto es lo que sirve para tener la Vida, en nuestro hombre interior.

Nuestra comunión es relativa al conocimiento o a la luz que tenemos recibido. Mi comunión no es tuya, ni la de tu compañero. Cada uno tiene su específica comunión. Yo puedo ser meno espiritual que tú, pero si yo vivo la realidad de mi conocimiento o de mi luz, por esto tengo comunión con el Señor.
Tú que eres más espiritual que  yo, pero no vive tu realidad, pierde tu comunión con el Señor y ya no progresa.

En resumen:

Como primer paso la comunión tiene la función de sintonizarse con el Espíritu y enviar los datos a la intuición.

Como segundo paso, la intuición recibe los datos de la comunión los interpreta y los envía a la consciencia, para ser analizados.

Como tercer paso, la conciencia analiza los datos y los envía a nuestra mente. Aquí pasamos desde las funciones del Espíritu a las funciones del alma.

Como cuarto paso, nuestra mente, parte de nuestra alma, recibe los datos de la conciencia y los envía a nuestra voluntad.

Como último paso nuestra voluntad pone en marcha nuestro cuerpo, el cual ejecuta la acción.

LA INTUICIÓN

Un claro ejemplo de intuición es lo que vemos en Mar. 2:8 que dice:

8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?

No solo vemos la intuición del Señor en acción, más Marcos nos dice que esta reside en el espíritu. Es un sentir interior donde no interviene nuestra mente. En 1 Co. 2:11 dice:

11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Las revelaciones del Espíritu de Dios, se perciben por medio de nuestra comunión, la cual, la hace llegar a nuestra intuición. La mente recibe, todo lo que pasa en el resto de nuestra alma y al nuestro cuerpo.
Mientras que nuestra intuición hace parte de nuestro espíritu. La mente hace parte de nuestra alma.
Nuestro ambiente exterior puede influenciar nuestra mente de varia manera, pero nuestra intuición nunca se deja influenciar por el mundo, si esta está en comunión con el Señor.
Un detalle importante de la función de nuestra intuición es que no solo puede interpretar lo que recibe de nuestra comunión, más también lo que detecta del mundo exterior.
Un Glorioso Hijo de Dios en comunión con el Señor siempre capta la verdad acerca de un asunto debido a que tiene una sensibilidad directamente conectada con el Espíritu de Dios, y no se deja influenciar por el mundo.
El hombre natural no recibe en su intuición, las opiniones de la Ley del Espíritu debido a una falla en las comunicaciones, solo puede opinar sobre un asunto por medio de su mente.
Podemos decir que la intuición es el órgano sensitivo de nuestro espíritu y que interpreta la voluntad del Espíritu de Dios, cuando un ser está en comunión con el Señor.
También podemos decir que la intuición interpreta desde la perspectiva del Espíritu de Dios, lo que hace el mundo que está a su alrededor.

Todas estas funciones son directamente proporcionales a cuanto el Espíritu de Dios está en comunión con el corazón del hombre. Mejor es la sintonización, y mejor es la comunión. A pesar que nuestro espíritu capte la verdad mediante la intuición en nuestro espíritu, al pasar la información a la mente del corazón puede no ser entendida claramente por este, debido que su corazón todavía es carnal.
Muchas veces tenemos que tomar decisiones en nuestra vida. Muchas veces estas decisiones nos parecen muy razonables, nos parecen buenas, no vemos nada malo en ella, y tomamos la decisión de hacerlas. Sin embargo, un Glorioso hijo de Dios que está en comunión con el Señor, puede advertir un sentir interno, que se opone a una decisión ya hecha y aceptada por su mente. Este sentir, es como una voz interior, que lo advierte de suspender todo y de no seguir adelante. Por tanto a pesar que una acción sea legitima y con buenos propósitos, esta vocecita se hace siempre sentir más y más autoritativa dando su opinión. Esta es la voz de nuestra consciencia la cual fue instruida por medio de la intuición, que nos informa que el Espíritu del Dios Triuno no está de acuerdo con nuestra decisión.

La intuición no solo está en comunicación con la comunión, pero está también en contacto con nuestra conciencia. Más pobre esté nuestro corazón espiritualmente, más difícil es para nuestra intuición hacer que la Ley del Espíritu de Vida llegue a nuestra conciencia correctamente y que esta última envíe una señal clara a nuestra mente.
Una persona antes de la cruz, puede entender una cierta situación con su mente y puede producir una cierta acción, pero entender no es igual que conocer. El conocer pertenece exclusivamente al Espíritu, mientras el entendimiento es proprio de la mente. El entendimiento puede fallar, el conocimiento nunca falla en conocer la voluntad del Señor. El Espíritu trasmite Su conocimiento hasta la mente del Glorioso Hijo de Dios, para que su entendimiento lo pueda entender. En el conocimiento viene depositada la voluntad del Espíritu del Dios Triuno y una mente en comunión con el Señor la puede recibir.

La intuición tiene otra función importante. Tiene que ver con la unción del Espíritu. Cuando nacimos de nuevo el Espíritu ungió nuestra comunión, nuestra intuición y nuestra consciencia. En 1 Jn. 2:20-27 dice:

20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
 23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
 24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
 25 Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
 26 Os he escrito esto sobre los que os engañan.
 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

Y en Mr. 2:8 se dice:

8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?


Vemos la relación estrecha entre la comunión, la intuición, la conciencia y la unción del Espíritu. El espíritu por medio de la comunión, la intuición, la conciencia hace conocer todas las cosas en nuestro espíritu. El Espíritu envía su conocimiento en nuestro espíritu. Nosotros buscamos el conocimiento en nuestro espíritu, no en el Espíritu Santo. No hay distorsiones entre el Espíritu Santo y nuestro espíritu si existe una comunión correcta. Las distorsiones pueden generarse entre nuestra comunión cuando esta no tiene comunión con el Señor. No fue el caso de Jesús, el conoció en su espíritu y habló lo que su mente había recibido de su espíritu. Es interesante notar que podemos discernir lo que dicen la gente, no con nuestra mente, más con nuestro espíritu y esto es debido a la funciones de nuestra comunión, de nuestra intuición y de nuestra consciencia. La gente habla, nuestro espíritu lo percibe, y debido que esto, está en directo contacto con el Espíritu, puede determinar lo que la gente dice.

¿Cómo hace el espíritu para hacer nuestra intuición tan sensible?

¡Por medio de la unción continua por el Espíritu, de nuestra comunión, nuestra intuición, y de nuestra conciencia!

La unción es como poder sintonizar una emisora con una fuente. Con mucha suavidad el Espíritu masajea mediante la unción del Espíritu, nuestra comunión, nuestra intuición, y nuestra conciencia y estas producen un ulterior untar a nuestra alma, para que nuestra mente, pueda comprender todas las cosas que provienen del Espíritu.
Para hacer la voluntad del Señor, el Glorioso Hijo de Dios, tiene que seguir la dirección de su conciencia, y no de su mente. La responsabilidad que tenemos es poder comprender nuestra consciencia y seguir los dictamines de nuestra nueva consciencia. Si vemos que no podemos oírla, o que no funciona correctamente, quiere decir que nuestro corazón es todavía muy carnal y necesitamos primero desechar todo lo que el Espíritu nos hace conocer que tenemos que desechar, y normalmente, es toda nuestra vanagloria.
Más vanagloria desechamos por medio de la fe en la obra de Cristo, más el Espíritu podrá hacer conocer en nuestros corazones la voluntad del Señor.
Son por esos motivos, que sugerimos a los recién convertidos, que aguarden de servir al Señor mediantes obras. Esto es debido que no tiene un conocimiento todavía claro de la voluntad del Espíritu. Necesitan primero permitir al Espíritu poder avanzar claramente hasta su corazón, mediante una comunicación clara y solo después podrán conocer la voluntad del Señor.

Miramos ahora otra faceta de la intuición, la revelación y la sabiduría. En Ef. 1:17 se dice:

16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.


La Revelación es conocer la realidad del Señor, primeramente mediante nuestro espíritu y después mediante nuestra alma. Un cristianismo si una revelación personal del Espíritu, no sirve para nada, sería solamente el producto una operación de su entendimiento.
Una fe basada en el entendimiento es vana, no sirve a nada, delante de una prueba, siempre se derrumba.
De otra manera una fe basada en el conocimiento de la voluntad y de la obra de Cristo siempre será más que vencedora, frente a una prueba.
Hay millones de millones de personas en este mundo, que dicen que han creído. Su creencia, se basa en lo que ellos han captado en sus intelectos, la llamamos una fe intelectual, y de nada sirve espiritualmente. Todos ellos están todavía esclavos en sus delitos y pecados. Piensas que son salvos, e Hijos del Espíritu de Dios, pero de hecho no lo son.
Solo recibiendo a Cristo en nuestros corazones, solo recibiendo Su Espíritu Vivificante en nuestro espíritu, puede hacernos comprender la realidad de todo lo que el Espíritu del Dios Triuno hizo a nuestro favor además de su voluntad. Esto produce una fe salvadora que tendrá poder para que lleguemos a ser Huiós verdadero del Espíritu del Dios Triuno, conociéndolo íntimamente, debido a que está formado en nuestros corazones. En Jn. 17:3 dice:

3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Así la Vida Eterna es ahorita, no tenemos que esperar la muerte y la resurrección para recibirla. Ya podemos tenerla hoy con el fin que el Espíritu de Cristo procesado, sea formado en nuestros corazones. Esta es la realidad del Glorioso Hijo de Dios.
Dos seres de diferentes especies, lo tienen muy difícil a comunicarse entre ellos. Intente Usted a comunicarse con un león o con un tigre. La empresa puede resultar un tanto difícil y peligrosa, especialmente se lo intentamos cuando tienen ya algunos años. El Espíritu del Dios Triuno tiene esta tarea, la de llegar a conseguir una comunión entre seres de una especie diferente. El hombre antes de la cruz es un ser que no es hecho a imagen y semejanza del Espíritu del Dios Triuno. Le falta el espíritu activo. En estas condiciones es imposible establecer una comunión con el Señor. Por esto el Señor ni lo intenta. Es por esto que necesitamos voluntariamente recibirlo primero, para que por medio del espíritu, podamos comunicarnos con Él.
Hemos visto que a pesar que un Hijo de Dios tiene un nuevo espíritu, es muy difícil establecer una buena comunicación entre su espíritu y el Espíritu del Dios Triuno. Se necesita la continua unción del Espíritu en nuestro espíritu y en nuestras almas, para que esto pueda ser una realidad. Solo si nuestra comunión, nuestra intuición, y nuestra conciencia, gozan de una comunión continua con el Espíritu, pueden conocer las verdades profundas de la sabiduría y del conocimiento del Espíritu del Dios Triuno. Pero esto no se produce de manera automática, hay primeramente la necesidad que el Espíritu Vivificante progrese mediante una comunicación correcta hasta el corazón del creyente, desde su espíritu hasta su mente, sus sentimientos, sus deseos, sus emociones, su voluntad. Ya hemos visto que esta progresión necesita previamente que se deseche del corazón, todo lo que el Espíritu vea un impedimento para que Él pueda comunicarse. Es un proceso largo, nuestros patriarcas tuvieron que esperar hasta más de 15 o 35 años para que esto fuera su realidad en sus vidas.
El progreso espiritual se mide según la sumisión y obediencia en mansedumbre y humildad. Una persona simple tiene los mismos problemas de una persona muy dotada intelectualmente. Muchas veces progresa más rápidamente una persona simple que una persona inteligente.

LA CONCIENCIA

En Romanos 9:1 dice:

Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,

En Ro 8:16 dice también:

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

En 1 Co. 4:4 dice:

4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Estos versículos nos dan testimonio que tenemos una conciencia. Debido que nuestro espíritu está en contacto con el Espíritu Santo, este puede recibir el testimonio del Espíritu de Dios, primeramente en nuestra comunión. La comunión es como una radio recibidora y trasmisora de datos. Esta funciona cuando la voluntad del Señor quiere comunicar algo de su voluntad.

La intuición también es como una radio recibidora y trasmisora. Esta recibe los datos originados en la comunión y los trasmite a la consciencia, la cual, habiendo recibido las actividades del alma, las compara con los datos del Espíritu y envía su último parecer al respecto a nuestra alma, a nuestro entendimiento y a nuestra voluntad. La intuición es el receptor de la comunión, pero es también un trasmisor a nuestra consciencia.

La conciencia a su vez es asimismo un receptor sea de la intuición, sea de las actividades de nuestra alma. Además la conciencia, cuando está en comunión con Él Señor, es un trasmitir directo a nuestra alma, enviando todo lo que opina el Espíritu sobre las actividades del alma. Todo esto nos dice que la conciencia solo puede ser  localizada en nuestro espíritu a pesar que puede trabajar sin Él, cuando el hombre esta antes de la cruz.
La consciencia tiene cuatro funciones principales:

1.      Percibe lo que es el bien y mal si está sin la comunión del Espíritu de Dios.
2.      Percibe lo que es justo o no hacer, cuando está en comunión con el Señor.
3.      Nos condena si no hacemos el bien o no hacemos lo que es justo.
4.      Nos justifica si hacemos lo que estás bien o justo.

La conciencia siempre está activa. Depende si nuestro espíritu está vivo o muerto funciona de manera diferente.

1.      Si el espíritu está vivo percibe lo que es lo justo y lo que es injusto según la voluntad del Espíritu. (La Ley del Espíritu)
2.      Si el espíritu está muerto percibe lo que está bien y lo que está mal según la voluntad del hombre. (La ley del conocimiento del bien y del mal.)

En el primer caso sigue la Ley del Espíritu de Vida.
En el segundo caso sigue la ley del conocimiento del bien y del mal.
La consciencia de un Gloriosos Hijo de Dios juzga nuestra alma y nuestro cuerpo, según le indica su intuición en comunión con el Señor.
La conciencia natural juzga según los dictámenes de su mente natural cuando no está en comunión con el Señor.

La consciencia está muy sensible a la realidad de la confesión que hacemos delante del Señor. Si esta no es genuina, la intuición lo capta y trasmite su opinión a nuestra comunión que inmediatamente se desintoniza del Espíritu del Dios Triuno.

Si nuestra confesión es genuina, inmediatamente nos vemos pobre en nuestro espíritu ya no pensaremos mucho de nosotros mismos y nos encontraremos hambrientos de tener una continua relación en comunión con el Espíritu. Conocemos el arduo camino que nos llevó a tener una buena comunión, y no estamos dispuesto jamás a volver a nuestro vomito. Por esto la escritura dice que tenemos que renovarnos en nuestra mente y esto se hace mediante una confesión escrupulosa.

Primeramente, encontraremos que debido a la renovación de nuestra mente, que esta se volverá sobria, justa y piadosa, como dice 2 Ti. 1:11,12:

11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobrio, justa y piadosamente,

Y..con el tiempo, el Glorioso Hijo de Dios tendrá una mente que funcionará como la mente de Cristo. Por esto la escritura afirma que el creyente tiene la mente de Cristo. En 2 Co. 2:16 dice:

16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

¡Aleluya sea al Señor!

Una voluntad renovada, se trasformará de una voluntad vanidosa y orgullosa a una voluntad obediente a la fe, humilde y sumisa como nos dice Pablo en Hech. 6:7,

7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

También en Mt. 11:29-30 se dice:

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Y en 1 P. 5:5 dice:

5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.
 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

Una comunión según la voluntad del Señor, una intuición que discierne bien todas las cosas, una conciencia renovada y purificada, un espíritu humilde, un corazón puro, una mente sobria, unas emociones que ahora aman al Señor, y una voluntad sumisa, harán posible que disfrutemos un fluir rico del  conocimiento de la voluntad del Espíritu en todo nuestro ser. Es de esta manera que podremos permanecer en Él, y Él en nosotros. Podremos de esta manera progresar hasta un conocimiento pleno del Espíritu del Dios Triuno como se dice en Col. 3:10,

10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

Hermanos y hermanas, os suplico que cada uno de vosotros viva en la realidad de su conocimiento y de su espiritualidad, solo así podremos progresar hasta llegar a ser de la estatura de cómo nos conoció el Señor antes de la fundación del mundo, teniendo el Espíritu del Dios Triuno formado en nuestros corazones, por su Gloria.

Solo así podremos llegar, a ser parte de los los Vencedores de Sion, de la Novia del Cordero, del Cuerpo de Cristo, de la Nueva Jerusalén, y junto corporativamente con el Espíritu procesado de Cristo arrebatar el Reino de las manos de Satanás para presentarlo al Espíritu del Padre Celestial. Por esto tenemos nacido, por esto vivimos y por esto moriremos. Por esto resucitaremos y por esto seremos glorificados. Que la Honra y la Gloria sea al Espíritu del Dios Todopoderoso, por todos los siglos Amén.

¿Qué TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?

Berlín, el 20 de noviembre del 2014


Armando Zanolla