YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
He will establish the Kingdom
of God in this world.
ARE YOU READY???
SI QUIERE SUBIR UNA CARTA DE AMOR ENVÍA UN E-MAIL A: azanolla5@gmail.com
'UNA CARTA DE AMOR'
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'UNA CARTA DE AMOR'
LA CONSAGRACIÓN DEL HUIÓS DE DIOS MEDIANTE LA HUIOTHESIA
LECTURAS BÍBLICAS:
Éxodos 28:1; Éxodos 40:1-38; Éxodos 29:1-28; Lev. 8:14.29; Ro. 6:13; Ro. 12:1; Ro. 6:19-20; 2 Co. 15:14.15;
R60 Éxodos 28:1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón.
2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.
R60 Éxodos 40:1 Luego Jehová habló a Moisés, diciendo:
2 En el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de reunión;
3 y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo.
4 Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus lámparas,
5 y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante a la entrada del tabernáculo.
6 Después pondrás el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión.
7 Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás agua en ella.
8 Finalmente pondrás el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio.
9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.
10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo.
11 Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás.
12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.
14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
16 Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo.
17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido.
18 Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus bases, y colocó sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas.
19 Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Jehová había mandado a Moisés.
20 Y tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y encima el propiciatorio sobre el arca.
21 Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés.
22 Puso la mesa en el tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo,
23 y sobre ella puso por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés.
24 Puso el candelero en el tabernáculo de reunión, enfrente de la mesa, al lado sur de la cortina,
25 y encendió las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés.
26 Puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo,
27 y quemó sobre él incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés.
28 Puso asimismo la cortina a la entrada del tabernáculo.
29 Y colocó el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre el holocausto y ofrenda, como Jehová había mandado a Moisés.
30 Y puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para lavar.
31 Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies.
32 Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehová había mandado a Moisés.
33 Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.
34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.
35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;
37 pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba.
38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.
R60 Éxodos 29:1 Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto;
2 y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo.
3 Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros.
4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
5 Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;
6 y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
7 Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8 Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.
9 Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
10 Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro.
11 Y matarás el becerro delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.
12 Y de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar.
13 Tomarás también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar.
14 Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.
15 Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero.
16 Y matarás el carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor.
17 Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza.
18 Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a Jehová.
19 Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero.
20 Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y rociarás la sangre sobre el altar alrededor.
21 Y con la sangre que estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él.
22 Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagración.
23 También una torta grande de pan, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a Jehová,
24 y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová.
25 Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.
26 Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante de Jehová; y será porción tuya.
27 Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos,
28 y será para Aarón y para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque es ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel, de sus sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a Jehová.
Lev. 8:14 Luego hizo traer el becerro de la expiación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro de la expiación,
15 y lo degolló; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la demás sangre al pie del altar, y lo santificó para reconciliar sobre él.
16 Después tomó toda la grosura que estaba sobre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura de ellos, y lo hizo arder Moisés sobre el altar.
17 Mas el becerro, su piel, su carne y su estiércol, lo quemó al fuego fuera del campamento, como Jehová lo había mandado a Moisés.
18 Después hizo que trajeran el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;
19 y lo degolló; y roció Moisés la sangre sobre el altar alrededor,
20 y cortó el carnero en trozos; y Moisés hizo arder la cabeza, y los trozos, y la grosura.
21 Lavó luego con agua los intestinos y las piernas, y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar; holocausto de olor grato, ofrenda encendida para Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.
22 Después hizo que trajeran el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero.
23 Y lo degolló; y tomó Moisés de la sangre, y la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
24 Hizo acercarse luego los hijos de Aarón, y puso Moisés de la sangre sobre el lóbulo de sus orejas derechas, sobre los pulgares de sus manos derechas, y sobre los pulgares de sus pies derechos; y roció Moisés la sangre sobre el altar alrededor.
25 Después tomó la grosura, la cola, toda la grosura que estaba sobre los intestinos, la grosura del hígado, los dos riñones y la grosura de ellos, y la espaldilla derecha.
26 Y del canastillo de los panes sin levadura, que estaba delante de Jehová, tomó una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre, y lo puso con la grosura y con la espaldilla derecha.
27 Y lo puso todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos, e hizo mecerlo como ofrenda mecida delante de Jehová.
28 Después tomó aquellas cosas Moisés de las manos de ellos, y las hizo arder en el altar sobre el holocausto; eran las consagraciones en olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
29 Y tomó Moisés el pecho, y lo meció, ofrenda mecida delante de Jehová; del carnero de las consagraciones aquella fue la parte de Moisés, como Jehová lo había mandado a Moisés.
Ro. 6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
R60 Romans 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Ro. 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
2 Co. 15:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
EL EVANGELIO DE REINO
Cristo, el Espíritu del Unigénito Hijo de Dios encarnado, murió y dio Su sangre, por el rescate, de toda la creación. Debido a este sacrificio Divino, el Espíritu de Dios Padre, hizo posible, a todos los que creen espiritualmente, en esta obra, de ser separados del sistema del mundo, y ser insertados en el Espíritu procesado de Cristo, la cabeza del Nuevo Hombre, la Iglesia, la Nueva Jerusalén.
Esto inserto, representa el nacer de nuevo, a todos los que creen Espiritualmente.
De esta forma, se nace Espiritualmente de nuevo, como niños en el Espíritu de Cristo procesado, hijos legítimos del Espíritu de Cristo procesado, un hecho Divino, que garantiza a todos los que lo reciben, la Vida Eterna.
Debido que la vanagloria, todavía existe en el corazón de los niños en Cristo; la obra del Espíritu del Dios Triuno continua, iluminando primero, la vanagloria del corazón, revelada en las circunstancias de la vida, por la Luz del Espíritu de Cristo procesado.
Por medio de la fe, en las victorias de Cristo, sobre el ‘Yo’, sobre el mundo y sobre Satanás, esta vanagloria es desechada, para hacer posible incrementar la Vida del Espíritu Vivificante en el nuevo corazón, para que un día el Espíritu de Cristo procesado, la verdadera Vida, el Espíritu Vivificante, sea formado en él.
Finalmente en el Nuevo Corazón, el Espíritu de Cristo procesado, es formado.
Esto representa nuestra completa regeneración experimental. Es el momento de la Huiothesia.
Es el momento del reconocimiento del Espíritu de Dios Padre, que ya hacemos parte integra, del Cuerpo de Cristo procesado, de manera permanente, como huiós del Espíritu de Cristo procesado, con todos los derechos a su herencia, listos para crecer, y producir Su fruto, al servicio del Espíritu procesado de Cristo, con el fin de poder servir delante de Él, como la figura del Sacerdote Santo, que ministrada en el lugar Santo y Santísimo.
Los niños en el Espíritu procesado Cristo, que no han querido desechar su vanagloria, serán destinados a servir como en la figura del sacerdote levítico, y servir en el santuario, como porteros, a las puertas de la creación, como sirvientes a la creación, para servirla, y no para servir directamente al Espíritu de Dios Triuno. Entrarán al Reino del Espíritu de Dios, pero solo como por el fuego.
Los huiós del Espíritu de Cristo procesado, serán llamados a servir, como en la figura de los Sacerdotes de Sadoc, en el lugar Santo y Santísimo por toda la eternidad.
El día de la huiothesia, es el día de la consagración, al servicio del Espíritu del Dios Triuno, es el día también, de la unción.
Es el día de un verdadero encuentro personal con el Espíritu del Dios Triuno. Un encuentro Glorioso e inolvidable, y ya nada más, será igual que antes, en la Vida del huiós del Espíritu de Dios, debido que el Espíritu de Cristo procesado, es formado en él.
Si usted tiene una experiencia personal con el Espíritu del Dios Triuno, debido que tiene el Espíritu de Cristo procesado formado es su corazón, nunca más su vida, será como era antiguamente. Ya no podrá ser jamás lo mismo. El Espíritu de Cristo procesado se expresará más y más, en su experiencia personal para la gloria del Espíritu de Dios Padre.
Los niños en Cristo, solo han tenido un encuentro casual con el Espíritu de Dios, pero el huiós del Espíritu de Dios, ha tenido un contacto personal interno e íntimo, y ya no le es posible persistir a vivir, en su vanagloria, jamás.
Es un día de júbilo en el cielo, debido que un Nuevo Corazón puede ahora, producir en esta tierra, el fruto precioso, que es el Espíritu de Cristo procesado, lo cual es el Espíritu Santo.
La huiothesia, la consagración y la unción, son eventos, que solo Dios puede producir.
Él decide el día y la hora, Él sabe, cuando en el corazón, ya fluye la totalidad de la Vida Espiritual de Cristo procesada, y es desde este momento, que el Corazón puede comenzar a crecer, para ser sobreedificado, desde la ‘piedra angular’, para producir el fruto del Espíritu del Dios Triuno en este mundo y por toda la Eternidad.
Es el día de la huiothesia. Es el día que señala el comienzo del servicio del huiós del Espíritu procesado de Cristo, en el lugar Santo y Santísimo, en la presencia del Dios Omnipotente, ya en esta tierra y por toda la eternidad, con el fin que una vez que el Nuevo Hombre sea completado, este pueda restituir el Reino del Espíritu de Dios, una vez perdido por el primer hombre, al Espíritu del Dios Triuno.
Amigo y amiga, en esta breve lectura tienes la Verdad, sobre la Verdadera Vida Espiritual, no solo para tener una Vida Eterna pura, pero una Verdad y una Vida, para que esta Vida Eterna y pura, sea puesta al servicio del Espíritu del Dios Triuno por la edificación de la Iglesia y hacer posible la restitución del Reino del Espíritu Dios, al Espíritu de Dios Padre.
Mateo 24:14; Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
LA CONSAGRACIÓN HUMANA
Todo dogma, toda iniciación, toda ceremonia terrenal, no tiene ningún valor en absoluto en este asunto, además es abominación para el Señor. Uno no puede consagrarse, o hacer que alguien lo consagre, en un ministerio santo, para el servicio cara a cara del Espíritu del Señor. Es el Espíritu del Señor, quien consagra, mediante un encuentro íntimo y personal, el cual siempre lleva una marca que nade puede jamás olvidar. El Espíritu de Cristo procesado en el Nuevo Corazón. No tiene nada que ver con el creer o no. Todos los que han creído son sacerdotes santos y tienen la posibilidad de ser consagrados, pero no todos tienen el Espíritu Cristo procesado, formado en ellos. Solo lo que tiene el Espíritu de Cristo procesado, formado en ellos, son los que el Espíritu de Yahweh consagra. Un huiós del Espíritu de Dios, ha conocido al Señor, porqué Él vive plenamente en el íntimo de su corazón, lo conoce íntimamente y plenamente, y es por esto, que ya no peca, porque tiene el Espíritu Cristo procesado, formado en él. Ya no tiene ningún rastro de la savia del olivo silvestre en él. Le es imposible pecar. Esta es la situación de la consagración. El Espíritu del Dios Triuno, ocupa todo el Nuevo Corazón, y tiene el deseo de sobre edificarlo, a partir de este hecho. Lamentablemente vemos otro panorama en este mundo y en las iglesias del mundo. La casi totalidad de los niños en Cristo están sirviendo:
“la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha”
Debido a la vanagloria, que todavía producen, no pueden servir el Altísimo cara a cara. Esto es quemar fuego extraño delante del Espíritu de nuestro Creador.
Delante del Espíritu de Dios, los hombres, o se encuentran, antes de la cruz como iluminados, o después de la cruz como niños en Cristo. Los dos grupos, son todavía esclavos de su vanagloria, que los asedia y por tanto está quemando, definitivamente, fuego extraño delante del Espíritu del Señor, cuando quieren servirle. Todos ellos piensan que es normal, que todos pecan, que todos sirven de una manera u otra al Señor, y se consuelan, que su sitio en el cielo está asegurado y tienen todos los derechos de servir cara a cara al Espíritu del Señor.
Lastimosamente no se dan cuenta, que en esta situación, nunca llegaron a la huiothesia. No se dan cuenta, que todavía, son niños en Cristo, sin ningún derecho de servir en el lugar Santo y Santísimo. El Señor, antes de otorgar la huiothesia, prueba al niño en Cristo, como probó a todos los Patriarcas, a todos los profetas, a todos los Santos, antes de nosotros. La huiothesia no es algo que Dios toma a la ligera. Antes de impartirla, el niño en el Espíritu de Cristo procesado, tiene que superar, por la Vida del Espíritu de Cristo procesado, que está en él, todas las pruebas que el Señor le brinda. Cuando Él ve, que el Espíritu de Cristo procesado se puede expresar en las circunstancias de la Vida, entonces y solo entonces, consagra, los niños Espirituales, en el Espíritu de Cristo procesado, como huiós del Espíritu de Dios.
Es el momento que Él establece un contacto vivo y real, de la misma manera que lo hizo con Abraham, Jacob e Isaac, es el momento que espontáneamente levantamos un altar de holocausto delante de Él. Es el momento inolvidable de la huiothesia. Uno puede ofrecerse a Él durante la vida, pero esto de nada le sirve, debido este hecho se origina en uno mismo. Cuando el Espíritu del Dios Triuno nos toca, es cuando todo es Espiritualmente real y eterno.
Él sabe, que cuando la savia del olivo cultivado ha empreñado totalmente nuestra ramita, de este momento, esta, solo podrá producir el Espíritu de Cristo procesado en su Vida y de manera consistente.
Es cuando se dice, que una persona, está llena del Espíritu Santo de Dios de manera permanente, y que el Espíritu de Cristo procesado, está formado en él.
Esto, no es debido a una situación en particular en el tiempo, más es como algo natural y normal en el huíos del Espíritu de Dios, debido que la totalidad de la savia del olivo cultivado, que es el Espíritu de Cristo procesado, está en él, reproduciendo el Espíritu del Hijo de Dios en su Vida.
Cuando un niño en Cristo, peca después de la cruz, no pierde la salvación, pero después de un tiempo que él persiste en su esclavitud al pecado, debido que no busca la ayuda idónea, mediante la fe, el Señor pasa por la viña, y corta los pámpanos que no producen fruto, y lo quema. Los pámpanos que no pueden producir fruto, son apartados del Cuerpo de Cristo de manera permanente, y estos, solo entrarán en el cielo, como por el fuego, y solo podrán servir a la creación, pero nunca al Espíritu del Dios vivo, cara a cara.
Las personas que piensan que hacen un favor a Dios dejando su vida pasada atrás, son ajenos al Nuevo Hombre. A pesar que son sacerdotes santos, no tienen Cristo formado en ellos y el Señor no puede consagrarlos, no puede tocarlos con su Espíritu.
Nuestro servicio al Espíritu de Dios, no es una ayuda que Le hacemos, ni un servicio de bondad para con Él. Tampoco es un sacrificio para dedicarnos a su labor, sino que el Espíritu de Dios, ha sido favorable con sus sacerdotes, que tienen Cristo formado en ellos, dándoles el honor y el privilegio de servirle, con el máximo gozo.
La consagración es una honradez, no un sacrificio y esto se aprende al haber sido vaciados de todo lo que teníamos en nuestro viejo corazón natural, que es la vanagloria, y llenados por la Vida del Espíritu de Cristo procesado.
Como Cristo tuvo que pasar todos estos padecimientos, para ser considerado huiós amado, nosotros también si queremos que el Espíritu del Señor nos consagre, tenemos que desear pasar todos estos tormentos y angustias, para desechar toda la vanagloria que tenemos que desechar, y al mismo tiempo, dejar entrar la Vida del Espíritu de Cristo procesado, hasta en el más profundo de nuestro Nuevo Corazón.
El primer fruto de ser consagrados, es poder ver la santidad del Espíritu de Cristo procesado en nosotros, y esto es posible, solo si tenemos nuestro Nuevo Corazón lleno del Espíritu de Cristo procesado.
LA CONSAGRACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
En Éxodos 28 y 29 como en Levítico 8 vemos la meticulosidad de cómo se tenían que hacer todas las cosas, para consagrar a los sacerdotes Levitas que servían en el lugar Santo y Santísimo. La ceremonia en el A.T., demuestra cuanto meticuloso es Dios en la consagración y la unción, y también lo es, con la huiothesia, en el Nuevo Testamento. Todo lo que hace el Espíritu de Dios, es por un propósito claro, para tener resultados, y no fracasos. Su propósito es mantener el Cuerpo del Espíritu de Cristo procesado, en el Nuevo Hombre, con un Corazón Puro, donde el Espíritu de Cristo procesado, sea formado.
En Levíticos 8:14-28 describe un novillo, dos carneros y un canastillo con panes sin levadura.
A. La propiciación por el pecado mediante un novillo
Para poder para consagrarse al Espíritu de Yahweh, primero se tenía que hacer propiciación por el pecado. La base de la consagración es tener una ofrenda apropiada, primeramente por el pecado, que nos hace justos al Señor.
Sólo una persona que ha sido redimida y justificada, tiene el camino abierto, para un día, poder consagrarse, así que, antes todo, debía hacerse una propiciación por el pecado, como figura de la muerte de Cristo en la cruz, que redimió y justificó, toda la creación.
B. El holocausto
En este pasaje, tenemos dos carneros: el primer carnero se ofrecía como holocausto, y el otro, como propiciación de la consagración.
¿Qué es el holocausto?
Es una ofrenda que debe ser consumida completamente por el fuego. Representa en el N.T. la labor que Cristo tiene, en llenar de su savia, a todo nuestro Nuevo Corazón y “quemar”, o desechar toda la savia del olivo silvestre en él.
El sacerdote, no podía comer la carne del animal así sacrificado, tenía que ser completamente consumida por el fuego.
Comer su carne sería una ilustración de intentar a ayudar al Señor en su trabajo. Es ponerse otra vez bajo la Ley. Es el Fuego Divino, que tiene esta misión, no el hombre.
Este carnero representaba la savia del olivo silvestre que tenía que ser eliminada. Esta savia no tenía ningún propósito útil a la obra del Espíritu del Señor.
El problema de nuestro pecado, es solucionado mediante la ofrenda por el pecado, mientras que el holocausto, hace que seamos aceptos al Espíritu de Dios, por el servicio delante de Él, en el lugar Santo y Santísimo, cuando toda la savia del olivo silvestre, haya sido totalmente quemada por la labor del Espíritu.
El Señor Jesús, llevó nuestros pecados en la cruz. Esto concierne a Su obra, como la ofrenda por el pecado.
Al mismo tiempo, mientras el Señor Jesús estaba en la cruz, el velo del templo fue rasgado de arriba a abajo, y se nos abrió, a los huiós del Dios Triuno, el camino al Lugar Santo y Santísimo.
Esta es Su obra en el holocausto mediante el primer carnero.
La ofrenda por el pecado y el holocausto se inician en el mismo lugar, pero conducen a dos lugares distintos. Ambos empiezan donde se encuentra el pecador.
La ofrenda por el pecado termina con la propiciación por el pecado, hecha una vez para siempre.
Él holocausto va más allá, pues hace que el pecador llegue a ser aceptable l Espíritu de Dios por el servicio en el lugar Santo y Santísimo, mediante la labor del Espíritu de Dios, formando el Espíritu de Cristo procesado en el niño en el Espíritu de Cristo, y haciéndolo un Huiós del Espíritu del Dios Triuno.
El holocausto es el agradable aroma del Espíritu de Cristo procesado, ante el Espíritu de Dios, que asegura que el Espíritu de Dios lo acepta, cuando termina su labor en el Nuevo Corazón.
El holocausto representa en el N.T. al Espíritu de Cristo procesado, llenando totalmente nuestro Nuevo Corazón. Cuando este, está lleno de su Espíritu, entonces Él puede terminar el holocausto que comenzó en Gólgota cuando la ramita fue insertada en el olivo cultivado.
C. La ofrenda de la consagración
1. La aspersión de la sangre
Después que era inmolado el primer carnero, se sacrificaba el segundo.
¿Qué se hacía con el segundo carnero después de degollarlo?
Primero, se untaba la sangre sobre el lóbulo de la oreja derecha, sobre el dedo pulgar de la mano derecha y sobre el dedo pulgar del pie derecho de Aarón y sus hijos.
Esto tipifica en el N.T., el momento de la Huiothesia. Puesto que Cristo es formado en nosotros, la figura de la sangre aplicada en nuestra oreja, en nuestras manos y en nuestros pies, nos hacen huiós del Espíritu de Dios, y reconocidos legalmente como parte de su Cuerpo. Es entonces, que el Espíritu del Dios Triuno, declara a nuestro espíritu, que somos huiós legítimos del Espíritu de Dios.
Desde este momento, podremos experimentar la Vida del Espíritu de Cristo procesado, en nuestras Vidas, como algo verdadero. Podremos ver como el Espíritu de Dios usa nuestras orejas, nuestras manos, nuestros pies, a su servicio.
La sangre es la señal de propiedad y el símbolo del amor.
El “precio” que se menciona en 1 Corintios 6, y el “amor” es mencionado en 2 Corintios 5, ambos se refieren a esta sangre. Debido a la sangre, el amor del Espíritu procesado de Cristo, reclamas como suyo este corazón, que ahora es parte viva de su Cuerpo, debido que el Espíritu de Cristo procesado, ha terminado de ocupar totalmente nuestro Nuevo Corazón, ahora le pertenecemos completamente y totalmente a Él con la intención de sobre edificarlo Espiritualmente.
Esto en el A.T., era la base de la consagración, pero no era, la consagración en sí misma. Para llegar a la consagración se necesitaba otra ofrenda.
2. Las ofrendas santas
Después que el segundo carnero era sacrificado y su sangre era rociada, se sacaba la grosura, la espaldilla derecha, y del canastillo de los panes sin levadura; se tomaba una torta sin levadura, una torta de pan de aceite y una de hojaldre.
a. La espadilla
La espaldilla es la parte más fuerte del carnero y nos muestra el aspecto Divino del Espíritu de Cristo.
b. La grosura
La grosura es rica, y tipifica la Gloria del Espíritu de Dios.
c. El pan sin levadura, una torta de pan de aceite y una de hojaldre.
El pan del cual procede de la vida vegetal, muestra toda la humanidad de Cristo. Él es el hombre perfecto, sin levadura y sin mancha y el pan de aceite, está lleno del aceite de la unción, del Espíritu del Dios Triuno.
Todo esto era puesto en las manos de Aarón, quien tomaba la ofrenda Santa y después, se hacía arder todo esto, junto con el holocausto. En esto consiste el cumplimiento de la consagración.
La palabra hebrea traducida “consagración” significa “tener las manos llenas”.
¿Qué significa esto en el N.T.?
Una vez cortada, la ramita del olivo silvestre, es insertada en el olivo cultivado, nuestra ramita, estaba llena de la savia del olivo silvestre, no servía para el servicio para al Señor, ni en el lugar Santo ni en el lugar Santísimo, no podía producir algún fruto. Ahora, después de la labor del Espíritu de Cristo procesado, nuestra ramita, está llena de la Vida del Espíritu del Dios Triuno.
Lo que quiere decir, es que nuestras manos, están tan llenas de la Vida y del Espíritu de Cristo, tan llena, que no hay sitio, para nada más en ella.
Cuando nuestra ramita estaba llena de la savia del olivo silvestre, como niños en Cristo, nuestra manos todavía estaba llenas de pecados, aun perdonados, pero pecados. Pero ahora, nuestra ramita, reboza de la savia del Espíritu del Dios vivo, y nuestras manos también, como nuestros oídos, como nuestros pies, y todo nuestro ser, reboza de la Vida del Espíritu Cristo en nosotros. Esta es la consagración. Esta es la huiothesia en su llenura. El autor de esta obra, solo puede ser el Espíritu del Dios Triuno.
No es mediante ninguna ceremonia humana, solo es válida si el Espíritu de Cristo procesado, terminó su obra en nosotros, formando el Espíritu de Cristo procesado en nosotros, para que podamos crecer y comenzar a producir frutos como huiós de Dios.
El Espíritu de Dios, nos redime y justifica y nos aparta como Sacerdotes Santos, pero aun así, como niños en Cristo, no podemos acercarnos a Él sirviéndole, ni en el lugar Santo ni en el lugar Santísimo, debido que, en sus comienzos el inserto es algo extraño todavía al árbol.
Primero el Espíritu de Dios, tenía que proveer que la savia, que todavía producía pecados en nosotros, fuera completamente eliminada, formando el Espíritu de Cristo procesado en nosotros.
Cuando esto pasa, es necesario que el Espíritu del Dios Triuno, nos considere Huiós legítimos, y solo lo puede hacer, cuando Sus manos, sean totalmente llenas de la Vida y del Espíritu de Cristo procesado.
Cuando el Espíritu de Dios, tiene sus manos llenas de la Vida del Espíritu de Cristo procesado en nosotros, también nosotros estamos llenos de Él, y esta es una situación que ya no se puede modificar, es eterna y comienza en esta tierra en el momento de la huiothesia.
Es el momento que estamos capacitados de servir sea en el lugar Santo que en el lugar Santísimo. Es el momento de ser reconocidos, como Huiós legítimos y maduros, del Espíritu de Dios.
Cuando esto pasa, el Espíritu de Yahweh lo sabe.
El Espíritu del hijo de Dios lo sabe.
El Espíritu del Dios Triuno lo sabe.
Los ángeles los saben.
Nuestro espíritu lo sabe.
Nuestro corazón lo sabe.
Nuestros vecinos lo saben.
Satanás lo sabe también.
Desde este momento, estamos totalmente amparados por la Vida y el Espíritu del Dios Triuno en nosotros, y tenemos adelante una eternidad de servicio, en el lugar Santo y Santísimo en la presencia continua de nuestro glorioso Espíritu del Señor.
Cuando esto pasa, espontáneamente tenemos una respuesta al Espíritu del Señor y le decimos:
“Heme aquí Señor. Tómame y heme ver tu voluntad, y como tú vas a producir en mi tu fruto.”
A esto se refiere Romanos 12 cuando dice que presentemos nuestros cuerpos.
En Romanos 6 se menciona la consagración de los miembros. Esto es semejante a la aspersión de la sangre en las orejas, las manos y los pies.
Romanos 12 menciona la consagración de todo el cuerpo, lo cual significa que ambas manos son llenas de Cristo.
Cuando el niño en el Espíritu de Cristo procesado llega a esta situación, se siente parte integral de la Vida de Cristo procesado, se siente parte completa de Él, debido que experimenta en su Vida y su Espíritu- Es el encuentro más determinante que se pueda tener, con el Espíritu del Dios Triuno.
Esto significa que el amor del Espíritu del Dios Triuno, actúa con poder en todo nuestro ser, y el amor del Espíritu de Cristo procesado nos “constriñe”.
Esta palabra usada por Pablo en 2 Co. 5:14-16 significa “presionar por todos los lados”, vemos que dicen estos versículos:
14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
Cuando Cristo murió, el Espíritu de Dios Padre cortó todas las ramitas del olivo silvestre que representa el mundo, y de esta manera las ramitas, murieron a este árbol. Fuimos salvados del sistema de este mundo representado por la Ley, cuando creímos.
Fue entonces, que el Padre, nos insertó en un nuevo sistema de Vida que es la Vida del Espíritu de Cristo procesado, que es la Gracia. En esto momento recibimos la Vida Eterna.
A pesar que todavía en nuestra ramita, estaba la savia del sistema del mundo, el nuevo sistema de Vida, comenzó a fluir en nosotros corazones, así poco a poco todas las cosas se hicieron nuevas.
En el bautismo público, declaramos entre otras cosas, que ya no hacemos parte del sistema del mundo, para que el mundo tenga en sus record, que públicamente proclamamos, que ya no hacemos parte de lo que antes hacía doblar nuestras rodillas y nos sometía.
Desde el momento de la redención hasta el momento de la huiothesia, la vida del Espíritu de Cristo procesado, trabaja en cada instante, sin cesar, para que esto, sea una realidad efectiva en nuestra experiencia, y que solo será efectiva, cuando toda la savia del mundo, haya sido “quemada” por la Vida y el Espíritu de Cristo procesado.
Solo al llegar el momento de la huiothesia, podemos experimentar, en su totalidad, el amor del Espíritu del Dios Trino en nosotros, que nos presiona por todo lado, con poder, para que esta experiencia sea una experiencia en cada momento de nuestra Nueva Vida.
No podemos olvidar, que no solo se trata de amor, a pesar que es el amor que no hace hacer la voluntad del Padre, óseas, producir su fruto. También el Espíritu del Señor tiene unos derechos adquiridos, como nos explica Pablo en 1 Corintios 6:19-20, dice:
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
El Espíritu de Dios Padre nos compró, mediante la preciosa sangre derramada por Cristo. El Espíritu de Dios Padre nos compró, pagando con su más elevado tesoro, la Vida de Cristo, que en sí, tenía la vida Espiritual del Dios Triuno. En el momento del corte del olivo silvestre, nosotros voluntariamente, renunciamos a nuestra libertad de seguir actuando mediante el sistema del mundo. Nosotros aceptamos, que de este momento en adelante, la Vida del Espíritu de Cristo procesado, sea nuestra autoridad, y voluntariamente nos sometemos al Él.
Ya no nos pertenecemos a nosotros mismo, nos pertenecemos al Espíritu del Dios Triuno. Así en la huiothesia, podemos plenamente decir, que ser un huiós del Espíritu de Dios, es tanto por el amor que nos constriñe, como por el derecho adquirido por Cristo. Con estos fundamentos, la Vida del Espíritu de Cristo, llegó a rebosar en nosotros, haciéndonos 100% nuevas criaturas, en el momento, de recibir la Huiothesia.
Hemos sido cortados del mundo, en el momento de nuestra redención, pero, en el momento de la huiothesia, este corte al mundo, se hace totalmente efectivo y evidente en nuestras Nuevas Vidas, por el fruto que estamos produciendo, debido a una relación íntima con el Espíritu del Dios Triuno en nosotros. Como niños en el Espíritu de Cristo procesado, la savia del mundo en nosotros, todavía producía una cierta atracción, pero “quemada” la savia, y remplazada por la savia del olivo cultivado, podemos experimentar una verdadera liberación. Gloria sea al Espíritu del Señor.
De todo esto, podemos tal vez entender, que para llegar a ser un huiós de Espíritu de Dios Triuno, es algo muy especial para el Espíritu de Yahweh y por el Espíritu del Hijo de Dios.
Israel fue escogido por el Espíritu del Dios Triuno, pero no todos, fueron consagrados al servicio Santo y Santísimo. Solo la tribu de Leví recibió la consagración. Aun, de la tribu de Leví, no todos, podían acercarse al lugar Santo y Santísimo. De todos ellos, solo los de la casa de Aarón, salieron los consagrados al Señor. Más tarde solo los hijos de Sadoc, fueron los únicos, que podían acercarse a servir en el lugar Santo y Santísimo. (Ez. 44:15).
En el N.T. todos los que han creído y han sido bautizados, fueron insertados en el Espíritu de Cristo procesado y están en el Espíritu de Cristo procesado, y son sacerdotes santos. Pero no todos podrán producir fruto agradable al Espíritu del Dios Triuno, y servir en el lugar Santo y Santísimo. Muchos serán cortados del árbol, debido que no sirven para “servir en el lugar Santo y Santísimo”. Estos, entrarán en el Reino de los Cielos, solo como por fuego, pero no como parte del Cuerpo del Espíritu de Cristo procesado. Solo los “huiós”, serán los Vencedores, para ser parte del Cuerpo del Espíritu de Cristo procesado, para ser parte de la Esposa del Cordero, y parte de la Nueva Jerusalén. En Jn. 8:34-35 dice:
34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo (Huiós) sí queda para siempre.
Solo los huiós, solo los que han sido consagrados y ungidos, pueden permanecer en el olivo cultivado, ellos con toda honra, servirán al Espíritu del Dios Triuno, con gozo y amor.
Lo maravilloso, no es que nosotros podamos servir al Señor, lo maravilloso es poder tener la Vida del Espíritu de Cristo procesado en nosotros, Vida, que va renovándose cada día, como una fuente de agua de Vida, que nos suministra Vida pura en nosotros, para poder en cada momento, producir el Espíritu de Cristo procesado en nuestras Nuevas Vidas, mediante nueva revelación Espiritual que nos hacen entender:
“cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
El corazón del Espíritu de Dios, quiere, que todos los que fueron puesto en Cristo, fueran Huiós del Espíritu del Dios Altísimo un día, pero unos, seguirán haciendo lo que le apetece, conservando su vanagloria. Estos serán un día cortados y echados al fuego, no en el sentido de perder la salvación, más en el sentido de ser inservibles al servicio en el lugar Santo y Santísimo, delante del Espíritu del Señor. Solo un remanente, tendrán el Honor y la Gloria de poderlo servir cara a cara por toda la eternidad, y estos son los huiós del Espíritu del Dios Triuno.
Es por esto que el apóstol Pablo dice en romanos 12:1-2;
Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
La vida del Espíritu de Cristo procesado, es la que puede renovar día a día nuestro entendimiento, y no solo esto, más todo nuestro Nuevo Corazón, para que todos podamos un día hacer parte de la Nueva Jerusalén, con el fin de poder devolver el Reino de Espíritu de Dios al Espíritu del Dios Triuno. Esto es lo que está en el corazón del Espíritu del Dios Triuno, para ti, y para mí.
¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?
Armando Zanolla
Escazú 6 de octubre 2013
Revisado el 14 de octubre 2013
Revisado el 15 de noviembre del 2013
Revisado el 26 de noviembre del 2013
Revisado el 18 de febrero del 2014
Revisado el 31 de marzo del 2014
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